En
medio de aplausos
lo
recibieron en acto
del
Club de Periodistas
Una vez
más, el periodista Teófilo Caso Oré, “Don Teoca” para sus amigos y colegas
cercanos, retornó a los predios gremiales periodísticos entre aplausos durante un
acto en que el Club de Periodistas del Perú, entronizó una célebre foto del
protagonista de este segundo regreso.
Reviviendo un episodio de hace 43 años |
La
imagen describe el momento en que sus colegas del diario Correo de Lima, lo
alzan en hombros a su llegada al aeropuerto Jorge Chávez, cuando tras días de
ausencia, retornó de México, adonde viajó de polizón en la aeronave que llevaba
rumbo al exilio, a la viuda del presidente Salvador Allende, de Chile, que
acababa de ser derrocado y muerto, durante el golpe militar de Augusto Pinochet.
Pues
bien. El sábado 20 tuvo lugar el emotivo y conmovedor reencuentro de Don Teoca
con sus colegas de antaño, después de varios años durante los cuales, se
mantuvo alejado a causa de una dolencia producto de un accidente.
El
presidente del Club, César de los Heros, y el decano del Colegio de periodista del Perú, Max Obregón, recordaron la hazaña de Teófilo Caso,
cuando poco después del golpe de los militares pinochetistas contra Allende, un
avión llevaba rumbo al exilio en México, a su viuda, Hortensia Bussi.
Esa misma tarde, en la redacción de Correo, hicimos planes para ir, terminada la
jornada, a la sede de la Federación de Periodistas del Perú (FPP), donde
cada viernes había espectáculo musical en el piso 10, en que estaba el gran
comedor institucional.
Don Teoca junto a su hija Giannina y su nieta Adriana |
Era el
viernes 21. Cuatro días antes el golpe militar de Augusto Pinochet acabó con la
democracia de Chile. A través de la radio y despachos de las agencias
noticiosas, nos enteramos de que la viuda de Allende había sido deportada a
México y su avión haría una escala técnica en el aeropuerto Jorge Chávez.
En la
mesa en que estábamos, con Teófilo Caso y otros colegas, tomamos el pisco sour de
“apertura de la noche” y conversábamos sobre la situación de Chile. Don Teoca
tenía la misión de entrevistar a la viuda de Allende en el aeropuerto.
De
pronto, una o dos horas después, ya no vimos más a Teófilo. Se hizo humo y supusimos
que había ido a cumplir su misión, pero le reprochábamos el no haberse
despedido.
Al día
siguiente, Carlos Hidalgo Pallete, jefe de informaciones, me preguntó por el “cholo
Caso”. Le conté que habíamos estado en la FPP y que de pronto desapareció. Las
horas avanzaban en la redacción y Don Teoca no aparecía ni llamaba para disculpar
su ausencia.
Hidalgo
dijo que Caso no había cumplido su misión y luego algo así como “puede ser un
buen periodista, puede que lo necesitemos, pero no podemos soportar más
indisciplinas”.
Entrevistada en pleno vuelo |
Conversé
con algunos colegas y nos preocupamos por la suerte de Teófilo. Estábamos
seguros de que al hacerse presente la empresa lo recibiría con su carta de
despedida.
El domingo
nos enteramos de que Don Teoca no estaba en el Perú, sino en México. Los
teletipos repiqueteaban la entrevista, que en pleno vuelo, el periodista
peruano Teófilo Caso le había hecho a la viuda de Allende. La agencia The
Associated Press traía el despacho fechado en México.
No
alcanzábamos a comprender cómo había sido posible que Don Teoca burlara la
severa vigilancia policial en el aeropuerto, mucho más estrecha por tratarse de
un avión en que viajaba la viuda del presidente muerto, y que provenía de un
país que vivía un golpe de estado.
Foto de hace 43 años, para siempre en la sede gremial |
Lo
demás es historia conocida. En ese su primer retorno, Don Teoca fue recibido
con bulliciosos aplausos y el cariño de sus colegas que lo alzaron en hombros,
como pocas veces ocurre con personajes populares en los fríos predios del
aeropuerto.
Con Don
Teoca habíamos compartido antes, mesas pantagruélicas en Arequipa, y más tarde tareas
en Correo y en la Associated Press, donde nos peleábamos cotidianamente con el
gringo Monte Hayes, nosotros en el afán de formar un sindicato y el gerente empecinado
en botar gente para que no hubiera el número suficiente de trabajadores para
hacerlo. Don Teoca duró más tiempo que yo en la AP.
El
último sábado, Don Teoca también disfrutó de un nuevo retorno a los gremios periodísticos
después de una larga ausencia por enfermedad. Junto a él estaban sus hijos Geraldo
y Giannina y su nieta Adriana.
Como
nosotros hace 43 años, cuando aún duraba su ausencia, ellos no se explicaban
-¿o quizá sí?- por qué su padre y abuelo, se convirtió con solo su presencia,
en el personaje de esa tarde festiva, durante la cual recibió aplausos y
abrazos con que sus colegas saludaban su nuevo retorno.
¡Bienvenido,
Don Teoca, está usted nuevamente en casa!
1 comentario:
Buen día, señor Luis. Soy un periodista de Huancayo y hace mucho tiempo vengo buscando a don Teoca para una entrevista para un libro, no sé si me podría ayudar en contactarlo. Mi correo es: evillanuevabas@gmail.com y mi cel: 995370376.
Muchas gracias!
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