Estuvo siete meses en cuarentena
obligado por las medidas dispuestas
por la autoridad frente a la pandemia
Nota del editor – Bernardino Rodríguez
Carpio, periodista de dilatada trayectoria, past presidente de la Federación de Periodistas del Perú (FPP), cumplió como todo buen ciudadano la
cuarentena impuesta por el gobierno como medida de combatir la expansión del
covid-19- En el siguiente artículo -quizá sea lo primero que escribe y se hace
público, salvo en su muro del FB- describe con ojos de primerizo la ciudad que
ve desde el volante de su coche después de siete meses. Disfrutemos su
experiencia.
Rompí mi encierro
Por Bernardino Rodríguez Carpio
Siete meses y poco más de
encierro en casa por voluntad propia, ya resulta pesado.
Uno puede leer, escribir,
trabajar, ver películas en familia, hacer ejercicios, hablar con los amigos y escuchar
más conferencias que antes vía Zoom, pero falta algo vital que empieza a causar
cierta intranquilidad. Respirar el aire de la calle, recrear la vista y tener
esparcimiento.
Bernardino sale de su encierro
Así que no pude más. Aproveché el
sábado (24.10.2020) para romper mi auto arresto domiciliario y, con las
precauciones del caso, me salí a hacer una gestión.
Qué grato resulta estar frente al
timón y recorrer las calles y avenidas, mirando a la gente en su trajín. Todos
tenían tapaboca. La señora del quiosco, el muchacho que ofrece cuidar el carro,
también. Hasta el cieguito que pide una limosna.
Había menos vehículos que antes,
lo que indica que hay gente responsable que no sale en vano. Por ahí vi un
edificio nuevo. El "San Antonio" convertido en tienda comercial.
En la calle todos estaban con mascarillas
Es verdad que han disminuido los
contagios y muertes por el COVI 19. Ayer estuvo en alrededor de 50 el número de
fallecidos a nivel nacional.
Le estamos ganando la batalla a
la pandemia, pero no nos podemos confiar. Hay países donde se ha producido una
segunda ola y otros no.
Eso depende de las acciones del
Gobierno que en verdad ha tenido desaciertos, pero más depende de nosotros.
Cuídense amigos, por favor. No
vale confiarse. Yo salí no solo con el tapaboca. También con la precaución de
guardar distancia social de todo el mundo. y tocar lo menos posible cualquier
cosa.
...y desinfectante por si acaso...
Estaba provisto de mi frasquito
de alcohol gel, que me esperaba en mi fiel “Mitsubishi” para lavarme las manos.
Y, claro, al volver a casa, cambio total de ropa con duchazo de por medio.
Pasará mucho para que vuelva a
salir. Pero he quedado tonificado. Los abrazo.
(Imágenes del autor y de archivo
del blog)
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