Stephen
Hawking contra la teoría
de que
esos torbellinos cósmicos
tragan
todo y no devuelven nada
Los
terroríficos agujeros negros que las galaxias tienen en su interior como una
maldición y que ejercen una tan fatal atracción que hasta la luz se curva para
desaparecer cuando caen en ellos, no existen, o por lo menos, podrían ser el medio
de transporte hacia otro universo.
Nuestra Vía Láctea gira alrededor de un agujero negro |
El
astrofísico más famoso de los tiempos actuales, el británico Stephen Kawking,
acaba de corroborar en una conferencia sustentada en Estocolmo, Suecia, lo que
afirmó hace semanas en un artículo en la revista científica Nature que ha
causado sensación no solo en el mundo científico.
En Nature (International weekly journal of science), Hawking afirmó que “los agujeros
negros no existen, o por lo menos, no como pensábamos hasta ahora”.
Hawking postula que sí hay escape de un agujero negro |
Hawking
contradijo la teoría según la cual “no hay escape de un agujero negro”, pero
acentuó que “según la teoría cuántica, la energía y la información sí puede
salir de allí”.
Caer en un hueco y salir en otro universo
"Si
caes en un agujero negro, no te rindas. Hay una salida”, dijo Hawking en su
charla de Estocolmo y agregó que “los agujeros negros no son tan negros como se
pintan. No son prisiones como se creía. Las cosas pueden salir de un agujero
negro al exterior y, posiblemente, lo hagan en otro universo", según la
versión publicada en Clarín, de Buenos aires.
Hawking prueba un vuelo sin gravedad |
De hecho,
los astrofísicos han dedicado las últimas décadas a investigar “qué sucede con
la información relacionada con la muerte de una estrella que acaba formando un
agujero negro” y por qué mientras “la mecánica cuántica defiende que la
información no puede ser destruida, la relatividad general sostiene que debe
serlo, lo que produce la paradoja de la pérdida de información”.
La
nueva teoría de Hawking “que avanza en un concepto que ya había esbozado el año
pasado al afirmar que "los agujeros negros no existen", puede
resolver esta paradoja.
Postuló
en Estocolmo que "la información no se almacena en el interior del agujero
negro como era de esperar, pero sí en sus límites, en el horizonte de sucesos,
de donde la información puede escapar".
Un agujero negro propio
El conocimiento
del comportamiento de esas misteriosas formaciones cósmicas, no puede ser ajeno
a nuestra realidad cercana, ya que la Tierra se encuentra en el punto medio,
entre el corazón de la Vía Láctea, nuestra galaxia hogar donde existe un enorme
agujero negro, y el borde de ella.
A medio camino entre el borde y el agujero negro |
En un
artículo publicado en National Geographic de diciembre de 2010, el escritor
científico Ken Croswell, señalaba que todas las estrellas de la Vía Láctea “giran
alrededor de aquel agujero negro” denominado Sagitario A*.
Nuestro
Sol, añadió Croswell, se encuentra a 27 mil millones de años luz del centro de
la galaxia y tarda 230 millones de años en dar una vuelta alrededor de aquel
hueco negro que, calcula, ha engullido a la fecha más de cien mil estrellas.
Pero
los huecos negros, y el Sagitario A* no es la excepción, no solo engullen
material cósmico. También devuelven algo y Croswell estima que desde que se
formó la galaxia, hace unos 13,200 millones de años, nuestro agujero negro “puede
haber expulsado un millón de estrellas”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario