Desde hace 31
años hay
que pedir
licencia para beber
A muchos no les
gustaría una “ley seca” de todo el año, pero en el distrito de Tuti, a unos 180
kilómetros al norte de Arequipa, los pobladores ya llevan 31 años de
abstinencia alcohólica y solo pueden beber cinco veces al año, en las fiestas del pueblo.
Y están contentos.
Bienvenido a Tuti, 31 años con "ley seca" |
El periodista
Lino Mamani, del diario El Pueblo de Arequipa, cuenta la historia reciente de
Tuti y explica cómo se transformó de un pueblo alcoholizado en un desarrollado
distrito de la provincia de Caylloma dedicado a la crianza de ganado lechero
fino y a la agricultura de exportación.
Mamani describe
la tranquilidad del pueblo, tan tranquilo que “uno pareciera estar en un pueblo
fantasma pero es Tuti, un pujante distrito de Caylloma”.
“Los niños están
en las escuelas, los padres en sus trabajos. Pero hace tres décadas la
situación era diferente”, escribe.
“En la plaza del
pueblo solían descansar las personas que en la noche anterior bebieron licor en
exceso. Los escándalos alteraban la pasividad de la zona con las peleas, los
entredichos y violencia familiar que se generaba. Los maltratos eran cosa común
en este pueblo, como el frío, como la agricultura o ganadería”, añade.
Artesanía, ganado y quinua de exportación |
Luego precisa
que “fue en 1986 cuando el alcalde dispuso la ley seca en el distrito”.
El burgomaestre de
entonces, Jesús Mamani Macuaccha, dio ese año una ordenanza municipal que
prohibió “la venta y el consumo de las bebidas alcohólicas, de lunes a domingo,
los 12 meses del año”.
Prohibido beber los 12 meses
La reacción no
se hizo esperar. “Mamani Malcuaccha fue blanco de insultos”… “intentaron
agredirlo, iban a su vivienda a pegar gritos, mientras bebían en señal de
desafío. Pero no claudicó. Tenía el respaldo de la mayoría de la población”,
cuenta el periodista.
Refiere luego que
“contra esta oposición se hicieron operativos. Se decomisaron bebidas, se les
quitaba las botellas a los que andaban por la calle. Fueron, según la
exautoridad, tres años difíciles pero necesarios para plantear la reforma. Y
así fue”.
Tuti, impresionante belleza |
“Es mediodía y
en la plaza no hay gente bebiendo”, destaca el cronista, “si uno pregunta en
una tienda si le pueden vender una cerveza, lo miran con recelo y dicen ‘¡Está
prohibido!’”.
Cuando alguien
quiere festejar un acontecimiento familiar, “un matrimonio, un quinceañero,
bautismo o corte de pelo, los titulares deben acudir hasta la municipalidad
para solicitar autorización para beber y comprometerse a no hacer escándalos”.
Solo cinco veces hay licencia para beber
Solo hay cinco
veces al año con licencia para beber, según la ordenanza:
La fiesta de la
Santa Cruz, el aniversario del distrito que se celebra el 2 de mayo, la fiesta
de la Virgen de Chapi, Todos los Santos y el 8 de diciembre, festividad de la
Virgen de la Inmaculada Concepción”.
Tiene todo para atraer turistas |
Mamani refiere
que “el cambio que generó la ordenanza es evidente. En lugar de perder el
tiempo libando alcohol, la población se preocupó en repotenciar sus ganados y
campos de cultivo”.
“Actualmente el
distrito es reconocido por sus vacas Brown Swiss de buena producción y por la
agricultura orgánica. Tienen 700 cabezas de vacunos y 387 hectáreas agrícolas,
especialmente de habas y quinua, que ya obtuvieron certificación para la
exportación”, anota.
Además, “ahora (los
pobladores) tienen vehículos y sus viviendas son de piedra y de concreto,
cuando en aquel tiempo eran de adobe”.
El alcalde
precursor del cambio, le contó su triste historia infantil.
“Cada vez que su
padre se embriagaba tenía miedo. Sabía que sin motivo, su progenitor iba a
quitarse la correa o coger un látigo para someterlo.
Muestran su arte textil |
“No hacía nada,
pero eso no lo excluía de la tanda. Tampoco sus lágrimas ni los de su madre,
quien también recibía los porrazos. Su caso era el del 90% de hogares de este
distrito pequeño, que hasta el 2007 contaba con una población de 888
habitantes.
El periodista
entrevistó a la directora de la escuela 40396, Eloísa Apaza Páucar es directora
de la institución educativa Nº 40396 de Tuti.
“Lo primero que
recuerdo de cómo era el distrito aquel tiempo es que los niños andaban
desaliñados. ‘Sus padres no se preocupaban por su aseo, porque supuestamente no
tenían tiempo para ellos, preferían beber. Ni siquiera se preocupaban por
ayudarles a hacer sus tareas, su excusa era el tiempo’”, le dijo.
“Antes los
pequeños iban en ojotas al colegio, mostrando sus pies dañados por el frío y
por el camino que debían recorrer desde sus estancias. Ahora todos usan zapatos
y van limpios.
Unos 180 kilómetros para llegar a Tuti |
“Una muestra de
que algo ha cambiado. Pero este cambio viene de algo más profundo, como el
cañón del valle del Colca.
El profesor y
regidor Ítalo Samayani Vera, corroboró que “ahora los alumnos mejoraron su
rendimiento escolar, prestan mayor atención y sus notas son positivas”.
El administrador
del Concejo Distrital, Eleuterio Cusi Ccapira, confirma que “el objetivo se cumplió”.
“Sorprendentemente
los casos de violencia se redujeron. Existen algunos casos esporádicos pero que
resultan pocos, dijo Cusi, “quien resalta que la gente se siente orgullosa de
decir que proviene de Tuti”.
El ejemplo de
Tuti ha calado en otras localidades y distritos como el vecino Sibayo ven la
posibilidad de “establecer la ley seca permanente”.
“Ahora, Tuti es
ejemplo de reducción de la violencia y de salir poco a poco de la pobreza, por
un nuevo rostro sin resaca”, concluye el periodista.
Tuti, uno de los
18 distritos de Caylloma, se encuentra a 3 837 msnm y sus calles y plaza
principal fueron declarados monumentos históricos por resolución del 23 de
julio de 1980.
Su iglesia
matriz, restaurada hace tres años con una inversión de 884 mil soles es Patrimonio
Cultural de la Nación.
(Imágenes de El Pueblo, captura de video de la Municipalidad de Tuti y mapa satelital de Google)
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