Becerril desafía a
un partido
de fulbito y Arce
pone una caja
de porcelanato
como premio
Se sabe
que la sangre no llegará al río, solo quizá al desagüe de la plaza Bolívar, que
ha sido escenario de un furioso encuentro verbal, cuyo protagonista ha sido el
nunca bien ponderado talentoso comentarista de fútbol y de otras materias y
también polemista sublime, Héctor Becerril, cultor acérrimo del porcelanato
para salas de lujo y confeso discriminador homofóbico y su colega Richard Arce.
Un Becerríl escandalizado |
El
escenario del encuentro ha sido la columna de don Augusto Álvarez Rodrich, que
usted puede leer con deleite desde esta mañana en la página editorial de La
República.
Becerril: “Los homosexuales
tienen todo el derecho a mostrarse su afecto, pero no en lugares públicos. ¿Por
qué no piden de una vez que les den la explanada de Palacio de Gobierno?
Becerril (en busca de la chamba
de Gareca y comenta durante el partido concluido a penales): “Qué espera Gareca
para cambiar a Yotún, cuyos constantes pases errados originan contra golpes
peligrosos”.
Richard
Arce (interviniendo):
“¡Este tipo no le acierta una!, pero no es que sea salado, la verdad es ¿qué
podemos esperar? Si la ignorancia es atrevida y encima llamémosle karma: todo
lo malo que hace en la vida se revierte, ya falta poco, la cárcel lo espera”.
Le plantean premio de una caja de porcelanato |
Arce: “Acepto el reto.
Organiza a tu equipo con los #wachiturros y los #CuellosBlancos, como quieras.
Yo lo haré con mis amigxs #LGTBI. Así, juntos enfrentaremos en la cancha a los
homofóbicos y corruptos. ¿No creo que te acobardes, no? pon hora, lugar y
fecha. Premio: una caja porcelanato”.
Una caja
de chelas que ahora ha subido y solo está al alcance del sueldo de congresista hubiera
sido lo más adecuado, pero en fin… Sigamos asistiendo al diálogo de dos padres
de la patria (¡pobrecita!).
Becerril: “Cobarde como lo
pensé, arrugas cuando de retan de frente, te gusta atacar como los terroristas
escondido tras un tuit, ya entiendo por qué los defiendes, pero te faltó valor
para sacrificarte por lo que crees, pero igual arrugador a ver si te inyectas
andrógenos y aceptas mi reto”.
Alberto
de Belaunde:
(terciando en el diálogo) – “Becerril perdió otra brillante oportunidad de
quedarse callado”.
Concluyo con
una observación sobre los homofóbicos también de Älvarez Rodrich en una columna
anterior:
“La
manifestación del jueves en la Plaza Bolívar se realizó en orden y solo escandalizó
a algunos homofóbicos -expresión frecuente de la represión de los propios
deseos- como el congresista Héctor Becerril que declaró su espanto por ver
a dos hombres besándose, lo cual confirmó a muchos el troglodita que es”.
(Imágenes de
Perú21 y La República)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario