Gerente
de Salud de Arequipa
propone
semáforo real para
advertir
a los consumidores
El
Gerente Regional de Salud de Arequipa y excongresista de la República, Gustavo Rondón Fudinaga, denunció que la llamada Ley contra la comida chatarra es letra
muerta por presión de los industriales que la producen y que cuentan con
poderosos lobbies en el Congreso.
Adictivos y dañinos para la salud |
En una
entrevista que concedió al diario La República, edición del sur del Perú,
Rondón recordó que fue “coautor de la Ley de la Alimentación Saludable, más
conocida como la Ley contra la comida chatarra, cuya reglamentación ha sido
cuestionada”.
“Según
estas disposiciones, los alimentos industrializados tienen luz verde para
seguir incluyendo azúcares, sal y grasas saturadas en altas cantidades, incluso
por encima del parámetro de la OMS”, dijo La República.
Rondón, actual
Gerente Regional de Salud en Arequipa, pidió al Ministerio de Salud decir la
verdad sobre los parámetros saludables.
El funcionario,
médico de profesión, dijo que él planteó “la propuesta de quioscos saludables y
el etiquetado”, preocupado por la proliferación de “la obesidad en niños, el
sobrepeso y la aparición temprana de diabetes”.
Precisó
que un 20 % de los niños del Perú tiene sobrepeso y 13% obesidad y que en total
“33% de la población infantil se afecta con la comida chatarra y en adultos
sobrepasa el 60%”.
Padre de una criatura que pocos quieren |
“En el
fondo, mi ley era advertir, así como en los cigarrillos” los riesgos de la
comida chatarra.
“Yo
tampoco puedo decir ‘no comas algo’, porque estamos en un libre mercado y es
una libre decisión la de consumir”, afirmó.
El semáforo de advertencia
La norma
proponía que se tenía que colocar “Comer
en exceso este producto hace daño a la salud” y tenía que colocarse “grande
y visible”, refirió Rondón.
Destacó
que así se aprobó la norma y que el excongresista Jaime Delgado “agregó lo de
la publicidad engañosa”.
Camino a la obesidad y la diabetes |
“Entre
los dos trabajamos la Ley de la Alimentación Saludable. Propusimos la
colocación del semáforo para informar las cantidades de azúcar, sal, sodio y
grasas saturadas del producto”, anotó.
Los
colores debían advertir a los consumidores sobre la calidad del producto que compraban
para consumir.
Tentáculos de las grandes industrias
“Por
medio de colores se tenía que informar cuándo un producto es excesivo (rojo),
tolerable (ámbar) o está en zona de seguridad (verde)” y “se tenía que ubicar
el producto de acuerdo a los porcentajes de sus componentes”, recalcó.
El
propósito era que todos, incluidos los niños y las personas poco instruidas
pudieran entender el mensaje.
Poderoso caballero con lobbies en el Congreso |
“Y comento
que mi ley, antes de que entre a comisión, fue vetada. La Sociedad Nacional de
Industrias (SNI) pidió su archivamiento. ¡Algo increíble!”, se sorprendió.
El
funcionario graficó el episodio: “Ni siquiera había nacido la criatura y ya la
querían desaparecer. Había tentáculos de las grandes industrias. Hay poderosos
lobbies en el Congreso”.
“Era
evidente”, agregó, “a ningún empresario le va a gustar que en su producto le
pongan que hace daño a la salud”.
Pero
también conversó con la SNI: “Cuando conversamos con ellos les dijimos: solo
queremos que sus alimentos no hagan daño. Que bajen el azúcar, sal, grasas,
nada más. O por último que pongan la advertencia y que sea a cuenta del
consumidor”.
Ley aprobada que nunca funcionó
Rondón se
conduele: “Se aprobó esta ley pero nunca la reglamentaron y una ley sin
reglamentación es un saludo a la bandera”.
Relató la
suerte que el dispositivo corrió: “Contra viento y marea se aprobó la ley, y
cuando se mandó al Ministerio de Salud (Minsa) se pusieron trabas y aunque no
creas también había lobbies con los técnicos. Se presionó y pasó a la
Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y ahí durmió el sueño de los justos”.
Los industriales le torcieron el brazo |
Cuando el
diario le recordó que “después de cuatro años aprueban el reglamento, que está
siendo cuestionado”, Rondón asintió.
“Sí. Y
creo que solo se aprobó por la presión que se dio por la leche. En el fondo el
reglamento está acondicionado, apaciguado por la industria para no perjudicarla”,
afirmó.
Rondón
dijo, asimismo, que “el espíritu de la ley es que se tiene que rotular ya, pero
el reglamento indica que será gradualmente. La ley indica que los productos
informen las cantidades de sus componentes y si estos hacen daño, solo
informarán qué tienen”.
Productos que nos matan
Apunta
que “se establecieron sanciones para los productos con niveles excesivos y no
hay sanciones, solo les obligan a informar. Y, por último, la etapa
comunicacional en las escuelas”.
Figuran en la lista negra de la OMS |
Al
referirse a los parámetros que establece la Organización Mundial de la Salud
(OMS) que no son coincidentes con los establecidos por el reglamento de la ley,
Rondón aseguró que “nos están queriendo vender que los productos con estos
parámetros altos son alimentos”.
“Pero ya
no son alimentos. Esos contenidos excesivos de sal, azúcar, sodio y grasas nos
están matando. Que el Ministerio de Salud diga la verdad, no quiero ser
malpensado”, desafió.
Cuando se
le preguntó qué pasa con un alimento que tiene altas cantidades de sales o
azúcares, respondió: “Se malogra el alimento. Los productos industrializados
con exceso de estos componentes son adictivos y las empresas lo saben. Por eso
es que hay gente adicta a la Coca-Cola y otros productos. Ellos han logrado
entrar por el sabor”.
Afirmó
tajantemente que esos productos son adictivos “y ahí está el secreto de la
industria. Hay que tomar medidas ya, sobre todo con los niños. Al margen de lo
que se establezca en el reglamento, porque ya hemos visto que no es tan
beneficioso”.
Anunció
luego que “aquí en la región Arequipa vamos a empezar una campaña de quioscos
escolares saludables. Si no protegemos a los niños, en pocos años estas cifras
de obesidad se van a incrementar”.
(Imágenes
de archivo e Internet)
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