en sus Trece dice que el Congreso
"es la primera chaira del bandidaje"
“Estamos
amenazados. El sistema anticorrupción es el blanco de una mafia que está dispuesta
a todo con tal de desmantelarlo”, denuncia el semanario Hildebrandt en sus
Trece en su edición de ayer viernes (7-12-2018).
En su
nota editorial, César Hildebrandt no se ahorra adjetivos contra el Congreso que
aprueba leyes para aminorar las penas de los corruptos ahora procesados por un
valiente equipo de fiscales y magistrados.
“La mafia
es la infección que trata de invadirlo todo. El sistema anticorrupción es el
auxilio antibiótico que nos mantiene socialmente viables”, señala el semanario
y advierte que “en el mundo de los Hinostroza, los García y los Fujimori, no
hay norma que sobreviva ni límite que no se cruce”.
Luego se
lanza sobre el Congreso: “Y el Congreso es una porquería. Sí, una porquería. No
es el primer poder del estado. Es la primera chaira del bandidaje”.
“Es el
Congreso que protege a Donayre, que expele una ley que rebaja las penas para el
lavado de dinero, que arropa un proyecto para favorecer a Fujimori, el ladrón patriarcal”,
prosigue.
Favorece a ladrones |
Lo
califica: “Es el peor Congreso de las últimas décadas. Cerrarlo y convocar a
elecciones parlamentarias sería una victoria de la prevención sanitaria. ¿o me
van' a decir que la democracia se sostiene en Mamani, Bartra, Velásquez
Quesquén? No me hagan reír. Si la democracia pasara por el Congreso que
tenemos, habría que pensar en la solución romana para periodos de anarquía”.
El Apra en su viejo papel
Toca al
partido aprista: “Y en el mundo del hampa de nuestra política, el Apra vuelve a
su viejo papel. Como cuando mataban militares, cuando escarmentaban a golpes a
sus disidentes, cuando robaban a manos llenas desde el poder apenas lo saborearon”.
Añade que
los apristas “ahora acusan al gobierno de seguimientos maliciosos cuando fueron
ellos quienes pidieron al Ministerio del Interior protección policial para su
líder”.
Declara: “Las
interceptaciones no se hacen desde coches con matrículas oficiales y a la
vista, como bien lo sabe García, amigote de los espías telefónicos que hicieron
estallar el escándalo de los petroaudios. ¿Recuerdas, Alan, cómo fue que desaparecieron
centenares de pruebas del expediente Business Track? ¿Recuerdas cómo los
jueces, tan supremos como impresentables, los que estaban al alcance de tu
bolsillo o tu influencia, te volvieron a salvar?
Por sus propias palabras |
Recuerda
los esfuerzos de Alan García por huir de la justicia: “Uruguay le dijo que no a
este siempre inminente reo. Costa Rica lo mandó a rodar. Su prontuario impidió
la generosidad de Tabaré Vázquez. Y su chaleco favorito salió a decir, después de
derrota tan neta, que García está dispuesto a colaborar con la justicia. ¡Darían
risa si no dieran asco!”.
Advierte
que “el asunto es que ahora vivimos la contraofensiva de la mafia”.
Ley para limpiar a los corruptos
Y describe
que “los que hicieron de la política el estercolero que es hoy van a usar todas
las armas a su alcance ejecutando un plan cuyo objetivo central es fortalecer a
Pedro Chávarry en la Fiscalía de la Nación, sacar a José Domingo Pérez de los casos
Alan García y Keiko Fujimori, cambiar el Tribunal Constitucional llenándolo de
anuentes con rabo de paja, asegurarse de que en la nueva composición del Poder
Judicial regresen algunos de sus cómplices, seguir dando leyes con nombre
propio para atenuar las penas de los delitos perpetrados por sus
"operadores financieros". Mientras tanto, se ganan un sencillo gordo
favoreciendo a los casinos, clientes del estudio Torres y Torres Lara, ¿verdad,
Miguelito?”.
Critica “la
ley sobre el financiamiento ilegal de partidos políticos, aprobada a
trompicones por la banda de delincuentes que se ha apoderado del Congreso2 y
demanda que dicho dispositivo “no puede pasar”.
Porque,
precisa, esa ley “está hecha para que Keiko Fujimori, Alan García y Ollanta
Humala puedan exigir mañana -y así lo harán de ser promulgada- ser juzgados por
"financiamiento ilegal" y no por lavado de activos. La pena menor por
‘financiamiento ilegal’ puede ser, según lo aprobado, de tres años”.
El semanario incluye nota de La República |
“Es decir,
que Keiko Fujimori y Alan García ni siquiera tendrían que pisar una comisaría”,
concluye.
Defender a Pérez y Carhuancho
Declara
luego que “estamos, pues, ante una maquinaria de guerra en la que la mafia que ha
podrido la política se juega la vida. Frente a esto, sólo cabe luchar. Luchar y
apelar al sistema linfático del país para que libremos juntos esta batalla decisiva.
¿Salir a la calle? ¡De eso se trata! ¿Gritar la ira delante del Congreso
hediondo? ¡No estaría mal! ¿Defender a José Domingo Pérez de la avalancha
excrementicia que pretende asustado?¡Eso! ¿Seguir denunciando a Chávarry, amigo
de los cuellos blancos? iExactamente!”.
Hace finalmente
un juego de imaginación:
“¿Se
imaginan qué tipo de ruina seríamos si García saliera, con su séquito, a
decimos por enésima vez que todas las pruebas fueron anuladas, los testimonios
desdichos, los giros andorranos desconocidos?
“¿Se
imaginan qué sería del Perú si Jaime Yoshiyama volviera invicto y nos dijera que
él tuvo que mentir para salvar a su sobrino y que, en efecto, él jamás tuvo que
ver con el financiamiento del fujimorismo?
“¿Se
imaginan a José Domingo Pérez acusado de presiones indebidas, chantaje,
coacción para obtener colaboraciones?
“¿Se
imaginan al juez Concepción Carhuancho acusado de prevarlcato y destituido de
modo humillante?
“¿Se
imaginan al sistema anticorrupción roto en mil pedazos y al señor Chávarry,
sonriente, entrevistado por Cherna Salcedo en la radio?
Y emite
su conclusión ey su invocación: “Yo sí me lo imagino. Y no quisiera seguir
viviendo en un país así de autodestructivo y así de sucio. Hay que pelear con
todas las voces que podamos. Hay que seguir peleando con toda la fuerza de
nuestra indignación”.
(Imágenes
de Hildebrandt en sus Trece y Andina)
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