El Estado no apelará a la
resolución judicial que
autorizó la eutanasia
Llega al
final una batalla que libró
desde su blog
y medios de prensa
Ana Estrada, la
sicóloga de 44 años, que pedía se le aplique la eutanasia para poder morir con
dignidad, martirizada por un mal que la tenía postrada desde los 12 años de
edad, consiguió que el Estado peruano le permita ahora sí, cumplir con su
deseo.
La procuraduría General
del Estado anunció anoche que ninguna de las instituciones competentes en el
caso de Ana Estrada, apelará de la resolución del Poder Judicial que favoreció
una acción de amparo presentada por la Defensoría del Pueblo a favor de la
enferma.
Tanto el Ministerio de Justicia, como el Ministerio de Salud y EsSalud, indicaron que sus procuradores no apelarán al fallo del Poder Judicial que permitirá a Ana acceder a la eutanasia.
Alfredo Barreto, gerente de la Procuraduría General, informó anoche a medios de comunicación que la entidad no apelará ante el fallo judicial, algo que previamente anunció el ministro de Salud, Óscar Ugarte.
Para dar curso a la petición de Ana, EsSalud pidió al Ministerio de Salud “establecer el protocolo para cumplir los alcances de la sentencia del Décimo Primer Juzgado Constitucional, de la Corte Superior de Justicia de Lima, respecto al caso de Ana Estrada”.
“Soy libre… luché por el
derecho a elegir”
Por su parte, Ana difundió anoche un mensaje por internet en que exclama: “Soy libre. Mi lucha siempre fue la defensa por derecho a elegir. Hoy lo he conseguido gracias a las personas que difundieron mi voz: aquellas que se tomaron el tiempo para leerme y comprender desde enero de 2019”.
Añadió por el mismo medio: “Soy libre. He luchado por recuperar mi tiempo y decisiones sobre mi vida y mi cuerpo. Hoy me han concedido el derecho a elegir cuándo morir. Los que no entienden esto, jamás lo entenderán y no querrán entender”.
A sus 42 años, Ana padece una avanzada polimiositis, enfermedad degenerativa y autoinmune que ha paralizado casi todos sus músculos.
Enferma desde los 12 añosEl primer síntoma de la polimiositis que padece le sobrevino a los 12 años, cuando empezaron sus dificultades para estirar el brazo izquierdo. Recién dos años después le diagnosticaron el mal.
Una guerrera que da lección de vida
En su blog, Ana contó que “lo que vino luego ha sido un proceso sistemático de debilitamiento que la obligó a desplazarse en silla de ruedas, lo que no le impidió llevar una vida normal: estudiar Sicología en la PUCP, atender a sus pacientes en su propio departamento y dictar talleres sobre sexualidad en mujeres con discapacidad”.
Reflexionó enseguida: “¿Por qué querer morir si soy capaz de encarnar la fiera tibieza del amor hasta llegar a explotar de felicidad? ¿Tan egoísta soy que no pienso en los que me aman? ¿Estoy deprimida y solo necesitaría antidepresivos para pensar “positivo”? ¿A dónde se fue la fuerza de la “guerrera”, “luchadora”, “ejemplo-y-lección-de-vida”?
La Defensoría del Pueblo asumió su defense y, aunque el caso no tenía precedentes, el Defensor, Walter Gutiérrez, dijo que asumiría la defensa de Ana, “para que se respete y garantice la voluntad libre e informada de una persona de decidir el cese de su vida, ante una condición que afecta de manera irreversible su dignidad".
Hace ocho días, el 25 de
febrero, el Poder Judicial falló a favor de Ana y el doctor Walter Gutiérrez se
mostró cauto cuando expresó que si bien “la Corte Superior de Justicia de Lima
ha reconocido todos los argumentos expuestos por la Defensoría del Pueblo (…)
esto recién está en la primera instancia”.
Las apelaciones que se esperaba no se dieron. Ahora Ana Estrada puede escoger el momento en que abandonará este mundo y ha dejado un precedente que en el futuro puede constituir jurisprudencia para casos similares.
También
puedes leer:
La dama que
busca morir con dignidad - lunes 25 de noviembre de 2019.
La Justicia
autoriza la eutanasia para Ana – jueves 25 de febrero de 2021.
(Imágenes de La República, Somos, Cuarto Poder)
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