jueves, 14 de enero de 2021

¡Reapareció El Gallito impreso!

 “Quincenario mensual” de Arequipa
vuelve luego de 22 ediciones “hand made”
a que lo obligó la plaga de coronavirus

 

Después de 22 ediciones hechas a mano, a base de plumones, tinta china y criolla, y con la inspiración enfocada la mayoría de veces en la pandemia del coronavirus -made in China-, El Gallito, ese “quincenario mensual” que suele salir cuando le da la gana, volvió por sus tradicionales fueros y circuló nuevamente ayer en la Blanca Ciudad de su residencia, en pulcra edición offset.

                                  Recibieron El Gallito con alborozo


Como no podía ser de otra manera, suelta en su portada una versión de la frustrada insurrección del problemático Donald Trump, quien para beneficio de la democracia y de la humanidad, se va en seis días más.

                                    Portada de El Gallito dedicada a Trump


El “director, autor, editor, fotógrafo, reportero, publicista y hasta chulillo de mí mismo”, como se autodenomina Álvaro “Lessness” Podestá Cuadros y quien niega ser periodista pero hace un periódico que ya dura 22 años en la Blanca Ciudad de Arequipa, dijo que con 22 ediciones “artesanales” de su creación era suficiente.

Y volvió a las imprentas hechas y derechas de la calle Pizarro y aledañas del centro histórico de Arequipa, para repetir sus viejos pasos y reeditar el ilustre El Gallito, que ya se ha ganado un honorable lugar entre las publicaciones respetables con su nueva edición cuyo número -¡cáigase de sorpresa!- es nada menos que el 559.

Sacándole la lengua a la pandemia

Quienes vieron (vimos) las anteriores 22 ediciones “hand made” de El Gallito, no pudieron menos que sorprenderse de la magia de los dibujos y textos, “para sacarle la lengua a la pandemia y demostrar que cuando se quiere, se puede”, según la declaración de su director.

                                      Recuerdo de 22 ediciones artesanales
 

Álvaro Podestá declara, asimismo, que la ociosidad oficial decretada por los gobiernos -tres en menos de un año- le hizo ver que los lápices de color, los plumones y otros elementos escolares de su hijo Axel, podían tener una finalidad adicional. Y los confiscó.

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“Así, como jugando”, sonríe, “comencé a forzar la mano para dibujar y hacer letras de distintos tamaños, para ejecutar los titulares, los subtítulos y los textos de las notas que se me ocurrieran”.

El éxito no se hizo esperar. Un coleccionista de Lima lo llamó para apoderarse, a cambio de una módica suma de respetables soles, de las dos primeras ediciones de El Gallito artesanal.

                                                  Autoconfesión de El Gallito


Tuvo también sus dificultades para conseguir los habituales auspicios de al pie del Misti y de Lima, la horrible, porque todos eran miembros de un comercio o industria golpeados severamente por la pandemia.

Pero no se desanimó y con los más valientes que no se dejaron atropellar por el coronavirus, fue tirando para adelante hasta lograr que los auspicios fueran llegando -algunos antiguos y otros nuevos- conforme avanzaba la temporada de pandemia.

                                  Hasta detrás del mostrador
 

“Me parece mentira haber llegado a 22 ediciones artesanales y haber mantenido vivo a este El Gallito, a través de los problemas de la pandemia”, dice nostálgico.

Así, casi sin darse cuenta de que el tiempo pasaba inexorable, pasaron los meses y las imprentas cerradas comenzaron también a abrir sus puertas a media pestaña y hoy trabajan a todo dar para recuperar el tiempo y los clientes perdidos o temporalmente ausentes.

                                                   Una pista corta y loca
 

Como siempre, El Gallito es gratuito, “no se vende porque no tiene precio”, según su director, y es colgado, además, en internet para que lo disfruten los internautas de cualquier lugar del mundo.

Entre ellos está, ya usted lo ve, El Gallito, con sus páginas bien puestas, como si no hubiera pasado nada, salvo el correr de las aguas bajo los puentes y de los días de pandemia dando a la gente una experiencia para combatirla y esquivarla, hasta cuando llegue -ojalá sea pronto para todos- la bendición de la vacuna china o desde cualquier lugar del mundo.

(Imágenes de El Gallito)

www.podestaprensa.com

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