Estudiantes,
directivos y
exalumnos
del plantel de Arequipa
evocaron
el 12 de junio de 1950
Como ya
es tradicional, la comunidad entera del Colegio Nacional de la Independencia Americana de Arequipa, incluidos veteranos exalumnos, evocó la emblemática
fecha del 12 de junio de 1950, cuando se produjo una huelga en plena dictadura
de Manuel Odría, con una emotiva ceremonia celebrada en el patio de honor del
plantel.
En recuerdo de un lunes de junio de hace 67 años |
Ante el
alumnado en pleno, el director Henry Delgado Díaz, autorizó a la escolta de
honor del plantel, el comienzo de la ceremonia.
Esta vez
fue invitado a pronunciar el discurso de orden, el exalumno Luis Eduardo
Podestá Núñez, de la Promoción 1951, periodista y escritor, quien en 1950, como
alumno del Cuarto Año B, formó parte del comité de huelga que llevó adelante
ese movimiento de reivindicación estudiantil.
El acto
se inició con el habitual homenaje a la bandera, para cuyo izamiento fue
invitado Podestá, en unión de exalumnos de su promoción como Rafael Vizcardo
Begazo y Leonidas Gutiérrez López.
Luego del
izamiento de la bandera, Podestá fue invitado a pronunciar el discurso de orden
que consistió básicamente en un homenaje a la libertad que debe distinguir y
ofrecer dignidad a los seres humanos.
Homenaje a la bandera y a la libertad |
“Pareciera
que, a despecho de los años, del tiempo inexorable que nos marca pautas
ineludibles, la vida ha querido entregarme una vez más, la oportunidad de
reunirme con ustedes, y con algunos de mis viejos camaradas con quienes
compartí las aulas en este mismo ambiente, para evocar la historia que, hace 67
años, vivimos los estudiantes de este colegio centenario para levantar un altar
de eternidad, y erigir un monumento a la memoria de esos muchachos que dieron
un grito de libertad frente a la sumisión a que querían relegarlos”, reflexionó
Podestá al iniciar su mensaje.
Luego de
llamar la atención sobre la ausencia cada vez más numerosa de “aquellos
muchachos de entonces”, recordó que “la historia no fue justa durante años con
aquella gesta que estalló, un día como hoy, el 12 de junio de 1950, entre los
muros del viejo Colegio Nacional de la Independencia Americana”.
Remarcó
que “durante casi medio siglo, ese hecho trascendental de la historia de
Arequipa, permaneció oficialmente cubierto por un manto de secreto” y que “fueron
publicados algunos artículos periodísticos, algunos libros con inexactitudes
que nos vimos en la obligación de rectificar en aras a la verdad histórica”.
El 13 de junio de 1950 |
Dijo
luego que recién en junio de 2000 cuando se cumplían 50 años de aquel
acontecimiento, la Municipalidad de Arequipa y la Universidad de San Agustín
organizaron un foro “para recordar por boca de los propios protagonistas, lo
que ocurrió en aquellos días de junio”.
“En esa
ocasión, tuvimos la oportunidad de describir lo que los muchachos de entonces
tuvimos que vivir esos días de junio dentro de los muros de nuestro histórico
colegio”, añadió.
Luego
recordó detalles de la huelga iniciada “lunes 12 de junio, a las ocho de la
mañana”, luego de rendir homenaje a la bandera como era habitual cada comienzo
de semana.
Relató
que con la ingenuidad propia de sus años juveniles, los estudiantes esperaban
una solución para ese mismo día y cuando pasó la noche del lunes, aún confiaban
en que el asunto sería resuelto el martes 13 de junio. Pero eso no ocurrió como
esperaban.
“Lo que
ocurrió y lo destaca la historia de esos días”, subrayó, “fue que el prefecto
del departamento, coronel del ejército Daniel Meza Cuadra, acudió al colegio
debido a que el director denunció la huelga como un movimiento político
subversivo”.
Antigua fachada del Colegio Independencia |
Destacó
luego la inutilidad de la visita del prefecto, quien se limitó a amenazarlos y
a darles un plazo de dos horas para que entregaran el colegio, algo que los
delegados de todos los años rechazaron.
Describió
cómo, a las tres de la tarde comenzó el ataque de las fuerzas policiales por
dos frentes, mientras tropas parapetadas en las chacras detrás del colegio,
disparaban sus armas, aparentemente en un afán de amedrentamiento.
Recordó
que las autoridades dijeron que solo fueron balas de salva las que el ejército
y la policía utilizaron, pero la realidad fue que entre los estudiantes, tras
45 minutos de enfrentamiento, quedaron 16 heridos, seis de bala y mencionó sus
nombres.
Ellos
fueron Hernán Castro, del tercer año, sección C, Bernardino Trelles Puma, del
tercero B, Gilberto Gallegos, del cuarto año B, Miguel Tapia Chávez, del
segundo B, Sergio Dávila Urquizo y Felipe Orué, del cuarto D.
La nueva portada de la "I" |
Refirió
que “finalmente las fuerzas policiales se retiraron en medio de gritos y
protestas de padres de familia y vecinos de este barrio que habían sido
testigos de la forma en que se trató a los estudiantes en huelga con un
desproporcionado uso de la fuerza que no cumplió su objetivo. Nosotros
permanecimos en el colegio”.
Luego rindió
homenaje a destacados maestros de entonces, a quienes mencionó por sus nombres
y apodos y elogió sus enseñanzas y su alta calidad magisterial.
Mencionó
especialmente “y a la cabeza de todos nuestros antiguos profesores, al
“Zambote” Horacio Morales, a quien calificó como “una institución de la
enseñanza, del trato amical con los profesores y sus alumnos, quien, en su
papel de director del colegio hasta 1949, había resuelto todas las huelgas
anteriores sin salir del ámbito de la institución”.
Ofrenda en recuerdo de quienes ya no están |
En un
momento de su discurso Podestá invocó: “Por aquellos que participaron en ese
desigual enfrentamiento y sufrieron heridas corporales y espirituales que los
marcaron para siempre, por aquellos que sufrieron las consecuencias que
alteraron su desarrollo profesional y familiar debido a que la dictadura no
olvidó e incumplió su compromiso solemne de no tomar represalias contra nadie y
los persiguió y encarceló, por aquellos que se fueron y no volvieron y por
aquellos, finalmente que ya no están entre nosotros y gozan de la vida eterna,
para honrarlos hoy, acompáñenme en un minuto de silencio…
Un
corneta de la banda de músicos del colegio interpretó el emotivo tema y para
finalizar, Podestá se dirigió a sus “hermanos de la “I”.
“Permítanme”,
dijo, “recordar que al finalizar el martes 13, reunidos frente al pabellón
central, entonamos nuestro himno, el Loor y Gloria cuya primera parte termina
con tres veces la exhortación a la libertad, libertad, libertad”.
Exalumnos ante una placa recordatoria del 50 |
Remarcó
seguidamente: “Y creo que esa exhortación que iluminó las acciones de nuestros
años juveniles, seguirá vigente para la eternidad, para ustedes hoy y en el
futuro, como una señal de que uno de los atributos irrenunciables del ser
humano es la libertad, la libertad que debemos defender siempre para
considerarnos dignos de la patria, la libertad que nos obliga a ser hombres de
bien para la búsqueda del bienestar y el desarrollo en dignidad de la comunidad
que nos cobija”.
Luego de
la ceremonia en el plantel, la delegación de exalumnos encabezados por el director y cuerpo de profesores, se dirigió al parque Revolución, frente a una de las puertas
laterales del plantel, en el antiguo barrio IV Centenario para depositar ofrendas
florales.
Luego de
las palabras del exalumno, Rómulo Gonzales, el director Henry Delgado rindió un
breve y conmovedor homenaje a la fecha y junto a los exalumnos encabezó un desfile de retorno
a los ambientes del colegio.
(Imágenes
de www.podestaprensa.com)
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