Fue consagrado
“venerable” por
el Papa
Francisco y solo se
espera
que haga un milagro
Alguna
vez, el obispo de Verona escribió con humildad engañadora: "Ofrezco mi
pobre vida con todo lo que Dios me reserva para que yo sufra, actúe, sirva y
ore, particularmente por la santificación de los sacerdotes, para que no vayan
por el mal camino, no se desalienten, no se pierdan, no traicionen los santos
vínculos que los unen a Cristo, a la Iglesia y al pueblo cristiano".
Sonriente aspirante a santo |
Era el
mismo monseñor Giuseppe Carraro, obispo de Verona entre 1959 y 1978, querido
y respetado por todos, quien fue denunciado públicamente por al menos tres
exalumnos del Instituto Próvolo de Verona por haber sufrido en su infancia
“vejaciones por parte de monseñor Carraro”.
Y es el
mismo que está camino a los altares merced a disposiciones del Papa Francisco,
que comenzó su reinado con una promesa de renovación de la iglesia.
Según
el abogado asesor de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico,
Carlos Lombardi, el papa Francisco “inició en el 2015 el proceso de
beatificación del obispo de Verona, quien abusó sexualmente de un alumno del
Instituto Antonio Provolo de aquella ciudad”.
El portal
Infobae recoge los testimonios de víctimas de lo que ocurría en el instituto
para sordos y sordomudos, bajo la dirección de Giuseppe Carraro, nacido en Mira
el 26 de junio de 1899 y muerto en Verona, el 30 de diciembre de 1980, de quien
se espera un milagro para ser convertido en santo de la Iglesia Católica.
Víctima, Gianni Bisoli, cuenta su drama |
Gianni
Bisoli, ahora sexagenario, contó con toda crudeza que a los nueve años ingresó
al Instituto Próvolo.
"Mi
nombre es Gianni Bisoli, nací en Sirmione el 15 de septiembre de 1948. Soy
sordo desde mis ocho años. Empecé a ir al Instituto Antonio Próvolo en Verona a
los nueve”.
“Tres
meses después de mi llegada comencé a ser sodomizado, obligado a tener sexo
oral y a masturbar a dieciséis sacerdotes y hermanos religiosos de la
escuela", denunció.
Testimonio crudo y frontal
“Crudo y
frontal, el de Gianni fue solo uno de los 67 dramáticos testimonios de exinternos
de la institución religiosa italiana”, dijo el portal Infobae.
Otros dos
exinternos del instituto, Alessandro Ventini y Pierpaolo Zanatta, también
unieron sus denuncias a las Bisoli, y afirmaron que “la violencia duró desde
fines de los 50 hasta 1984…”.
Gianni
Bisoli tenía 68 años cuando hizo su denuncia en 2016 y “mantiene sin titubear
su denuncia contra los 16 sacerdotes, incluido el obispo de Verona”.
"Los
encuentros comenzaron poco antes de la Navidad del 59. Un hermano me acompañaba
a la casa de Giuseppe Carraro, íbamos en auto o a pie. Tuve cinco encuentros
entre los 11 y 14 años, siempre por la tarde, excepto uno que fue el día que me
dieron el diploma de octavo grado”, contó.
Alessandro Ventini, también refirió la infamia |
“Me
llevaron un rato antes del examen, que no pude hacer, pero el obispo llamó por
teléfono al Próvolo e igual me entregaron el diploma. En su casa me tocaba, me
hacía subir a caballito sobre sus piernas (…)”, afirmó luego.
“En el
Instituto han falsificado mi diploma, para hacer ver que me había recibido un
año antes y así invalidar mi denuncia", sostuvo frente a la sentencia
final del tribunal.
Obispo pedófilo fue exonerado
A todo
esto, el obispo de Verona “fue exonerado por la Iglesia y el Papa Francisco
impulsó el proceso de su canonización”, dijo la información.
El 16 de
julio de 2015, monseñor Carraro fue elevado a la categoría de “Siervo de Dios”
por el papa Francisco y más tarde “Venerable”, con lo cual avanza el proceso de
beatificación y canonización.
Pierpaolo Zanatta hizo pública su denuncia |
Infobae
indica que “para que sea beatificado se necesita el reconocimiento de un
milagro obtenido por su intercesión. El cuerpo del Venerable Giuseppe Carraro
descansa en la cripta de la catedral de Verona, a la espera del milagro que lo
llevará a ser santo”.
El portal
refiere que “en 2009, cuando el escándalo del instituto de Verona sorprendía a
los italianos, por una investigación publicada por L'Espresso, el obispo de la
ciudad Giuseppe Zenti hizo oír su voz”.
“Luego de
una declaración inicial, en donde habló de ‘un profundo sufrimiento’ y la
importancia del ‘establecimiento de la verdad’, planteó con tono furibundo:
"¡Es un engaño, un cúmulo de mentiras!".
“Las
acusaciones contra los sacerdotes eran coincidentes: violencia sexual,
masturbación, juegos eróticos, golpes con bastones… en las habitaciones, en las
aulas, en el baño, en el altar”, prosiguió el informe.
Consigna
seguidamente las declaraciones de otras víctimas.
Francisco lo declaró "venerable" |
"El
sacerdote me obligaba con castigos, poniéndome de rodillas durante horas, y con
bofetadas y golpes, a tener relaciones con él", describió Charles su
calvario.
"El
cura me despertaba por las noches y me llevaba al baño a sodomizarme y
masturbarme", confesó Ermanno.
"Cuando
tenía 11 años los curas abusaban de mí", dijo Bruno –"el bello de
ojos azules y cabello rizado", como lo llamaban en el Próvolo– y dio una
larga lista de sacerdotes que lo sometieron a terribles vejaciones.
El obispo
Zenti desestimó muchas de estas denuncias y habló de "lavado de
cerebro" y "chantaje", y señaló al portavoz de las víctimas,
Giorgio dalla Bernardina, como el responsable de esta maniobra. "Sospecho
que él fue quien firmó las declaraciones", dijo, de acuerdo con la versión
de Infobae.
(Imágenes
de Infobae y diario Clarín)
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