Hasta 2014 se habían
formulado
más de 16 mil denuncias
contra
las monjas por abusos
sexuales
Todo el horror que
miles de niños vivieron durante años en un orfanato católico de Dublín, Irlanda, quedó al descubierto cuando una de sus pensionistas denunció a través
de un libro los abusos sexuales que las monjas a cargo del instituto cometían contra
niñas de pocos años.
La casa de los horrores era orfanato católico (Foto InfoNews) |
Un informe de BBC Mundo señala que “la iglesia católica en Irlanda ofreció compensaciones
financieras a cambio de que las víctimas guardaran silencio” y que “el
gobierno de Irlanda estableció un comité especial para fijar compensaciones a
las víctimas de abuso, con la condición de que no hablaran públicamente de lo
ocurrido”.
Precisa que “para
diciembre de 2014 se habían recibido 16.626 denuncias, de los cuales 15.527
obtuvieron compensación financiera” y que los costos del proceso se elevaron a
215 millones de dólares para conseguir el silencio de las víctimas.
Quien rechazó la
compensación financiera a cambio del silencio, fue “Irene Kelly” (nombre
supuesto para proteger su verdadera identidad), quien soportó durante años el
maltrato y los abusos a que las monjas la sometieron y al salir escribió un
libro sobre la realidad del orfanato y recibió tratamiento especializado para
recuperar su vida normal.
Más de 16 mil niños abusados (Foto Getty-BBC) |
"Cuando el
comité se formó hablé por primera vez. Fue la primera vez que sentí que podía
dejar todo atrás y seguir con mi vida, y que todo el mundo se enteraría de lo
ocurrido", dijo Irene a la BBC.
"Esperaba que me
dijeran 'lo sentimos', pero nada de eso ocurrió. El comité no estaba diseñado
para eso. No había ni siquiera apoyo para las mujeres. Me enfurecí tanto que
dije en la última reunión: no estoy aquí por dinero. No quiero su maldito
dinero. Lo único que quiero es una disculpa". Pero nada pasó, añadió la
agencia de prensa del Reino Unido.
"Yo era como una
niña rechazada. Iba de hogar de cuidado en hogar de cuidado. Fue una niñez muy
dura. Cuando llegué al orfanato vi crueldad más allá de lo que podía imaginar. Fui
parte de un grupo de niñas y arribamos en la mañana”, refirió Irene.
"Nos desnudaron
para revisarnos. Ahí estaba esa monja con una gran olla que contenía una cosa
blanca y una brocha. Nos pintó de pies a cabeza con una suerte de loción, en
caso que tuviésemos piojos o algo así".
Una monja del orfanato parece arrepentida (Foto Gette-BBC) |
"Luego nos
llevaron a desayunar, y nos dieron avena. Pero era una avena con grandes
grumos. Me dieron náuseas y vomité. Me sentí físicamente enferma. Y de repente
me dieron un manotazo en la cabeza y escuché un grito que me dijo: ¡Cómetela
toda! Ese fue el primer día".
Irene Kelly vivió en
el orfanato de la iglesia católica desde cuando tuvo seis años, hasta cuando
cumplió 11, en la década de los años 60.
Irene refirió que
todo “era un caos”, los bebés lloraban siempre “por dolor o por hambre o porque
querían que alguien los cargara", y cuenta que una vez la llevaron a la
guardería y “ahí fue donde comenzaron a abusarme sexualmente”.
“Llegó un punto donde
ya no podía aguantar más esa situación. Así que un día decidí meter mis dedos
dentro de un enchufe de corriente. Lo único que recuerdo es que desperté y
estaba un doctor al lado de mi cama. El doctor me preguntó por qué lo había
hecho. Yo le dije que por toda la crueldad y el dolor. Y una monja me
interrumpió y le dijo al médico: "se lo dije, esa niña es un demonio. El
diablo está dentro de ella".
Abuso de seres indefensos (Foto Getty-BBC) |
Para ella, la Iglesia
católica debería estar avergonzada de lo que ha ocurrido porque “han destruido
la vida de tantas generaciones de niños. Nunca quise una familia, ni casarme o
tener niños, porque para mí el mundo era un sitio cruel", refirió.
Dice que “con la
ayuda de consejeros ha aprendido a dejar atrás lo vivido” y solo espera una
disculpa de la iglesia. El apoyo de los consejeros ha dado resultados, para “liberar
a la pequeña niña que sufrió en el orfanato de ese pasado, y disfrutar ahora de
su familia”.
Irene tiene ahora una
hija, "Jennifer Kelly", quien cuenta que su madre ha cambiado desde
que las sesiones con los consejeros comenzaron, publicó la BBC.
Jennifer refiere que "fue
la primera que vez escuché lo que había pasado. Entonces comprendí que cuando
mi mamá fue dura conmigo, esa experiencia había tenido algo que ver, y que lo
había hecho porque no sabía cómo comportarse. Y lo hizo para que no me enterara
de lo que le había pasado".
Comenta que "ahora todo está muy bien en nuestra relación y los últimos dos años han sido
buenos".
Irene es autora de un
libro titulado "Pecados de una Madre", donde cuenta toda su
experiencia en el orfanato de Irlanda, concluye el informe.
(Imágenes de Getty
difundidas por la BBC Mundo e InfoNews)
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