La censura
denunciada por
La República
demuestra cuán
valioso
es el respeto a la red
Ya era
evidente desde el comienzo del siglo que frente a los tres poderes oficiales y
el Cuarto Poder constituido por la prensa, se erigía sin permiso de nadie, un
quinto poder que usaba las armas que la cibernética le proporcionaba, para
legar a la velocidad de la luz a sus destinatarios y crear una corriente de
opinión pública que ya la quisieran los políticos más cuajados en busca de
audiencias o respaldos.
Inmediata y enérgicva reacción |
El
incidente del diario La República y Facebook, a causa de la suspensión de la red de usuarios que sigue al periódico –cerca de
800 mil– y denunciada de inmediato como un acto de censura frente a un hecho de
indudable interés público, como es el seguimiento e investigación de delitos
cometidos por familiares de la exprimera dama de la dictadura de Alberto
Fujimori y actual candidata presidencial, fue una demostración de cuán valioso
debe ser el respeto por la opinión pública expresada a través de la red.
En
algún momento la red convocó a miles de personas –recuérdese la “marcha de los
pulpines” que se trajo abajo una ley– y en otros ha doblado el brazo de
políticos, legisladores o gobernantes, que intentaban dar o dieron un mal paso y
los obligaban a caminar derecho.
Hasta
antes de este extraoficial Quinto Poder, los poderes tradicionales –Ejecutivo,
legislativo y judicial– aceptaron de buena o mala gana la existencia del Cuarto
Poder constituido por la prensa, tanto que el innombrable dictador de los años
90 hizo todo lo posible para captar a su favor, vía millonarios sobornos, el favor
de medios de comunicación cuya opinión y titulares pagó con el dinero de todos
nosotros.
Destapó la cara de la corrupción |
Frente
a ese episodio que duró varios y vergonzosos años, se erigió el Quinto Poder de
las redes, a través de las cuales el hombre y la mujer comunes podían expresar
su opinión en torno a asuntos públicos o simplemente familiares o amicales.
Lo
mejor es que se trata de un Poder insobornable, según se ve a la luz de las
experiencias vividas y según las cuales la opinión pública tiene una resonancia
tan inmediata y efectiva que hasta los propios gobernantes y postulantes a
serlo, lo escogen como herramienta para sus fines.
Es
saludable que un medio de comunicación de tanto prestigio y solidez
periodística como La República, haya salido al frente de inmediato para
denunciar una censura que se pretendió materializar mediante el uso de una
supuesta violación de los principios que rigen a la red. Además, ha tenido el respaldo, no solo de usuarios de las redes sino de destacados personajes de indiscutible solvencia moral.
Respaldo de respetados personajes |
Es
también una advertencia que nos obliga a pensar que la opinión o investigación de
un medio o de una institución, puede verse maniatada por una “denuncia” de
personas –así lo han hecho los partidarios del corrupto régimen dictatorial de
los 90– que recurran a señalar una inconducta ética cuando se trata de un
asunto de interés público como el que desarrolló La República sobre la
corrupción desarrollada por el régimen de Fujimori, cuyos autores quieren
mantenerse en la impunidad.
Los
ciudadanos tenemos, pues, en nuestras manos, la posibilidad de utilizar ese Quinto
Poder, para hacernos escuchar, para expresar nuestras opiniones y lanzar
nuestra crítica. Por eso, tenemos que cuidarlo y defenderlo. (Luis Eduardo
Podestá).
(Puede ver también El Quinto Poder ya está
con nosotros – Podestá te cuenta 30 de mayo de 2010)
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