Cervecería artesanal en Diessen
y fiesta de homenaje al lúpulo en
Spalter completaron la semana
y fiesta de homenaje al lúpulo en
Spalter completaron la semana
La cervecería Kraft Bräu de Diessen se da lujo de comenzar su atención a
las seis de la tarde y los pobladores de Spalter de hacer una cosecha dominical
para ofrecer un homenaje al lúpulo, que crece abundantemente en la región y la
califica como una de las principales fuentes de la cerveza tradicional de Münich,
Alemania.
Cervecería artesanal en expansión |
Martin Hug, chef en cervecería –graduado en universidad, por si acaso–,
dice que quiere ampliar sus instalaciones y cuando se le inquiere acerca de si
eso no afectaría la calificación de artesanal de su cerveza, responde que no.
Declaró que se mantendrá la calidad y el sabor de la producción y atenderá
a un mayor número de personas.
A su cervecería, se ingresa por un zaguán al aire libre, tres amplias mesas
bajo un toldo que parecen sostenido por dos añosas parras, vía de paso obligado
a un gran salón y al habitual mostrador con su dispensador de cerveza.
Fiesta del lúpulo en Spalter |
Spalter de la
mano con el lúpulo
A unos 150 kilómetros al norte de Münich, el pueblo de Spalter revive la tradición que hizo famosa su cerveza desde mucho antes de 1538, cuando se fundó lo que hoy es su fábrica estatal de cerveza bajo la marca de Spalter Bier.
Museo moderno sustentado por vieja estructura |
Spalter produce por lo menos 19 tipos de cervezas –según un folleto ilustrativo–
para todos los gustos, incluido uno sin alcohol,
para que los conductores aficionados al sagrado líquido lo disfruten sin incurrir
en infracciones ni accidentes de regreso a casa.
La reina concede una gracia |
En el Museo de la Cerveza del pueblo vimos el proceso de elaboración de
la cerveza, de principio a fin, muy largo para describirlo en todos sus detalles.
Habría que subrayar que junto a las viejas herramientas de elaboración de la cerveza, los calderos y aperos de labranza para cultivar el lúpulo, se exhiben videos a paredes enteras en una sala especial que a uno no solo lo sorprende, sino que lo instruye acerca de la forma en que la cerveza se hizo realidad para satisfacción de una población mundial cada vez más sedienta.
Habría que subrayar que junto a las viejas herramientas de elaboración de la cerveza, los calderos y aperos de labranza para cultivar el lúpulo, se exhiben videos a paredes enteras en una sala especial que a uno no solo lo sorprende, sino que lo instruye acerca de la forma en que la cerveza se hizo realidad para satisfacción de una población mundial cada vez más sedienta.
El museo es un moderno edificio levantado sobre y alrededor de las columnas de la fábrica original, que forman una impresionante armazón de madera, ensamblada con paredes e instalaciones de la nueva construcción.
Solo habría que destacar que el boleto de ingreso incluye una ración de
cerveza de cortesía y el elegante vaso que la contiene.
Gracias, Spalter, por ese souvenir.
Gracias, Spalter, por ese souvenir.
(Imágenes de Beatriz Podestá y del autor)
www.podestaprensa.com
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