Queda
al descubierto coartada
de Francisco
al disponer
la
intervención del Sodalicio
El
gobierno de don Pedro Pablo Kuczynski (PPK) decidió no garantizar, lo que equivale
a prohibir, demostraciones de protesta mientras dure la presencia del papa
Francisco en el Perú, según declaró el ministro del Interior, Vicente Romero.
Lo que el gobierno no quiere que se vea |
Enfático,
Romero dijo que "no se van a otorgar garantías para marchas y
movilizaciones durante los días de visita del Santo Padre” y “estaremos muy atentos
a aquellas personas que no cumplan este ordenamiento".
Reconoció
que la protesta pacífica es un derecho constitucional, pero puso el parche
enseguida al indicar que puede suspenderse “por el artículo 2 de la propia
Carta Magna”.
El
gobierno que acaba de indultar a un asesino y ladrón condenado a 25 años de
cárcel por crímenes atroces, y que desairó a las víctimas del criminal
indultado, cree ingenuamente que el papa no sabe lo que todos sabemos sobre el
indulto trucho.
Una tribuna para las víctimas |
Pero
felizmente quienes se sientan afectados por el silencio en las calles, tienen
abiertas las protestas y el reclamo de castigo a los culpables de pedofilia,
que son muchos, a través de las columnas de los medios de comunicación.
La coartada de Francisco
De ese
modo, queda en evidencia la coartada del papa, al disponer la intervención del
antro de pedófilos denominado Sodalicio de la Vida Cristiana, orientada a
aplacar las iras de las víctimas que reclaman su clausura y la entrega de su
fundador Luis Fernando Figari a las autoridades judiciales.
Tampoco
hay que darle mucho crédito a ese “siento dolor y vergüenza” pronunciado en
Chile, porque ayer mismo defendió al obispo Barros, denunciado como encubridor
del famoso cura pedófilo Fernando Karadima y exclamó molesto: “¡Calumnias!”.
Le dijeron verdades en Chile |
Menos,
que se sepa, envió a los tribunales, como lo recuerda la periodista Gabriela
Wiener, a ninguno de los denunciados por 80 casos de pedofilia en Chile.
“Aquí
le espera la última cena con el enfermo terminal imaginario, el traidor PPJudas
y la reconciliación de pacotilla, que su presencia ayudará a santificar”,
comentó en La República.
“El
caso del Sodalicio”, explicó por su lado a La República la activista Anna
Barret-Doyle, “es similar a lo que pasa en todo el globo, y la Iglesia lo
sabe”.
“Con
ella coinciden otros activistas, como el excura mexicano Alberto Athié, quien
dejó el sacerdocio cuando comprobó que la Iglesia oculta casos de pederastia,
según relató ayer durante un conversatorio convocado por la organización
defensa de los derechos sexuales Promsex y Lamula.pe en Lima”.
Athié
dijo que “hay una inmensidad de casos de abuso sexual en América Latina. La
iglesia manda a esta región y al África a sacerdotes perseguidos en Europa y
Estados Unidos por delitos sexuales. Los niños pobres y marginados son abusados
y difícilmente pueden hacer la denuncia”, agregó.
¡No es para reírse, Francisco! |
Todo
esto es lo que el representante de Cristo en la Tierra no quiere ver.
Pero si
nos permitimos el beneficio de la duda, “el papa Francisco ha enfatizado, una y
otra vez, que la justicia y el respeto por los derechos humanos son las bases
de la reconciliación”.
“El
proceso de construir la paz y la reconciliación nacional es arduo”, dijo en
Myanmar en noviembre de 2017, “y solo puede progresar si existe un compromiso
con la justicia y el respeto a los derechos humanos”.
Esperemos
que una posición similar sea adoptada en el Perú, escenario de decenas de
abusos cometidos por los “ministros” de la iglesia y que el papa debe honrar lo
que dijo ante el de Albania: “Nadie puede disfrazarse en la armadura de Dios
cuando planifica e implementa actos de violencia y opresión”.
(Imágenes
captura de videos de canales de TV de Lima y archivo)
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