miércoles, 15 de noviembre de 2017

Confieso que he bebido… buena cerveza

Múnich tiene centenarias
cervecerías que conservan
su viejo nombre y tradición

¡Y hoy celebraremos el triunfo de nuestra
Selección de Fútbol con cerveza nacional!

La ciudad de Múnich (Munjen según la pronunciación alemana), la rica capital del estado de Baviera, tiene una vieja historia cervecera, cuya máxima tradición es el Oktoberfest o “fiesta de octubre” que comienza a fines de setiembre y concluye el 3 de octubre.

Oktober internacional: australiana, alemán, mexicana, peruano
En las dos semanas que dura esta mejor llamada “fiesta de la cerveza”, hay licencia para beber, como ya lo dije alguna vez y para deshinibirse en cualquier idioma, en la docena de gigantescas carpas para alojar a los propios y a los visitantes.

Y allí fuimos Beatriz, su esposo Erik y yo a dar cuenta de grandes mazos de cerveza blanca. bajo una carpa de la Hofbräuhaus, tan enorme como un estadio de fútbol, y nos reunimos en una sola mesa con visitantes provenientes de Australia, Colombia, México y muniqueses que acogen al visitante como si lo conocieran de muchos años atrás.

Y en tiempos normales no se puede pasar por alto el hecho de que los muniqueses contagien su afición por la cerveza a los visitantes, muy pocos de los cuales se libran de beber, por lo menos un litro del espumoso líquido dorado en alguno de los numerosos bares de la ciudad.

Propios y foráneos en una carpa gigante
En mis dos meses de vacaciones visité algunas veces los lugares que se mencionan aquí, excepto la Bürgerbräukeller porque ya no existe pero merece recordarse como lugar histórico.

La cervecería estrella

Merece el primer lugar la Hofbräuhaus, a pocos pasos de la Marienplatz, el corazón turístico y comercial de Múnich, cuya historia comenzó en 1589 y a la que el portal CivitatisMúnich llama “la cervecería estrella de Múnich” convertida, según la misma fuente en “una de las más famosas del mundo”.

En sus orígenes, la Hofbräuhaus fue una fábrica que “abastecía a la familia Wittelsbach”.

Al compás de música bávara 
“En 1828 la fábrica fue trasladada y la cervecería abrió al público por decreto” y “se convirtió en el centro de la vida pública y política de Múnich”.

Civitatis dice que entre los importantes personajes que pasaron por ella como clientes asiduos estuvo nada menos que Vladimir Ilich Lenin, el prohombre de la Revolución Rusa.

Hoy en día, pasan por la Hofbräuhaus más de 35 000 personas que se beben, como mínimo, un litro de cerveza por cráneo.

Tiene una banda de músicos permanente, que pasa unas horas en el estrado del salón principal del primer piso y luego se traslada a los jardines para continuar su sesión musical.

Agustine: Tradición de cinco estrellas
Otra famosa y antigua cervecería de Múnich es la Agustine Bräu München, fundada en 1328, por los monjes agustinos, como se puede colegir, y que ahora tiene un enorme restaurante y jardín de la cerveza a todo lujo en el centro de la ciudad.

La cervecería del “putsch” de Hitler

Otra famosa y enorme cervecería con capacidad para 1830 comensales, fue la Bürgerbräukeller y de la que no se puede dejar de hablar por su importancia histórica.

La Bürgerbräukeller fue escogida por Hitler para organizar su partido y lanzar desde allí su fallido “putsch” de 1923.

Aquí nació el nazismo
Fundada en 1885, era quizá la más grande cervecería de Múnich de la compañía Bürgerliches Brauhaus que se fusionó después con la Löwenbräu, según informe histórico de Wikipedia.

La Löwenbrär hasta ahora existe y se puede consumir su producción en numerosos establecimientos de Lima, caracterizada por una botella de etiqueta azul.

El informe dice que “desde allí Adolf Hitler lanzó su “putsch” de Múnich o Putsch de la Cervecería y marchó hacia la Feldherrnhalle -hoy conocida como Odeonplatz- en 1923.  

Punto de reunión  de las huestes de Hitler
También en esa cervecería, añade Wikipedia, “el 8 de noviembre de 1939, Hitler escapó milagrosamente de un intento de asesinato. Siete personas murieron y 63 fueron heridas por la explosión de una bomba”.

“Pero Hitler escapó sin lesiones ya que había abandonado la reunión minutos antes. El autor del atentado, Georg Elser, fue ejecutado en el Campo de concentración de Dachau el 9 de abril de 1945”, prosigue el informe.

“La estructura de la cervecería fue seriamente dañada en el momento del intento de asesinato y nunca fue reconstruida”, refiere Wikipedia, pero “Hitler regresó el 8 de noviembre de 1942 a dar un nuevo discurso”.

Ahora es un apacible lugar custodiados por dos leones
“El local estaba localizado en la calle Rosenheimer, en el barrio de Haidhausen, hoy entre el centro cultural Gasteig y el Hotel City Hilton. Hoy en el lugar hay una placa memorial dedicada a Georg Elser”, concluye.

El fresco Viktualienmarkt

Hay también un concurrido jardín de la cerveza en el corazón de Múnich, el Viktualienmarkt que los comensales llenan totalmente todos los días.

Bajo la sombra de los árboles
CivitatisMúnich dice del Viktualienmarkt que “es un mercado de alimentos con una superficie de 22 000 metros cuadrados en el que más de 140 vendedores ofrecen fruta, flores, queso y otros coloridos productos”.

Cuenta que en sus orígenes estuvo en la misma Marienplatz, “donde los campesinos ofrecían productos frescos y cereales a los ciudadanos”.

“Actualmente el mercado se ha destinado a la venta de alimentos ecológicos y productos gourmet”, precisa.

Civitatis da cuenta, asimismo, de que Viktualiemarkt “reúne a turistas y locales, ya sea para comprar productos frescos, comer algo en sus puestos, o bien para tomar una refrescante cerveza en el agradable biergarten, uno de los más famosos del centro de Múnich”.

Aconseja luego que “si algún día no queréis meteros a comer a un restaurante, en este mercado encontraréis infinidad de productos de calidad relativamente económicos”.

Viktualiemarkt: Placer de un día de verano
Y bien, allí estuvimos con Beatriz hasta en dos ocasiones, en 2003 y en 2017, hace poco,  para comprar frutas y beber una cerveza fresca. 


Todos estos lugares, para tomar cerveza e introducirse en la historia se encuentran en pleno centro de Múnich y por lo tanto, no hay que caminar mucho para disfrutarlos. 
(Luis Eduardo Podestá).

(Imágenes de Beatriz Podetsá, archivo de www.podetaprensa.com,,Wikipedia e Internet)

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