Cada
canasta de congresista
hubiera
servido para dar una
de 80
soles a 11 pensionistas
Entre
canasta y muertos y heridos, cada otorongo
se
llevará más de 32 mil soles a su pesebre
La
canasta del otorongo se defiende, parecieron decir ayer, ante multitudinario cuestionamiento,
varios respetables padres de la patria, a cuya paternidad muchos quisiéramos
renunciar.
Cecilia Valenzuela abrió la canasta de pandora |
Parecía
que todo iba a quedar entre gallos y medianoche como algunas leyes que se dan mientras
el pueblo duerme, pero el programa de televisión Mira quién habla, de Cecilia
Valenzuela, destapó la olla, es decir la canasta.
Divulgó
que cada canasta con que el Niño Jesús, nacido en un pesebre, alegraría la
navidad de los congresistas peruanos, debía contener productos del más alto
lujo, como corresponde a su alta embestidura (vale).
Dijo el
diario La República que “en el Congreso, el destape del programa de TV “Mira
quién habla” ha caído como un balde con agua helada a los 'padres de la patria'”.
Rosa
Bartra, brazo derecho de la Luz que no ilumina el hemiciclo, salió a defender
el premio navideño. En una fiesta santa como la navidad, “no se debe satanizar”
la canasta bendita, dijo.
Canasta de altralujo de 920 soles |
Para
ella la canasta de 920 soles, era un estímulo por el arduo trabajo de otorongo (ver más abajo elogio del otorongio de Alejandra Cruz),
por escuchar las barbaridades matonescas que se escuchan cuando se trata de
imponer algo por la fuerza.
Becerril,
cuándo no, denunciado por ajustar el puño cuando le pedían un aumento para la
pensión de su hijo, dijo que recibirá su canasta, “si está en el marco de la
ley”.
Gorgojo,
expresó su pensamiento y la barajó al estilo de Alan García, cuando le pidieron
una palabra sobre la canasta, es decir sí cuando se quiere decir quizá o quizá
cuando se debe decir no..
“Es una
anécdota”, dijo y prosiguió con seriedad “yo hablo de política”. Le faltó decir
que la canasta no es política, dejen la canasta donde está.
Odiosa comparación entre canastón y canastita |
Yonhy
Lescano también comentó: “Las canastas pueden estar sobrevaloradas” y anunció,
cual Condorito, que exigirá un explicación, pues no se justifica comprar una
canasta a tan alto precio.
Alberto
de Belaunde, del oficial partido Peruanos Por el Kambio, y las legisladores del
izquierdista Frente Amplio, Marisa Glave e Indira Huilca anunciaron que no
recibirán la canasta navideña. Intentan salvar la cara del nido de otorongos.
¿Dónde está ese Barrón para que nombre una vez a los pobres viejitos? Les hace mucha falta por
lo menos para decir que una canasta de
congresista 2016, de 920 soles, serviría dividirla en canastitas de 80 soles, o
de 50 para no pegarla de angurrientos, para alegrar por lo menos a 18 jubilados-pensionistas
cuya pensión está congelada desde hace años y fija en promedio de 400 soles.
PosData
– Permítame incluir algunas frases de algo que acabo de leer en la Contra de La
República, bajo la firma de Alejandra Cruz, que describe por qué un congresista
debe disfrutar de lo que disfruta gracias a los votos de todos los peruanos.
Pobres congresistas... |
Alejandra
Cruz escribe: “Érase un Congresista sin nadita que comer sino una canasta navideña
de casi mil soles con papa, arroz, aceitunas, cóctel de frutas, dulces,
duraznos y panetón. Bebía vino tinto, champagne y whisky 12 años y el pobre no
encontraban qué comer ni qué beber.
“Y ese
Congresista no tenía ni un ranchito en dónde vivir, fuera de un despacho y una
casa grande con su jardín. Nadie, nadie lo ayudaba sino dos asesores, un
técnico, un asistente, un auxiliar y un coordinador.
“Nunca
tuvo en qué sentarse, solo una curul más dorada que un altar con mucha seda y
mucho olán por la que recibía una remuneración mensual de S/ 15,600 y dos
gratificaciones. Y el pobre nunca tuvo una cama en qué dormir, solo la que
compró con la asignación por desempeño de S/ 7,614.
“El
pobre tampoco nunca viajó, solo conoció del Perú lo que le alcanzó con los S/
15,600 por gastos de instalación. Y del país tampoco salió, apenas a los
destinos que a él y a sus amigos legisladores visitaron gastando S/ 3'061,200.
“Se
murió del mal de arrugas, ya encorvado como un tres de tanto adaptarse para
encajar por cuanto partido político tuvo que pasar. Y este pobre Congresista al
morir no dejó ni una reforma o ley que hubiese aportado de verdad, pero en su
testamento constaban onzas, joyas, tierras, casas, ocho gatos y un turpial.
“Duerma
en paz y Dios permita que logremos disfrutar las pobrezas de ese pobre
congresista y morir del mismo mal.
Gracias, Alejandra.
(Imágenes
de La República, Mira quién habla de WilaxTV)
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