La periodista
Maritza Espinoza,
pone el
dedo en una llaga que
supura el
Perú de nuestros días
Nota
del editor – El siguiente artículo de la respetada periodista Maritza Espinoza
Huerta, fue publicado esta mañana en el suplemento Domingo del diario La República
y me permito reproducirlo porque pone el dedo en la llaga de lo que hoy le toca vivir
al Perú. Debemos recordar por qué el exdictador japonés fue calificado -honor
de horrores- como el séptimo presidente más corrupto del mundo, algo que debe ponernos
en guardia en cuanto a las cualidades morales de sus sucesores que van en
camino a repetir el plato de los funestos años 90 si no nos oponemos con las
armas que tenemos a nuestro alcance, a que aquella historia se repita. Luis Eduardo Podestá.
La autora |
Moralistas
de última hora
Por Maritza
Espinoza
Sí, ya
lo sabemos. Tú eres de aquellos esclarecidos que nunca votaron por el mal
menor, que siempre supieron todo lo que sucedería (incluso, oh prodigio, antes
de que Odebrecht comenzara a operar en el Perú), que piensa que todos son
igualititos de corruptos y que ahora quiere que todos se vayan juntitos al
cuerno para que por fin se limpie la política de tanta podredumbre.
El producto de los 90s - Carlín en La República |
Lo
sabemos. Pero también sabemos un pequeño detalle: casi siempre que chillas
contra la corrupción, jamás le pones énfasis a la que se levantó al país en
peso durante diez infames años o, peor aún, te empeñas en intentar demostrar
que aquello no fue corrupción, sino tan sólo el precio que tuvimos que pagar
por la “pacificación”, mientras que los corruptos de ahora son poco menos que
"chaposguzmanes" disfrazados de demócratas.
Tratas
de disimularlo, pero se te ve el fustán, aunque siempre comiences tus peroratas
diciendo "no soy fujimorista, pero…". Sobredimensionas las faltas de
todos los otros con tal de pasarlos en el mismo rasero y, por supuesto, le
saltas a la yugular a todo aquel que ose decir que la maquinaria de corrupción
que armó el gobierno de Fujimori y Montesinos –porque ambos gobernaron, no lo
olvides– fue tan grande e infecto, que cualquier otra corruptela se queda
chiquita, por muchos millones que haya en danza.
Y que
quede claro (porque siempre juegas a la confusión en este asunto), nadie
insinúa que la corrupción de unos sea más aceptable o menos grave que la de
otros. Todos los sospechosos deber ser investigados, llámense AG, llámense
Keiko, llámense Humala, llámense Villarán o llámense PPK. Y si son hallados
culpables –a través de un debido proceso, no con la pantomima que han armado
tus chicos de la mototaxi– deben ser severamente castigados, como lo fue el hoy
preso en la Diroes.
Juzgadores de nuevo cuño- Carlín en La República |
Pero de
allí a avalar todo lo que ocurrió en el período del fujimontesinismo y
convertirse en el Torquemada de los corruptos de hoy hay un trecho inmenso,
porque aquella fue una maquinaria creada para corromper, pisotear derechos
humanos, violar instituciones y perpetrar cualquier trapisonda con tal de
asegurarse el poder y llenarse los bolsillos de plata, mientras los que
Odebrecht corrompió –que lo hizo– fueron individuos codiciosos que traicionaron
el mandato popular por un (suculento) plato de lentejas.
¡Incapacidad
moral!, gritas, como si aquellos que hoy quieren vacar al presidente fueran
todos unos santos varones cuando casi no hay uno que no tenga su atestado y
como si sus expedientes en el Poder Judicial no fueran un muestrario de todos
los delitos del Código Penal.
¿Es
culpable PPK? Los indicios son muchos y debe investigársele (merece un proceso
limpio, no una vendetta como la del viernes), pero causa gracia que tú y tus
congéneres se rasguen las vestiduras, cuando al lado de lo ocurrido en el
decenio infame, y después de la cantidad de dinero que se levantaron, no sólo
PPK, sino el hoy preso Humala y el fugado Toledo son casi unos pájaros
fruteros.
¿Quieres
vacar a PPK por mentir? ¿Te imaginas cuántas veces hubiera tenido que ser
vacado por incapacidad moral el hombre del bacalao?
Pero te tragaste sus
cuentos sin asco y también el hecho de que le regalara quince millones verdes a
Montesinos para que se fugara bien lejos cuando les cayó la quincha y que,
luego, los devolviera sin explicar de dónde podía tener tanto dinero un
presidente que ganaba dos mil soles mensuales.
También, por cierto, te pareció
de lo más natural que, con sus dos mil soles, pudiera gastarse un millón en
educar a sus hijos en Boston.
Quería allanamiento anunciado - Carlín en La República |
Ahora
eres el que más grita contra la terrible corrupción reinante y quieres entregar
en bandeja al país en manos de los facinerosos que han hecho lo posible por
promover la ingobernabilidad y que han blindado a cuanto corrupto ha asomado en
sus filas, comenzando por el indescriptible Joaquín Ramírez, investigado por la
DEA, nada menos.
Te escandalizas por los dichos de Marcelo Odebrecht, que valen
sólo cuando echa a los otros, pero no a la lideresa del partido de tus amores.
Miras la paja en el ojo ajeno y ni pestañeas con la tremenda viga que crece en
el tuyo.
Bueno,
pues, es hora de que sepas que, en este momento, todos estamos asqueados con la
podredumbre de nuestra clase política, pero, lo siento, también con la tremenda
con... ciencia que te manejas.
Casi
siempre que chillas contra la corrupción, jamás le metes énfasis a la que se
levantó al país en peso durante diez infames años...” (Maritza Espinoza)
(Imágenes
de Carlín en La República)
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