Periodista
de Arequipa
le
descubre dos discursos
sobre
la minería informal
La
buena memoria y la acuciosidad de la periodista Zenaida Condori Contreras, le
permitieron descubrir cómo el candidato de Alianza Popular (Apra–PPC), miente con
todos sus dientes, cuando se trata de conseguir una promesa de votos y salir
del congelamiento en que la opinión ciudadana lo tiene.
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| ¿Busca más bosques depredados? |
Así,
Condori informó en el diario La República, edición del sur que Alan Gabriel
Ludwig García Pérez trata de atrapar el rico filón del voto minero y cual nuevo
“comeoro” quiere dejar trabajar a los mineros ilegales aunque arrasen con la naturaleza.
“Alan
García ha querido coquetear con la minería informal del país”, escribió Zenaida, y refiere que “en
una reunión que sostuvo con sus dirigentes en enero pasado, grabó un video
donde hace una serie de promesas que en esencia significan desactivar el actual
proceso de formalización. Claro está, si sale elegido presidente en las
próximas elecciones”.
“Allí
García dice: ‘Quiero agradecerles mucho la visita que me hacen en esta mañana
los dirigentes de los pequeños mineros y de la minería ancestral que están en
una grave situación. Quiero ratificarles mi compromiso, que es la necesidad del
país, de dejarlos trabajar. No se puede criminalizar, no se puede perseguir a
quienes dan empleo y a quienes aprovechan, en difíciles circunstancias, los
recursos de nuestro país’, indicó”, escribió Condori.
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| Dice que acabará con leyes 'criminalizantes' |
Añade
que García prosiguió: “Por consiguiente, desde que lleguemos al gobierno, vamos
a terminar con esas leyes criminalizantes
y volveremos a tener plazos de
formalización de acuerdo a los mineros. Les compraremos sus productos para que
no sean sometidos al agio y evitar que la Sunat siga haciendo de las suyas y
martirizando a los que están dando empleo en el Perú”.
Así fue
la santa palabra de Alan Gabriel Ludwig en esa ocasión. Pero Zenaida recordó
que el mismo personaje dijo también en agosto de 2013 otras santas palabras, “cuando
el Gobierno de Ollanta Humala amplió el plazo de la formalización de los
mineros, por dos años más (del 2014 al 2016)”.
Condori
dice que “García fue muy duro con sus críticas a la gestión presidencial. En su
cuenta de Twiter, @AlanGarciaPeru, escribió: “El
gobierno se rinde ante la mafia del oro informal y en los 5 años se habrá (sic)
destruido otras 50 mil hectáreas de la
Amazonía”.
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| García dijo: "...no son pobres... son hampones con millones" |
“Los
capos del oro ilegal no son pobres. Son hampones, ricos con millones, con
dragas, camiones, tractores y contactos políticos”, añadió en otro tuit para no
dejar dudas de su doctrina de defensa de la naturaleza.
Recordó
su gobierno y clamó: “Creamos el Ministerio de Ambiente y con la Marina
dinamitamos dragas y bloqueamos la entrada a las zonas en peligro. Hoy
retroceden”.
Ahora
bien, ¿a quién creerán los mineros informales, “ancestrales” o “ilegales”? ¿Al
Alan Gabriel Ludwig de agosto de 2013 que despotricaba contra el gobierno de
Humala o al que quiere agarrar los votos de los mineros informales?
La
periodista se pregunta “¿Qué pasó con García? ¿Por qué cambió de discurso?”.
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| También habló del tema en su universidad |
Porque,
recalca Condori, “en septiembre de ese mismo año, en una mesa de debate en el Instituto de
Gobierno de la Universidad San Martín de Porres, (Alan Gabriel Ludwig) dijo que
la minería informal daña la economía del país”.
Y las
palabras del dos veces expresidente fueron esta vez: “... La minería informal e
ilegal, la que destruye el medio ambiente, la que socava los suelos y al mismo
tiempo evade los tributos. Los cálculos son distintos, pero son miles de
millones de dólares los que anualmente se pierden por la incapacidad de llegar
a estos centros informales de minería para recabar los impuestos que deberían
pagarse...”.
Eso
dijo. Pero sabe que para llegar a la presidencia, lo que es harto dudoso vista la
pobreza de su llegada a las masas, necesita de hartos votos y los mineros
ilegales los tienen.
La
acuciosa Zenaida Condori señala que Alan Gabriel mueve la lengua en tantas
direcciones porque los mineros informales representan “no solo un problema
social, sino también votos”.
El
Gerente Regional de Energía y Minas, Vladimir Bustinza, en Arequipa, le dijo
que “hay un promedio de 40 mil informales que laboran en distintos yacimientos clandestinos y a nivel
nacional son 200 mil. Se estima que cerca
de medio millón de personas vive de esta actividad”.
Ya se
ve pues, que no es amor al chancho, con perdón de la palabra, sino a los
chicharrones informales o ilegales a los que Alan llama cariñosamente “ancestrales”.
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