Una ordenada edición 585
aboga
por crear ciclovías
subterráneas
y entregar las calles a los
coches
Se conduele
de no poder
decir como antaño
negro
al negro y
amarillo al amarillo
Esta vez, El Gallito, esa
publicación que se autodenomina “quincenario mensual…de aparición semanal”, viene
con nuevo y ordenado diseño como corresponde a una publicación que ya se va por
los 23 años de existencia en los círculos lectores de la Blanca Ciudad.
El director, Álvaro
Javier Podestá Cuadros, “Lessness” para quienes les gustan llamarlo por su chapa
de combate, dijo al anunciar este nuevo ejemplar, que había recurrido a los
servicios de un excelente servicio de diseño y diagramación, cuya identidad
prefiere guardar, por de pronto, en el anonimato.
Pues bien, como siempre la portada está dedica a un asunto de interés público y esta vez se trata de las ciclovías arequipenses, que debieran servir para la circulación de bicicletas pero que, debido al caos reinante en el tránsito, El Gallito postula que deben ser subtrerráneas. Es decir…
Su segunda página nos entrega una primicia muy de acuerdo con los tiempos que corren en la política nacional: “Egresa primera promoción de ronderos de barrios pitucos”.
Ya no se trata de los
ronderos tradicionales que te agarran a zurriagazos si te dejas descubrir sacándole
la vuelta a tu costilla o si te agarran robándole un zapallo a la huerta de
vecino. ¡No!
Se trata, se interpreta del texto de El Gallito 585, de finos personajes armados de garrotes eficientemente pulidos en ebanisterías mistianas, que te darán lo que mereces si descubren que perteneces a eso que llaman “crimen organizado” o cometiendo desórdenes en la ciudad.
Dichos ronderos provienen de la llamada high society de la Blanca Ciudad y tienen el noble encargo de recuperar el orden en Arequipa, dice El Gallito.
La página 2 te entrega también como regalo una momia de Churajón con sus respectivos implementos para desempolvarla.
Trae también una
información sobre los anuncios de una noticia bomba del domingo en Cuarto
Poder, desinflada vergonzosamente luego con un diálogo entre el casero de
Breña, que da de comer al hombre del sombrero cuando tiene hambre y posada
cuando se sale del palacio.
En su página 3, El
Gallito 585 le entrega la primicia sobre la “Academia de buceo Ómicron”, que ha
inaugurado sus cursos de verano y un informe sobre una insólita “carrera de
bebitos” que “acaba en broncaza” porque “todos querían el mismo juguete”.
Y finalmente, en la página que cierra la edición, El Gallito 585 le entrega la primicia sobre la el verano que se viene y muestra los trajes para caballeros que, supuestamente estarán de moda en las playas de Mollendo, Mejía y Camaná.
Y así llegamos al final
de la reseña sobre este nuevo ejemplar del hebdomadario de Arequipa que, como todos
los anteriores, se distribuye sin costo en distinguidos locales de la ciudad.
¡Ah! Si se agota, lo puede leer y descolgar en internet, que el director no se enojará por eso, sino todo lo contrario.
(Imágenes captura de El Gallito de Internet)
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