La
imagen del saurio aparece
en los
10 millones de monedas
que emitió
el Banco Central
El cocodrilo de Tumbes se mantiene
como fue
hace 250 millones de años
Nota
del editor – El cocodrilo de Tumbes es dueño de una historia que se remonta a
250 millones de años, tantos como sus congéneres de otras partes del mundo. Ha
hecho bien el Banco Central de Reserva en emitir diez millones de monedas de un
sol con la imagen de nuestro cocodrilo, parte de cuya historia contada en esta
página hace diez años, es renovada hoy para que usted recuerde cómo se cuida
esa especie y cómo se trata de utilizarla para fabricar zapatos, carteras y perfumes
y hasta para alimentarse de sus huevos, por lo que su caza debiera estar
penada, por lo menos hasta cuando la especie se considere fuera de peligro.
“El
Banco Central de Reserva del Perú (BCR) puso en circulación hoy la segunda moneda
de la Serie Numismática ‘Fauna silvestre amenazada del Perú’, esta vez alusiva
al cocodrilo de Tumbes”, informó la agencia estatal de noticias Andina.
Honores al cocodrilo de Tumbes |
Añadió
que “el protagonista de esta nueva presentación de la denominación de un sol es
el cocodrilo de Tumbes, único animal de este tipo que habita en el Perú y que
se encuentra en estado vulnerable (alta probabilidad de entrar en peligro de
extinción) desde 1994”.
Andina
describe luego la nueva moneda y señala que en su parte central “se aprecia un
diseño geométrico de líneas verticales, la marca de la Casa Nacional de Moneda
y el texto: Crocodylus acutus”, el nombre científico del saurio tumbesino”.
Informa,
asimismo, que el BCR emitió 10 millones de unidades de la nueva denominación.
El crocodylus
acutus, se conoce también como cocodrilo narigudo, cocodrilo aguja o caimán de
la costa en Venezuela, caimán de aguja en Colombia y cocodrilo de Tumbes en el Perú,
nos instruye el portal WIkipedia.
El 3 de
diciembre de 2017, se publicó en esta página (www.podestaprensa.com Podestá te cuenta)
una información sobre el tema y mostraba su admiración porque allí uno puede “ver
la forma en que una empresa estatal –¡milagro!– mantiene un criadero de
cocodrilos.
Viven gratis hasta su mayoría de edad |
“Ir a
Tumbes es también tentar la posibilidad de visitar el Zoocriadero de
cocodrilos, al norte de Puerto Pizarro, donde la empresa estatal Fondo Nacional
de Desarrollo Pesquero (Fondepes) le está dando una mano a la naturaleza para
no permitir que los saurios desaparezcan del mapa de este mundo”, declaraba la
información.
“Allí
se encontrará cocodrilos –a los que los lugareños a veces llaman lagartos–
recién salidos del huevo y otros capaces de arrancarle el brazo a quien se
atreviera a acercarse demasiado, todos a cargo de Mercedes Bereche, quien a
pesar de su nombre y de su apodo –sus amigos le dicen “Mechita”– es un hombre
bien hombre, que se las ve con cocodrilos de todos los tamaños día y noche.
“–Aquí
–me dijo “Mechita” Bereche–, hay unos 250 cocodrilos, grandes, chicos,
chiquitos y chiquititos.
“El
cuidador del criadero protege a los cocodrilos como una madre a sus hijos. Les
trae una comida de peces vivos o muertos o raciones de insectos para los más
pequeños, que consigue en los brazos del mar y la tropical vegetación que tiene
a su alcance.
Verano permanente en pozas privadas |
“Y cuando
los saurios tienen la edad y el tamaño suficientes, los devuelve al río que
allí se une con el mar para que se las arreglen por sí mismos y hagan lo
posible por repoblar los bordes de los manglares que a su vez, les servirán de
protección frente a los depredadores, uno de los cuales, el peor, es el hombre.
“Bereche
conoce las costumbres de sus cocodrilos y sabe que viven entre cinco y veinte
años, si antes un depredador humano, no los caza para hacerse algunos pares de
zapatos y carteras.
“La
mayoría de los cocodrilos del criadero, tiene entre cero y cinco años, pero hay
algunos que según el testimonio de los ojos, ya han alcanzado la edad adulta y
merecerían irse, pero Bereche los mantiene allí para que sirvan de
reproductores y aumenten la población de esos reptiles en esta parte del
continente.
Sobrevivieron a los dinosaurios
“Los
cocodrilos aparecieron sobre la Tierra al mismo tiempo que los dinosaurios, de
los que son parientes cercanos.
“Pero
los cocodrilos se dieron maña para permanecer entre nosotros cuando en
determinado momento de la prehistoria, el clima adverso –probablemente
provocado por un gigantesco meteorito que cayó sobre el mundo y lo oscureció
durante siglos– causó la desaparición de aquella parentela.
Mamá cocodrilo es muy celosa |
“Los
cocodrilos se han dado maña también para permanecer como fueron antes, sin que
las leyes de la evolución los hayan obligado a cambiar su imagen.
“Los
expertos en cocodrilología –nuevo término ideado por este blog para que dentro
de cien años lo incluya la Real Academia en su diccionario– señalan que existen
por lo menos 22 especies de cocodrilos cuyos originarios aparecieron sobre la
faz de la Tierra hace unos 250 millones de años.
“Los de
Tumbes están clasificados científicamente como crocodylos acutus y su color es
cercano al amarillo que lo mimetiza con el barro.
“Es
considerado una especie en riesgo de desaparición. Porque el hombre descubrió
que sus huevos le sirven como alimento, su piel para zapatos y carteras de lujo
y sus glándulas de almizcle para hacer perfumes.
Se adaptan a cualquier lugar
“Uno de
los secretos de su supervivencia es que se adaptan a cualquier lugar del mundo,
y viven tan bien en la India, en Centroamérica, en Estados Unidos como en los
manglares de Tumbes. Son buenos pobres y comen todo lo que se les ponen
delante, vivo o muerto.
“Otro
factor es que su hábitat puede ser la tierra o el agua donde pueden mantenerse
inmóviles durante muchas horas en un letargo que recupera sus energías antes de
entregarse a una nueva cacería que les dará una comida abundante con la que
pueden vivir una semana.
“Otro
secreto de su larga vida es que los cocodrilos son padres preocupados por su
familia.
“La
mamá cuida a sus hijos desde que salen del cascarón y luego los lleva al
wawawasi, un estanque de aguas tranquilas y tibias, donde los custodiará, a
veces a en luchas a muerte, hasta cuando están en capacidad de ganarse la vida
por sí mismos.
“Luego
los lanza a las aguas del río o, en el caso del criadero de Tumbes, salen en
brazos de ‘Mechita’ para ser arrojados a los esteros, esa amplia zona donde el
río se mezcla con el mar a pocos metros de la frontera con Ecuador.
Hubo parientes de 45 metros
“Los
cocodrilólogos cuentan que uno de los parientes lejanos, que vivió durante el
cretáceo era el deinosuchus y medía nada menos que 45 metros. Pero hubo también
en esos momentos otros que alcanzaban apenas 50 centímetros. Los que se alojan
en el Zoocriadero de Puerto Pizarro cuando llegan al metro y medio son echados
de la casa por mayoría de edad.
“Al
criadero se llega luego de recorrer los brazos de mar entre verdes y
enrevesados manglares que hunden sus raíces en una arena blanca por fuera y
negra por dentro, que succiona los zapatos y es tan resbaladiza como el fango.
“Superado
el obstáculo de la playita pegajosa, un caminito de arena reseca, entre
vegetación tropical que suelta miles de mosquitos y zancudos, lo conduce al
criadero, donde tras gritar y tocar la puerta, aparecerá para darle la
bienvenida el mismísimo Mercedes Bereche.
Anuncia la presencia del criadero |
En la
puerta se leía un cartel que identificaba el lugar como “Zoocriadero de
Fondepes Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero, Puerto Pizarro, Tumbes,
Crocodylos acutus americano”.
Hace
diez años, cuando se vivía la visita del relato, la entrada costaba tres soles,
y unos carteles anunciaban que los días de atención al público eran de jueves a
martes con un descanso de miércoles por motivos de mantenimiento, limpieza y
cargado de agua para las pozas donde se crían los cocodrilitos, algo que ahora
puede haber cambiado.
Y “Mechita”
puede que ya esté jubilado.
Recomendación:
Vaya a los manglares, si puede con sus hijos o nietos, y muéstreles un esfuerzo
-si aún existe- por mantener viva, quizá unos 250 millones de años más, una
especie que puede llegar al riesgo de extinción amenazada por el calentamiento
global que evaporará su hábitats o por el hombre en busca de exclusivos zapatos
de piel de cocodrilo.
(Imágenes
de Andina y www.podestaprensa.com)
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