igualar
el salario de las
mujeres
con el de los hombres
A trabajo
igual, igual salario
Señor
Presidente:
Puede
que me llamen intruso, que me digan que dejé de ser trabajador hace años y que
vivo de mis rentas -pensión de 580 soles-, que le deje este asunto a los
expertos, pero no puedo dejar de ser peruano, y en esta virtud, le reclamo,
señor Presidente, que ponga al Perú al nivel de un país del primer mundo e
iguale el salario de nuestras mujeres con el de los hombres.
Igual salario para igual trabajo |
A la
fecha, Islandia, se ha erigido en el único y primer país del mundo que consagró
una ley que iguala los salarios de las mujeres con los de los hombres.
Un
despacho noticioso informaba, señor, que desde el último año nuevo, Islandia “se
convirtió en la primera nación del mundo en legislar que pagar a una mujer
menos que un hombre es ilegal”.
Decía,
además, que “la nueva ley establece que es ilegal que los empleadores paguen
más a los trabajadores masculinos y exige que las empresas de 25 empleados o
más demuestren que pagan a hombres y mujeres por igual cuando se realicen las
mismas tareas”.
Es
decir, a igual trabajo, igual salario por ser de justicia, ¿verdad?
La ley
islandesa amenaza a las empresas con multas “si no pueden probar que los
hombres y las mujeres reciben el mismo salario cuando desempeñen el mismo
trabajo”.
Cifras iguales: mujeres y hombres |
Para el
2020, señor, habrá 16 millones de hombres y una cifra igual de mujeres, pocos
miles más o pocos miles menos, pero la diferencia será mínima, justo menos de un
año antes de que usted entregue la banda presidencial a quien resulte elegido.
Y sería
un obsequio no desprovisto de justicia y de obligación social, que para el
bicentenario de nuestra independencia, el área femenina de nuestra patria, llegue
con una conquista que usted, señor, le otorgó para acabar de discriminación laboral
de sexo.
No sabe
cuánto se lo va a agradecer esa mitad femenina de peruanos, el trato igualitario
que se le conceda, lo cual, considero, será también un factor que acabe con
otras desigualdades y con el malentendido machismo en cuyo nombre se cometen
tantos crímenes.
Un salario que se acaba antes |
Se lo
agradecerá porque hoy 1 de Mayo, Día del Trabajo, se habrá terminado para siempre
esa discriminación de la cual tanto hablamos y escribimos y somos reacios en
cumplir.
Dirán
quién soy yo, modesto artesano de la pluma, como diría un inspirado colega
alguna vez, para meter las narices en un asunto de Estado, del cual solo deben
(¿?) ocuparse los que calientan una curul o quienes tienen el fajín ministerial
en la cintura.
Lo hago
porque desciendo de una madre trabajadora que ya no se encuentra en este mundo
y cuyos desvelos por darles pan y educación a sus hijos eran su destino
cotidiano.
Lo hago
también porque soy padre y abuelo de mujeres que trabajan y estudian, pariente,
amigo y colega de otras decenas de mujeres para todas las cuales deseo un Perú
sin discriminaciones de género ni de trabajo, y con pleno derecho al bienestar.
Con los
sentimientos de mi más alta consideración.
Luis
Eduardo Podestá Núñez
Periodista
(Imágenes referenciales de Internet)
www.podestaprensa.com
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