Está dividida
entre Alemania
y
Polonia por el río Neisse
Görlitz,
Alemania y Zgorzelec, Polonia, son una misma ciudad dividida en dos por el río
Neisse que la cruza y forma su frontera desde 1945, como resultado de la nueva
configuración política de Europa, después de la Segunda Guerra. Para
llegar a Zgorzelec basta cruzar el puente Freundschaft (Amistad) sobre el río
Neisse, que corre apacible en dirección al norte.
El río Neisse convertido en frontera |
Allí
había en otros tiempos, me cuenta un poblador del Görlitz alemán, una garita de
vigilancia con guardias armados de lo que fue la República Democrática de
Alemania (RDA) controlada desde Moscú y era necesaria la presentación de
documentos para pasar de uno a otro lado.
Hoy la
frontera es libre y los ciudadanos del Görlitz alemán y de Zgorzelec polaco
cruzan a cualquier hora en una u otra dirección, a veces solo para sentarse en
un restaurante en la orilla derecha del río y disfrutar de platos y cerveza
polacas o a veces para simplemente sentarse en la banca de un parque al otro
lado de la frontera.
Calle de Görlitz, como la vieron hace siglos |
La
historia cuenta que Görlitz no sufrió la destrucción causada en otras ciudades
alemanas –como la cercanaDresde, por ejemplo– y quedaron a salvo sus más de 4000
monumentos históricos arquitectónicos y al parecer, la ciudad quedó casi sin
grandes transformaciones desde sus orígenes según da cuenta un primer documento
escrito de 1071, como refiere el investigador Frank Vater en su libro “Görlitz,
una ciudad de muchos rostros”.
Por la
enorme cifra de monumentos que posee, Görlitz es considerada como “el área monumental
más grande de Alemania” cuya imagen urbana corresponde al periodo “gótico
tardío renacentista”.
La orilla polaca de Görlitz llamada Zgorzelec |
Como
consecuencia de la Segunda Guerra, Alemania perdió la zona oriental de Görlitz
que quedó en poder de Polonia y muchos pobladores del área alemana perdieron
sus posesiones y debieron emigrar al otro lado del río y establecerse como
nuevos ciudadanos de un país también dividido.
El
Görlitz de hoy es una comunidad turística cuya población hasta hace dos años
era de 54042 y no ha dado muestras de incrementarse. Tiene mucho que mostrar, sobre
todo la amabilidad de sus pobladores, sus coches tirados por caballos, sus
calles por donde no ha pasado la ola renovadora de la modernidad y que se
conservan como hace nueve o diez siglos.
Apacible Görlitz nocturno |
Aún la
gente Görlitz respeta viejas tradiciones como cortar un tronco entre dos recién
casados para simbolizar que un matrimonio debe ser el esfuerzo de dos para que
sea duradero y feliz. Y en un viejo restaurante un mesero apaga la luz repentinamente y le cuenta la historia de un herrero que ahuyentó al diablo en este mismo local hace no más de 200 o 300 años.
Así,
pues, Görlitz, la ciudad más oriental de Alemania, para muchos pobladores y
visitantes, la más hermosa, exhibe sus monumentos restaurados como fueron planeados
y realizados por sus autores en su exacta originalidad, hace más
de 500 años, entre ellos fachadas de edificios decoradas con esmero y especial
sentido estético que se muestran en todo el viejo centro.
Viejo pasaje en medio de la ciudad |
Aunque
muchos señalan que en la ciudad no hay jóvenes porque la juventud prefiere emigrar a otras ciudades –debido a que no tiene
universidad– Görlitz es calificada por técnicos en turismo como una “ciudad
maravillosa, joven y acogedora”, donde es posible una vejez respetada y
tranquila.
Görlitz pertenece al estado de Sajonia, está a 201 metros sobre el nivel del mar,
tiene un área de 67.22 kilómetros cuadrados en su centro tradicional y se ha extendido hacia el oeste, en
modernos y elegantes barrios residenciales. (Luis Eduardo Podestá).
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