fuente de
inspiración para la paz
y la solidaridad entre
los pueblos
La ONU envía su felicitación al
peruano más insigne del siglo XX
Javier
Pérez de Cuéllar, sin duda el peruano más insigne del siglo XX cumple hoy cien
años de existencia y el Perú recuerda su incansable tarea por la paz y la solidaridad
entre los pueblos, desarrollada no solo durante los diez años que fue
Secretario General de las Naciones Unidas, sino a través de su tarea cumplida
desde la diplomacia en su papel de embajador.
El héroe centenario de la diplomacia peruana |
Una
información de la agencia de noticias Andina señala que “el Sistema de las
Naciones Unidas en el Perú saludó a Javier Pérez de Cuéllar, exSecretario General
de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y lo felicitó al cumplir, este 19
de enero, 100 años de vida”.
Destaca
que su “fructífera carrera diplomática”, la década en que fue Secretario General
de las Naciones Unidas (1982-1991), y su “incansable labor por la paz mundial y
la solidaridad entre los pueblos ha sido reconocida en el Perú y en el mundo”.
Fuente de inspiración
El
organismo mundial recuerda que "en el 2020, cuando Naciones Unidas celebra
su 75 aniversario convocando a una conversación global a fin de recoger ideas
para construir el futuro que queremos, el embajador Javier Pérez de Cuéllar
continúa siendo fuente de inspiración para todas aquellas personas y
organizaciones comprometidas con la paz, el desarrollo, los derechos humanos y
los principios de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible".
Con el legendario Nelson Mandela |
El
periodista Emilio Camacho escribió en una entrevista que publicó el
suplemento Domingo del diario La República en 2014, cuando Pérez de
Cuéllar tenía 94 años, que “el embajador que ha decidido
escribir novelas tiene un solo libro en su mesa de trabajo: Cien Años de
Soledad”.
El embajador parecía prever que viviría hasta hoy, pero no en la soledad descrita por García Márquez, sino rodeado del respeto del mundo por su lucha constante en busca de la paz en una humanidad sacudida por las guerras.
Camacho
describe el ambiente: “Detrás de su sillón está una foto en la que aparece
estrechando la mano del papa Juan Pablo II y a su derecha, sobre una pequeña
columna, un revólver al que le han hecho un nudo con su propio cañón, una
reproducción de la escultura No Violencia del artista sueco Carl Frederik”.
Un hombre se le acercaba
Más
adelante le cuenta que temió morir asesinado por un hombre durante una visita
al África.
Juntos por la democracia con Valentín Paniagua |
“El
África siempre fue difícil”, le contó a Camacho, “pero también había una
especie de reconocimiento de que Naciones Unidas era algo extraordinario y de
que yo solo era un mensajero”.
“Eso me
hace acordar de una vez en que yo estaba en un acto oficial en África, no
recuerdo el país”, añadió el embajador.
Luego prosiguió:
“De pronto sale de entre la muchedumbre un hombre vestido de blanco que se
dirige hacia mí. Se puede imaginar el susto de la gente. Decían: “Cómo van a
matar al secretario general en nuestro país”. Pero no, él solo venía a besarme
en la mejilla”.
Una segunda novela
Habló también
de sus novelas.
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“Bueno,
no olvide que tengo 94 años y en enero cumplo 95, tengo algunos vacíos en la
memoria. Mi segunda novela ya está terminada, pero para publicarla tendría que
corregirla, hay que ver algunos personajes que son fruto de mis recuerdos, aquí
sí hay mucho de mis recuerdos.
“¿Y por
qué arriesgarse a publicar a los 94 años?”, le interrogó el periodista.
Pérez de Cuéllar
respondió: “No sé. La novela estaba hecha. Tengo muchas cosas listas a las que
llamo prosa lírica, que son recuerdos de lo que viví a lo largo de los años, en
tantas partes del mundo. Tengo también poesía. Pero yo soy muy autocrítico con
lo que escribo, muy exigente”.
Pérez de
Cuéllar, quien es muy exigente consigo mismo, fue baloteado por un senado en
que el partido Acción Popular tenía mayoría, cuando el entonces presidente
Fernando Belaunde lo propuso como embajador en Brasil.
Desempeñó dos veces un mandato crucial |
Naturalmente
ofendido renunció a la Cancillería y, ¡oh sorpresa y vergüenza para los
congresistas de entonces! ¡Dos semanas después era elegido Secretario General
de las Naciones Unidas!
Un héroe vivo
Quizá
estemos de acuerdo en que no hay héroes vivos, pero hay gente que lo merece,
sobre todo cuando ha tenido la virtud de permanecer entre nosotros con toda
dignidad y modestia. Y más aún, permanece entre nosotros todo un siglo.
Con Margareth Thatcher trata de la guerra de las Malvinas |
Es posible
por eso que el periodista Luis Iparraguirre, haya escrito en Andina que “nuestro
embajador acaba de cumplir 100 años y, pese a que comentó que es impertinente
catalogar de héroe a una persona viva, sabemos que esas palabras caen en saco
roto cuando se habla de los héroes de la diplomacia”.
Porque
Javier Pérez de Cuéllar lo es. Y nos unimos a quienes hoy saludan su centésimo
cumpleaños, como una bendición que la vida suele dar a muy pocas personas que
pueblan este mundo.
Luis Eduardo Podestá
(Imágenes
de Andina y La República)
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