miércoles, 24 de octubre de 2018

¡Bien, me decidí! ¡Aprenderé chino!

Para ello tendré al mejor profesor
del idioma que he conocido cuyas
enseñanzas pretendo difundir (*)

Se trata, sí, señor,
del inmortal Sofocleto

Creo que con el libro Diccionario Chino de Sofocleto -Luis Felipe Ángell en la vida real- es fácil aprender a hablar, mas no a escribir, el idioma de Confucio.

Luis Felipe Ángell, Sofocleto, humorista inmortal 

En verdad, la historia de ese libro de 174 páginas en mis manos estuvo no exenta de lo que parece una aventura bibliográfica.

Lo llevé en un viaje que hice a Arequipa con fines de relajación, para leerlo como postre, poco a poco, quizá una página por día.

Si uno es glotón de la lectura lo lee en un día. Pero corre el peligro de atragantarse y quemar en unas horas lo que puede durar días, con una buena dosificación para la risa que provoca.

Ocurre que ese libro se perdió, lo robaron o lo tomaron prestado y no lo devolvieron, quizá porque el que lo tomó sabía aquello de que “hay dos clases de cojudos en el mundo: los que prestan un libro… y los que lo devuelven”.

No pertenezco a ninguna de las dos clases, por si acaso. Ni lo presté, ni lo regalé. Simplemente desapareció de mi maletín de viaje.

El hecho es que no terminé de leerlo, merced a esa santa dosificación a que me había sometido para reírme un poco muchas veces y no sufrir los excesos de carcajadas en una sola jornada.

Perdido y recuperado

A todos los familiares que querían escucharme les preguntaba si no habían visto un librito de portada amarilla con una caricatura de Sofocleto en kimono rojo que lleva en la parte inferior una leyenda totalmente en mayúsculas.

Aprender chino junto a la almohada

Allí se puede leer: “Único método conocido en el mundo y otros países para hacer un viaje a la China sin moverse del idioma castellano”.

Luego de resignarme a la pérdida o robo o lo que fuera durante unas cuatro semanas de búsqueda infructuosa por todos los rincones, estantes y depósitos de cosas inservibles que se guardan por si pueden servir alguna vez, me propuse buscar un nuevo ejemplar.

Fui a una librería de la avenida Wilson y pregunté a una señora gordita si tenía el Diccionario Chino y me dio un entusiasta “sí, señor”, buscó en un estante y me mostró un libro de 12 centímetros de espesor, porque sí era un diccionario verdadero.

Me disculpé. Le dije que buscaba el Diccionario Chino de Sofocleto y me miró con ojos que maldecía y remató: “No, esos libros no vendo”.




Tiene un monumento en su homenaje en Paita
Bueno. Estaba cerca de Camaná, y me dije aquí lo encuentro. Pregunté en todas las librerías que encontré durante dos hora y cuando estuve tentado a tirar la toalla, me dije entro aquí y si no hay, me voy a Quilca, a la vuelta de la esquina.

No fue necesario. Un señor bajito, con suéter a pesar del calor, sí lo tengo, dijo, buscó en un estante y lo trajo. Me cobró 15 soles, pero me pareció muy cómodo por devolverme la posibilidad de la risa en cómodas entregas de cuatro páginas por día.   

Pues, señor, señora, ese libro será mi maestro de chino. Y le voy a decir por qué.

Palabra de Sofo

El libro de mis desvelos es la segunda edición del Diccionario Chino y, consecuentemente, lleva en sus primeras páginas, una dedicatoria, para Allan -  Byron, los dos hijos que Sofocleto tuvo.

Carlos Hague, de blanco, tercero desde la izquierda
Lo que me parece una imperdonable omisión es no haber colocado en esas páginas el crédito de las ilustraciones. Pertenecen a Carlos Hague, genial intérprete del humor de Sofocleto e ilustrador oficial de todos sus libros. Algunas de ellas ilustran este artículo.

Luego vienen los prólogos, uno a la primera edición y el otro, como ya lo habrá adivinado usted, a la segunda, titulado “Teoría sobre los chinos” que arranca con “Comenzaré diciendo que -en mi opinión- los chinos no existen”.

Pero bien, como el segundo prólogo es bastante extenso, tiene 12 páginas y media en tipo de 10 puntos, es decir 5 219 palabras, le daré a conocer únicamente algunos párrafos que me parecen tiene usted derecho a saber.

Digo increíble, porque sabemos que los chinos existen no solo en muchas esquinas con tiendas, sino en chifas, en las minas de Marcona, en muchos otros lugares y en la China misma.

Sofocleto, profesor de chino 

Bien, luego de decir que los chinos no existen, Sofocleto intenta una rectificación: “Si yo afirmo que los chinos no existen, quiero decir que no existen como tales chinos (esto es, con características raciales propias) sino como un pueblo hereditariamente afectado por una enfermedad -la Fiebre Amarilla- que les pone la epidermis color banana dentro de una gama cromática que va desde el tono Patito-Patito hasta el Yema de Huevo, pasando por todas las variantes del Canario y todas las intensidades de la Hepatitis Crónica”.

Luego enseña cómo distinguir a un japonés de un chino lo que era difícil en tiempos remotos “hasta que el sabio Chau-Sing, descubrió la manera de clasificarlos con el auxilio de la palabra ‘perro’. Chino que decía ‘pero’, era japonés. Y japonés que decía ‘pelo’, era chino”.

Refiere también que “hace cuarenta años usted preguntaba qué producía China y le contestaban "arroz". Hoy pregunta usted lo mismo y le responderán que China produce insomnio, porque nadie duerme, pensando que los chinos están despiertos. y lo grave es que no se trata de un Insomnio para el consumo interno, derivado de la preocupación secular a que nos referíamos antes, sino de un Insomnio para la Exportación elaborado con el evidente propósito imperialista de hacemos chinos, en el menos literario y más amarillo sentido de la palabra”.

Acentúa: “Dialécticamente, la explicación es muy sencilla: Angustian al mundo, producen insomnio, se nos caen los párpados, se oblicúan los ojos... y dentro de cien años, ¡Todos chinos!”.

Proclama: “Después, en vez de propagar el marxismo propagarán la Fiebre
Amarilla, repartiendo mosquitos a domicilio y zancudos por correspondencia”.

Advierte: “Por último, cuando blancos, negros, cobrizos y aceitunados estén convertidos en chinos sui generis, de mirada-almendra, nos harían enflaquecer a base de arroz y tendríamos que aprender chino a base de palos”.

Por eso es que habrá que inclinar a mucha gente, a aprender chino con un libro y no a palos como pronostica el profesor Sofocleto.

Algunas palabras para comenzar

¡Comienzan las clases con la letra A!
Para no desilusionarlo y proporcionarle una pequeña muestra de cuán fácil es aprender chino con las sabias enseñanza del profesor Sofocleto, les entrego algunas muestras recogidas al azar pero conservando el orden del alfabeto castellano como lo exige un texto que se respeta como el Diccionario que motiva esta nota.

A

Anastasia - En medicina. Elemento que insensibiliza al paciente, permitiendo que el chino sea operado sin dolor.

Aceitunada - Rotunda afirmación del chino que se niega a recibir algo por dignidad, desinterés o principios.

Alojado: Cuando al chino lo echan 

Anal – Relativo al año corriente o a uno determinado. Recuerdo de las actividades realizadas durante el año.

Azotada – Persona atemorizada, nerviosa, en trance de esperar un acontecimiento dañino. Se dice de quienes experimentan miedo.

Abeto – Nombre de varón.

Alimaña – País de Europa cuya capital es Berlín.

B

Beso – Composición poética.

Blindo – Levanto mi copa y rindo homenaje a quien lo merece.

Balompié – Advertencia oriental y filosófica de que algo se va a romper si no se tiene cuidado.

Boliviano – Que voy ligero de peso y sin cansancio. Aligerado, sin mayor carga.

Buceo – Deporte para chinos ágiles y fuertes, que se practica en el ring y con guantes.

C

Columpia – País latinoamericano cuya capital es Bogotá.

Celo – Signo aritmético sin valor a la izquierda.

Celda – Hembra del chancho.

Contigo – Se aplica a los alimentos elaborados con cereales, y principalmente hechos a base de trigo, como el pan.

Culo – Que no está cocido.

Colina – Chino que proporciona alivio a sus riñones, descargando la vejiga al pie del bambú más próximo.

CH

Checo – Término con que, vulgarmente, los chinos asignan a la persona de piernas torcidas.

Chimenea – Se mueve rítmicamente. Aplícase en especial a las bailarinas chinas cuando mueven las caderas.

Cholo: agua a muy alta presión

Chaco – Agua estancada por acción de la lluvia o los desbordes.

Chile – Cosa o actitud vulgar, sin calidad y barata.

Chala – Disertación breve. Exposición ligera planteada a la manera de caleidoscopio sobre un tema cualquiera.

D

Deudo – Cada una de las cinco partes (con uñas) en que se divide la
mano del chino.

Dilecto – Que va por el camino más corto, sin intermediarios o circunloquios.

Damisela – Que me proporciona un poco de cera.

Dodecágono – Lugar donde el chino acude para cumplir sus necesidades fisiológicas.

Diploma – Que está construido con plomo o que tiene el color de ese metal pesado.

E

Ensalada – Prisionera de alguien, sin posibilidades de abandonar el encierro. China que sufre prisión.

Entenado – Dícese de la persona que ha recibido entrenamiento especial. También se aplica a los animales de circo, a los perros policías, etc.

Estofado – Chino que ha sido víctima de un engaño, extorsión o estafa cualquiera.

Ebonita – Que es muy agradable y atractiva a la vista del chino. También se emplea como exclamación romántica.

Estaño: Raro

Espeso – Nombre de un periódico limeño.

Entusiasta – Término que se refiere a hechos ocurridos mientras dormías después de almuerzo.

F

Fámula – Cifra o código que permite la reproducción en laboratorio de un compuesto señalado a ella. Se emplea generalmente a medicamentos.

Flaco – Recipiente de vidrio principalmente, que sirve para contener líquidos.

Foja – Desganada, haragana. Mujer que no le tiene afición alguna al trabajo.

Falsa – Pieza teatral del género cómico.

Fosil – Asunto sencillo, que no ofrece mayor dificultad al chino encargado de realizarlo.

G

Gila – Que da vueltas en torno de algo o de sí mismo.

Gatito – Producido o expedido a título gracioso, libre de impuesto o pago. Beneficio que recibimos sin dar nada en cambio.

Glande – De dimensión superior a la normal o mediana. Destacado por su tamaño.

Galicia – Muestra de afecto o cariño que le hace el chino a la persona amada por él.

Galeote – Trozo de madera, piedra u otros materiales que sirven para que un chino le rompa la cabeza a otro.

Ganada – Bellísima ciudad fundada por los árabes en España, hace siglos.

H

Hostia – País europeo cuya capital es Viena.

Hincapié – Callosidad en las extremidades inferiores que produce gran olor la caminar.

Hipnotizable – Que sabe cantar perfectamente el himno. A los chinos les gusta mucho cantar con las muelas de atrás.

Fado: Bulto pesado

Hacendados – Dícese de los chinos que se dedican a la fabricación de dados para el juego.

Hueso – Vocablo chino que se usa para hacer referencia al paisano demasiado godo y pesado.

Holgazana – Frase de contento con la que el chino expresa que Olga se ha recuperado de su malestar o dolencia.

I

Ínfula – Échale aire a la llanta desinflada para que tu vehículo pueda caminar.

Ilegal – Conducir el agua por medios artificiales a un terreno que carece de ella, para hacer posible el cultivo.

Italiano – Dícese del chino que, por haber comido en demasía, está que no puede con un bocado más.

Inglesa – Que entra, que se introduce en algún lugar. Que hace su ingreso en determinado sitio.

Insecto – Pasión monstruosa del hijo por la madre o viceversa de la que se ocupa en varias piezas el teatro griego.

J

Jugado – Tribunal donde se aplican las leyes.

Jabón – País asiático compuesto por cinco mil islas y gobernado por el emperador Hiroíto.

Juego – Combustión de algún cuerpo que arde en llamas. También se emplea como grito de alarma en caso de incendio.

L

Lacónica – Antiguo periódico que aparecía con tres ediciones en Lima. Muy leído por los chinos por sus cuentos.

Lobito – Célebre conjunto musical inglés, ahora disuelto, de gente joven, uno de cuyos miembros se llamaba Ringo Star.

Liliputiense – Referencia indiscreta a una cierta señorita Lily, que se ha dedicado a la mala vida.

Hinojo: Cólera, indignación

Losiento – Número que sigue al ciento noventa y nueve, antecediendo al doscientos uno.

Limpieza – Que el chino leda comienzo a algo.

M

Meditabunda – Se dice del chino o china que posee una abundante cantidad de medias.

Mazo – Tercer mes del año calendario.

Mente – Número que sigue al diecinueve y precede al veintiuno.

Monosilábico – Conveniencia de ir a ver si el mono está con el mal de rabia o no.

Muelo – Exclamación con la que el chino anuncia que está a punto de abandonar este mundo.

Manoplado – Nombre y apellido de un expresidente del Perú caracterizado por su afición a las condecoraciones y las fotos.

Mago – Exclamación desesperada y urgente del chino que no encuentra un excusado a la mano.

N

Nicotina – Dícese del chino cuyas dificultades económicas son tan grandes que ni siquiera tiene cortinas en su casa.

Novela – Que no hay una sola vela con qué alumbrarse en caso de producirse un apagón o emergencia.

Natalicia – Palabra con la que el chino informa que Alicia no se encuentra allí donde se le busca sino en alguna otra parte.

Niego – Color opuesto al blanco. Término chino para señalar a los individuos de raza africana.

Noctámbulo – Que no está el burro por ninguna pare. Exclamación del chino desconcertado al descubrir la desaparición del asno.

O

Onza – Número que sigue a la decena.

Obligado – Chino protegido del frío mediante el calor artificial que dan las piezas de un abrigo.

Juego: cuerpo en llamas

Olía – Expresidente del Perú que gobernó durante ocho años y se distinguió por su afecto hacia los chinos.

Omega – Animalito muy pequeño, aficionado al dulce y la miel, que vive en grandes colonias. Algunas pican y son venenosas.

Otomano – Esa no, sino la otra mano.

Oneto – Honrado, veraz, sincero consigo mismo. Dícese de quienes son incapaces de cometer un acto inmoral.

P

Pelada – Canallada, mala acción, hecho propio de perros que comete un chino en detrimento de otro.

Petisa – Dícese de la mujer que escribe poemas.


Pelado – Dignatario de la iglesia católica.

Patón – Amo, señor., Dícese del que manda en una entidad organización o casa.

Pedestal – Que el chino puede seguir allí donde está. Que no molesta o infringe ninguna disposición. Que no interrumpe.

Q

Quincha – Circunstancia, factor o acción que dilata alguna parte del cuerpo del chino. Un golpe o una muela, por ejemplo. También se refiere al chino cargoso.

Quincena - ¿Quién se queda a cenar? Invitación china que se hace a todos los presentes en la casa.

Quema – parte grasosa de la leche en reposo.

Quincalla – El que se queda callado,

Quito – Dícese del chino que permanece inmóvil, impasible. Que no hace el menor gesto. Por extensión se aplica también al chino muerto.

S

Seto – Lugar, en el orden correlativo que sucede al quinto.

Siza – Bello país turístico de Europa, cuya capital, Berna, está considerada como el centro de la banca mundial.

Somalía – Perdía la vida, estaba en trance de morirse, agonizaba. Dícese del chino que se iba al otro mundo.

Simpleza – Que la sopa o caldo ha venido sin su correspondiente presa de carne. Los chinos la usan como protesta.

Sensata – Que se engancha en un mal negocio o está a puno de ser ensartado por alguien.

T

Tolete – Nombre que se aplica al toro menos de dos años o al que está en vías de aparearse.

Malaca: instrumento musical

Tío – Conjunto de tres personas dedicadas simultáneamente a la misma actividad, sea esta musical, profesional o técnica.

Telepatía – Te daba alguna cosa que estaba repartiendo entre los demás chinos.

Tecleo – Doy fe a lo que dices o haces. No dudo de tus palabras.

U

Ungüento – En literatura, una historia corta que se relata o describe. Cuando es chino ya no se trata de literatura sino de estafa. También se usa mucho en política.

Una – Ánfora donde se depositan los votos en las elecciones.

Ulano – Planeta del sistema solar.

V

Valva – Pilosidad crecida en torno a la mandíbula inferior.

Vigilia – Famoso poeta italiano que, junto con Horacio, preside la lírica clásica de su país.

Vejancón – Dícese dl chino que, por una razón u otra, prepara viaje con destino a Ancón.

Venezolano – Palabra con que el chino anuncia que se está aproximando un serrano al lugar donde él se encuentra.

Viena – Día de la semana que sucede al jueves y antecede al sábado. Los chinos sí comen pescado en esa fecha.

Z

Zonzón – Gigante formidable cuya fuerza, según la Biblia, residía en el largo de sus cabellos. Traicionado por Dalila.

Zalamea – Chino que groseramente, realiza una función fisiológica en la sala de la casa.

Zanjón – Discípulo predilecto de Jesús.

Onomatopeya: Uno me atropella

Zeta – Dícese de una hermandad religiosa o política, principalmente oriental, con ritos y prácticas secretas.

Se observará que el Diccionario omite las palabras comenzadas con K, R, Y y X, probablemente porque tampoco existen en la pronunciación china. En todo caso, habría que recurrir a un profesor de la lengua para que dé una explicación.  

Espero que estas pocas palabras lo insten a comprar el libro y lo inclinen al aprendizaje del sabroso idioma, “sin moverse del castellano” como señala el desaparecido e incomparable don Sofo. (Luis Eduardo Podestá).


(*) Advertencia. Leer este artículo no le dejará ningún provecho. Pero si llegó hasta el final -sí, lo creo- habrá rendido un homenaje a la memoria de ese gran escritor y periodista, considerado con justicia el más grande humorista de habla hispana del siglo XX y quizá también del XXI si no surge alguien con su imaginación y ganas de difundir lo que se le ocurría. Gracias por esta lectura. Que le aproveche.

(Imágenes de Carlos Hague, publicadas en el libro Diccionario Chino de Sofocleto y MundoCómic)

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