La
conmovedora historia
del heladero
mexicano
de las
calles de Chicago
Fidencio Sánchez, quien pasó toda su vida en la pobreza como vendedor de helados por
las calles del barrio latino La Villita de Chicago, ahora sí podrá jubilarse, a
los 89 años, ya no con los 3 000 dólares que eran su ilusión sino con ¡380 mil
dólares!
La foto promovió su jubilación |
El
abrupto cambio en la vida de don Fidencio, el heladero de la calles de Chicago,
se debe a una conmovedora campaña emprendida por un hombre, Joel Cervantes García,
a quien “se le rompió el corazón” ver al anciano encorvado empujando su carrito
y escuchó sus campanillas característica para ofrecer las “Paletas Poncho” que
vendía.
La agencia
BBC Mundo, que hace un relato de la cruzada humanitaria en favor de Fidencio,
informa hoy que “unas 17.000 personas de 52 países juntaron más de US$380.000
para el inmigrante mexicano oriundo de Chalcatzingo, Morelos, en el centro sur
de México”.
Añade
que “Fidencio Sánchez comenzó a vender paletas en 1993” y que “desde entonces
cada verano carga su carrito diariamente con 300 helados durante el verano y
sale a venderlos”.
Joel Cervantes celebra el éxito de su cruzada |
Gustavo
Londeix, de glondeix@muy.com.ar
difundió por su parte en muy.com.ar que Fidencio “llegó a Estados Unidos en busca de trabajo
y una mejor vida que estuvo llena de esfuerzos, contratiempos y sinsabores”.
Refiere
que “su salida laboral la encontró empujando un carrito de helados. Con una
marca bien autóctona: Poncho. Allí iba Fidencio, empujando su carrito y tocando
la campanita. Y ganando lo necesario para vivir. De ocho de la mañana a ocho de
la noche. Muchos años atrás lo ayudaba su esposa, pero su estado de salud ya no
se lo permite”.
Pero
todo cambió cuando Joel Fernández García, “alguien vio a ese hombre encorvado,
casi al borde de los 90, empujando con gran esfuerzo el carrito”.
Un acto de solidaridad humana le cambió la vida |
“Se
conmovió. Se acercó al anciano y le compró helados por un valor de 50 dólares.
Mucho más de lo que vende por día el hombre. Era una pequeña ayuda”, recordó
Londeix.
Joel tomó
una foto Fidencio empujando su carrito y
decidió iniciar su cruzada, subió la imagen a Facebook e inició una campaña.
Solo quería 3.000 dólares para el anciano.
Pero la
respuesta superó sus expectativas. Para el 13 de setiembre, la suma había llegado
a 170 mil dólares y, hoy, de acuerdo con el informe de BBC, se alzó a 380 mil
que le fueron entregados en un cheque al anciano heladero.
El
sencillo acto de entrega de la donación se desarrolló en el local de Paletas
Poncho.
Ahora sí, a los 89, la vida le sonríe |
Fidencio se emocionó y dijo: "Vender paletas parece fácil, que no es cansador. Un
hombre me dijo que era trabajo de flojos. Quiero verlos cargar un carro con
paletas y salir a vender para que vean si es de flojos".
La BBC
refirió que “hace rato que Sánchez quería jubilarse. De hecho, dada su avanzada
edad y su salud, había dejado de salir con su carrito, pero en julio y a los 89
años, volvió a las calles a vender paletas (helados) luego de que su única hija
y sostén de la familia muriera”.
"No
da para trabajar más. Cada día me canso más y ya no me da el cuerpo",
dijo.
Ahora,
según un comentario periodístico, podrá no solo jubilarse en óptimas condiciones,
sino comprarse la empresa para la que trabajaba.
(Imágenes de BBC Mundo, muy.com.ar, Univisión)
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