No es
de jora sino de guiñapo,
maíz
procesado con humedad
y
convertido en bebida símbolo
En la
Tercera Fiesta de la Chicha que tendrá lugar este viernes en la Plaza de Armasde Arequipa, competirán más de 25 picanterías –restaurantes populares típicos– que pondrán ante el paladar del
público sus respectivas chichas –la bebida tradicional de los Incas–, que tendrán como denominador común haber sido
hecha de maíz procesado en un tradicional ciclo de humedad.
Porque
no es cualquier hierba la que se utiliza en la elaboración de la chicha
arequipeña, sino el maíz morado franco y escogido para servir como columna
vertebral de una buena chicha. Los expertos lo dirán porque el común de las
gentes solo la degustará y sentirá verdadero placer cuando “su frescura pase
por el guargüero”.
Para
elaborar una verdadera chicha arequipeña, es necesario comenzar por el maíz. Debe
conseguirse maíz morado para iniciar el proceso que –dicen algunos sabios de la
historia– demoró cientos de años en lograr el sabor, textura y fermentación de
hoy.
Hay que escoger bien: maíz morado |
Lo
fundamental es que la capa de maíz morado de unos dos a tres centímetros de
espesor, se extienda a lo largo del depósito.
Hay que abrigar al maíz
Los
expertos –también los hay en el quehacer chichero– extienden luego una cubierta
de yute humedecida en agua natural sobre la capa de maíz para “abrigarlo” de
las condiciones climáticas reinantes en el entorno. Algunos dicen que es mejor
extender encima una capa de paja humedecida.
Se puede conseguir en los mercados |
Cuando
se halle en este estado, el maíz debe ser extraído del poyo y ponerse a secar bajo
el sol directo todo el tiempo que sea posible, antes de ser machacado, no
molido y convertido en harina. Solo machacado para que mantenga su vigor,
dicen.
Este es
el guiñapo –aunque los antiguos y los tradicionalistas prefieren llamarlo “güiñapo”–
que se emplea en la elaboración de la chicha. Debe someterse a una cocción
durante determinado número de horas.
No confundir chicha de guiñapo con chicha de jora |
Agregado de azúcar rubia
Cuentan
que durante la Conquista, los españoles agregaron a la antiquísima bebida inca,
el detalle de azúcar porque les pareció demasiado ácida. De todas maneras, las
picanteras de hoy prefieren agregarle azúcar rubia sin refinar.
Saludable y exquisita |
Mientras
tanto, los restos del guiñapo se extraen del fondo del depósito para formar una
maza que servirá para alimentar chanchos, conejos y aves, cuya carne será la
más sabrosa que todas las producidas por sistemas masivos de crianza. Ya se
sabe por qué.
Bueno,
es chicha de guiñapo, –no diga de jora, por favor, que no lo es– con algunas
variantes concordantes con la inspiración de los fabricantes, será la que se
servirá en el Tercer Festival de la Chicha, donde todo concurrente recibirá un
vaso gratuito como cortesía de la casa.
Y ya
sabe. Son por lo menos 25 casas que exhibirán su producto por lo que debe
preparar estómago para 25 vasos… y quizá algunos más.
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