el
infierno probablemente lo esté
esperando”,
le deseó a Vargas Llosa
Con la
perspicacia que la caracteriza, la presidenta de la Comisión Lava Jato del
Congreso de la República, a la que muchos llaman “Lava Keiko” y “Lava Alan”, ha
reaccionado diabólicamente y anunciado que “el infierno probablemente” ya esté
esperando al premio Nobel de Literatura, don Mario Vargas Llosa.
Seleccionando a los corruptos |
Todo
porque el literato arequipeño dijo en una intervención cultural en el Hay
Festival de Arequipa que es positivo para el Perú que el fujimorismo haya
entrado en crisis.
Vargas
Llosa dijo, según RPP, que "el gran problema de Perú no es que no haya
democracia, sino que es una democracia profundamente corrupta".
Declaró
que la solución no es cerrar el Congreso de mayoría fujimorista, “como demanda
un amplio sector de la población”.
Y luego
recomendó que “hay que elegir mejor a los congresistas. No es posible que
elijamos a congresistas que sean incompetentes y muy poco honestos, y que sea
el Congreso un gran obstáculo para el progreso del país”.
Cerró con
una invocación: “Ojalá en las próximas elecciones no repitamos el error de elegir
a un Congreso fujimorista".
Y eso
parece haber tocado en lo más sensible a la presidenta de Lava Jato, que no tardó
en desearle el infierno al premio Nobel.
RPP añadió que Rosita también dijo que “el Nobel no tiene ‘autoridad moral’ para criticar” y recomendó que Vargas Llosa “repase su historia personal para hablar".
Repasar la historia antes de hablar |
Pero hay
que recordar que el inventor de la corrupción y mal ejemplo que siguen sus
partidarios de hoy, fue el dictador que nos tocó en suerte durante la época del
90.
Vimos,
nadie nos lo contó, la famosa salita del SIN donde los corruptos dueños de televisoras,
magistrados, congresistas, recibían plata a manos y maletines llenos.
Falta de
memoria, Rosita, o esquivar la verdad y la realidad como el informe en minoría
de la Comisión Lava Jato.
Maestro inolvidable de la corrupción |
Quien debe
repasar la historia es la pléyade que hoy está confesando ante un fiscal
valiente y probo y ante un juez a quien no le tiembla la mano para llegar al
final en la lucha contra los corruptos.
Pero
muchos, Rosita, sí recordamos el avión presidencial de Fujimori con cien kilos
de cocaína, un asesor hoy preso haciendo tratos con el narcotraficante
Vaticano, la fuga al Japón con un avión lleno de maletas incautadas en persona
por el dictador acompañado por un fiscal trucho.
Y cuántas
historias verdaderas más, doña Rosita, de aquel régimen que le valió al hoy
refugiado en la clínica japonesa Centenario, el título del séptimo presidente
más corrupto del mundo.
Ahora hay
varios funcionarios que disputan ese galardón, ya no presidencial sino de rango
menor, pero por el mismo delito aprendido de los años 90: la corrupción.
(Imágenes
La República, Youtube, El País)
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