Se trataba de una roca de
dos metros de diámetro
Un pequeño asteroide, al que los astrónomos han bautizado como 2018 LA fue localizado el sábado 2 de junio y pocas horas después de dejar una estela de fuego en el espacio iluminaba amplia franja del suelo en el sur de África.
Localizado sobre el horizonte |
Un informe del diario El País de España, escrito por su
redactora científica Teresa Guerrero, describe al asteroide como un cuerpo de
dos metros de diámetro que “se desintegró el 2 de junio en el sur de África”.
Añadió que la roca espacial fue descubierta por el observatorio
Catalina Sky Survey de Tucson, Arizona, Estados Unidos, que “se desintegró el 2
de junio en el sur de África”.
Escribe seguidamente que el 2018 LA dejó a su paso “una
estela de fuego que pudo ser observada desde Botswana”.
“Las estimaciones realizadas durante la mañana del sábado,
antes de que alcanzara nuestro planeta, apuntaban a que podía caer en una
amplia franja geográfica que abarcaba el sur de África, el Océano Índico y
Nueva Guinea”, destacó la nota del diario español.
No se alarmó a la gente
Advirtió luego que “se mandaron notificaciones a otros
observatorios para que pudieran captar el impacto, (pero) no se emitieron
alarmas para la población pues se consideró que debido a su pequeño tamaño no
entrañaba riesgos”.
Dicen que no tocó tierra |
“Finalmente, la roca atravesó la atmósfera terrestre a una
velocidad de 17 kilómetros por segundo hasta que desintegró en el cielo en el
sur de África, a varios kilómetros de la superficie terrestre, a las 18.44
(hora local en Botswana”, dijo el diario.
Anotó, asimismo, que “la bola de fuego pudo ser grabada
por una webcam y observada por numerosos testigos en ese país africano”.
"Este objeto era mucho más pequeño que los que
tenemos que monitorizar y sobre los que emitimos alertas, pero nos ha permitido
ensayar nuestras capacidades y evaluar si los modelos que utilizamos para
predecir con antelación impactos de asteroides son adecuados para actuar ante
objetos más grandes", explica Lindley Johnson, investigadora del programa
de Defensa Planetaria de la NASA, citada por Teresa Guerrero.
Es el tercero desde 2008
Este es el tercer asteroide que los astrónomos descubren “cuando
ya se encuentra en su trayectoria hacia la Tierra, y la segunda ocasión en que
la alta probabilidad de impacto de una roca espacial se predice con varias
horas de antelación”.
Una luz al nivel del desierto |
Guerrero subrayó que así lo explicó “Paul Chodas, jefe del
Centro de Estudios de los Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en
inglés), en el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA”.
“El primero fue el asteroide 2008 TC3, de cuatro metros de
diámetro, que hizo explosión en el cielo de Sudán el 8 de octubre de 2008.
Había sido descubierto 19 horas antes de su entrada en la atmósfera, lo que
permitió estimar con más precisión su posible trayectoria”, refirió el científico.
“La segunda roca detectada antes de que impactara fue
denominada 2014 AA e hizo explosión en el Océano Atlántico el 1 de enero de
2014, en esta ocasión pocas horas después de ser descubierta con los
telescopios”, declaró.
Gran parte del horizonte iluminado |
Guerrero afirmó, asimismo, que “según datos de la NASA, se
conocen más de 15.000 NEO u objetos cercanos a la Tierra. En promedio, se
descubren 30 objetos nuevos cada semana”.
Botswana, república situada al sur de África, no tiene
salida al mar, y limita al sur y sureste con Sudáfrica, con Namibia al oeste y
al norte, con Zimbabue al noreste y al norte con Zambia.
La mayor parte de sus 600.370 kilómetros cuadrados, está
ocupada por el desierto de Kalahari. Tiene poco más de dos millones de
habitantes.
Un país con escasa población |
“Geográficamente el país se extiende sobre terreno llano,
con un 70 % de su superficie cubierta por el desierto de Kalahari” y “ocupa el
puesto 48 entre los países del mundo por su superficie”, indica Wikipedia.
(Imágenes captura de video difundido
por El País – mapa de Wikipedia)
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