Una vedette con
carnet
de periodista merced
a la
benevolencia de su
canal
Nota del editor –
Ante el asombro de propios y extraños al periodismo, la vedette Susana Díaz, más
conocida como Susy Díaz, excongresista de la República, cargo al que llegó
merced a un campaña publicitaria en que mostraba el número 13, número de su
candidatura, en una nalga, se “tituló” de periodista vía una credencial que le
proporcionó graciosamente, el Canal 2 de TV, cuyo director periodístico es
Augusto Álvarez Rodrich, economista también convertido en periodista por la
costumbre de escribir. Le doy la bienvenida al periodista –él sí– Edwin
Sarmiento Olaechea, quien, en la colaboración que se publica seguidamente, pone
los puntos sobre las íes en una cuestión harto embarazosa que surgió en la
dictadura de Arberto Fujimori y que la ceguera legislativa mantiene hasta hoy.
Gracias, Edwin por tu colaboración.
Por Edwin Sarmiento Olaechea
Edwin Sarmiento, el autor |
A no ser por las
redes sociales, no me habría enterado que hoy el diario La República había
publicado una columna escrita por el economista Augusto Álvarez Rodrich en la
que él sustenta su peculiar punto de vista sobre cómo ve el periodismo y qué se
requiere para ser periodista. En verdad, no le podemos exigir mucho, porque él,
para decirlo en su propia expresión, no es del oficio. No es periodista. No se
ha formado para serlo, tampoco se ha forjado, en la práctica, como tal. Podrá
ser un buen comentarista de hechos políticos, quizás un agudo analista de temas
económicos, o ser un líder de opinión, como se acostumbra decir en estos
tiempos de globalización. Pero, periodista, en su connotación más plena, no lo
es. Veamos.
Si a Álvarez Rodrich
lo contratasen como reportero, que es donde se ve, en los hechos, el perfil del
verdadero periodista y lo incluyeran en un cuadro de comisiones para ir a
buscar la noticia, acudir a la fuente, tomar nota al paso, consultar otras
fuentes para cruzar su información, ordenar su material periodístico, retornar
a su medio y escribir lo solicitado, yo dudaría de su trabajo. No porque
escriba mal, no porque no le ponga empeño, sino porque no lo veo preparado para
ser reportero; es decir, para ‘olfatear’ por dónde está la noticia y
‘levantarla’, como debe ser, además con la presión del tiempo que siempre está
en contra. Quizás él piense que sí lo puede hacer, como está convencido que
Susy Díaz, también lo puede hacer, puesto que él considera que el oficio de
periodista solo depende de lo que decida el medio que lo contrata. Nada más.
El ilustre economista
cree que todo es sencillo, porque él, seguramente, no advierte que hay diversos
géneros en el periodismo, cada uno de ellos con sus particularidades, y que no
solo se trata de saber escribir un editorial o una columna periodística, en los
cuales él se desarrolla más o menos bien. Y digo esto de ‘más o menos’ porque,
por suerte, provengo de ese periodismo de hace cuatro décadas, acostumbrado a
leer a columnistas de la talla de Manuel d’Ornellas, Paco Moncloa, Hernán
Aguirre Gamio, Enrique Chirinos Soto, Paco Igartua y un largo etcétera.
Postuló con éxito al Congreso |
Como Álvarez Rodrich
no se ha formado, profesionalmente, para periodista, le será difícil entender
que la bailarina Susy Díaz no está preparada para ejercer el oficio de
periodista. Podrá tener otras cualidades, pero no la de reportera, porque no se
preparó para ello. Y se equivoca el economista cuando considera que para ser
periodista solo basta con la decisión autónoma de la empresa que desee
contratar a quien le plazca, para ejercer este oficio. Entonces, si esto es
así, cerremos todas las Facultades de Ciencias de la Comunicación o de
Periodismo de las universidades del país. Expulsemos a sus profesores de las
aulas universitarias, para dar paso a la voluntad libérrima de los empresarios,
dueños de empresas periodísticas, que sí pueden definir quiénes pueden ser o no
periodistas.
Quizás, ahora,
estemos en mejores condiciones de entender mejor por qué él avaló la entrega de
un carné de periodista a la vedette, en su condición de director periodístico
de Frecuencia Latina, canal 2, para la que trabaja.
Cree que el carnet hace al periodista |
Y como él cree que
cada medio puede contratar, por ejemplo, para temas de farándula a una vedette
o para que comente fútbol a un futbolista, siguiendo su lógica, no sería
extraño que para temas policiales pueda él contratar al policía que, en sus
momentos libres, se dedica a cuidar bancos; para casos de salud, a médicos que
estén dispuestos a dedicarle un tiempo al oficio; para la sección judicial, a
jueces jubilados o en vías de serlo; o en la sección política del medio donde
trabaja, puedan, algún día, incorporar como redactores a los congresistas Josué
Gutiérrez, Jorge Rimanachín, Martín Rivas, entre algunos, cuando estos dejen el
Parlamento. Los colegas de La República están advertidos.
La "periodista" y la protesta del Colegio de Periodistas |
No es, pues, serio ni
responsable justificar la osadía de convertir a la señora Díaz en periodista de
la noche a la mañana, sin entender que, en las condiciones actuales, es una
broma de humor negro contra el periodismo. Hasta resulta ofensivo, por su ligereza.
No me imagino cómo reaccionaría el Colegio de Economistas, si a algún
empresario se le ocurriera contratar a la señora Díaz para funciones propias de
un economista, solo porque ella dice saber cómo se maneja la economía de su
hogar, o al empresario, estar en su derecho libérrimo de contratarla.
Seguramente, en este caso, el señor Álvarez Rodrich protestaría de inmediato y
con justa razón. ¿O no?
(Edwin Sarmiento Olaechea).
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