Fue la vieja cárcel
de Siglo XX,
cuya puesta en valor
inició
la Municipalidad
provincial
Los viejos muros de la
vieja Cárcel de Siglo XX, con apariencia y estilo de castillo medieval sin la antigüedad de estos,
oscurecidos por la contaminación ambiental y el descuido, y que alguna vez albergaron a
delincuentes comunes y a presos políticos de las dictaduras de turno, volverán
a brillar con el esplendor del sillar natural,
gracias a un proyecto de remodelación y limpieza que ha emprendido la
Municipalidad Provincial de Arequipa.
Un castillo medieval en el centro de Arequipa |
Por de pronto, la
municipalidad ha emprendido la limpieza total de los muros exteriores con una
inversión de 359 mil soles, según refiere el periodista Óscar Pareja en el diario Correo de Arequipa, al describir una tarea que estará terminada en los dos próximos meses.
Podría ser el
comienzo del proyecto que anunció el año pasado el alcalde provincial, Alfredo Zegarra,
y según el cual, el castillo será recuperado mediante la “reconstrucción de los
accesos, pasadizos, callejuelas, torreones y estabilización de la muralla”.
El objeto es que la
vieja cárcel se convierta en museo, biblioteca, sala para exposiciones de arte,
salón de convenciones y otros ambientes al servicio de la cultura.
Elegante torreón, serio contraste con el vecindario |
Se estima que el
costo de esta conversión será de unos 15 millones de soles, refirió Alfredo
Zegarra quien está seguro de financiar 10 millones del total a través de obras por
impuestos, de acuerdo con lo que Zegarra le comunicó al periodista.
La cárcel de Siglo XX
es un edificio lleno de historia. En junio pasado cumplió 110 años de azarosa
existencia, pues nadie se ocupó de las reparaciones que precisaba luego de
sufrir los efectos de numerosos movimientos sísmicos.
En la esquina que da
a las calles Santa Rosa y Corbacho, en la esquina este del edificio, fue fusilado
Víctor Apaza Quispe, la única víctima de la pena de la pena de muerte con que
entonces, setiembre de 1971, se castigaba a los criminales.
Al pie de este torreón un reo fue fusilado |
La muerte de este
reo sirvió de algo, porque –recuerda Pareja– “a cinco días del
fusilamiento de Apaza Quispe (con sentencia cuestionada), el presidente del
Perú, general Juan Velasco Alvarado, abolió la pena de muerte en el país”.
Allí también eran
depositados, cada vez que se le ocurría que era tiempo de inventar un complot contra la estabilidad de su gobierno, numerosos presos políticos de la
época del dictador Manuel Odría en la década de los años 50 del siglo pasado,
víctimas de la ley de seguridad interior de la república que se dio entonces.
Algunos se quedaban
meses o años en las celdas de Siglo XX, según el nivel político, intelectual o
sindical del detenido, y otros solo estaban de paso por allí, porque su destino
era Lima, la Penitenciaría o Panóptico en cuyo terreno se levanta hoy el hotel
Sheraton, el Sexto o el Frontón.
Proyectan convertirlo en joya de la cultura |
Sin duda, y si se hace
abstracción de los sufrimientos que miles de seres humanos, con justicia o sin
ella, padecieron entre los altos y ciclópeos muros de la cárcel de Siglo XX, el bello edificio es
una joya arquitectónica que ha sabido sobrevivir al tiempo y a la indiferencia.
Y muy bien que hoy
las autoridades de Arequipa sientan una real preocupación y hagan esfuerzos por
la recuperación del Castillo de Siglo XX -ya no la cárcel, ni el alojamiento
del INPE ni de la desaparecida Guardia Republicana-, para convertirlo en la herencia
de una generación que tenía la convicción de lo majestuoso y lo construyó en
pleno centro de la Ciudad Blanca.
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