Criticó
en Tacna las fiestas con
alcohol
y le retrucan que cobra
charlas a 30 soles por persona
No
había terminado el obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua, Marco Antonio
Cortez, de disparar una severa reprimenda sobre los 120 mayordomos de otras
tantas fiestas de la cruz, por el alcohol y los bailes que corrían en la ocasión, cuando
Albino Cruz, organizador de la fiesta en el pueblo de Intiorko le reclamó por el
desmedido cobro de 30 soles por persona, por ofrecerles charlas sobre la fe.
La bendición de las cruces en Tacna |
Así lo
informó la edición local del diario La República, a través de su corresponsal
en Tacna, quien señaló que el religioso “lanzó una fuerte reprimenda a la
feligresía que participa de la festividad religiosa de las cruces. Esto en
alusión al consumo de alcohol y otros excesos que se dan en el marco de esta
fiesta”.
El
corresponsal informó que asistieron a la catedral de la ciudad heroica 120
alferados (nombre que se da a los mayordomos o devotos encargados de la
organización de la festividad) para que el prelado bendiga las cruces a las que los
pueblos rinden homenaje en estas semanas de mayo, en el cumplimiento de una antigua
tradición.
Fue
allí, en la homilía de la misa durante la cual se bendijeron las cruces, que Cortez
emitió el severo discurso en que acentuó que "depende de ustedes que no
los tilden de paganos. La Iglesia no es supermercado de objetos religiosos. No
se alquila, ni venden (sic). Celebramos con el mejor espíritu de fe, que se
expresa en fiesta, pero esta fiesta y baile, no son la razón de la Cruz", señaló
Cortez, de acuerdo con la versión del diario.
Una tradición muy arraigada |
El
informe dice que “los alferados concordaron con el obispo”, pero “sin embargo,
pidieron que no se cobre las charlas que
les imparten para asumir ese papel.
Un devoto resultó respondón |
Más
claro fue el mayordomo de Intiorko: “El cobro de 30 soles por persona por tres
charlas es elevado. Por las misas que se hacen por cruz, no nos quejamos porque
siempre se da una colaboración", declaró Albino Contreras, en alusión a las
contribuciones de los fieles de cada pueblo para pagar la misa,
En los
pueblos andinos, donde la fiesta de la cruz se halla muy arraigada, los
mayordomos invitan a un sacerdote para que oficie una misa y participe en la
procesión, cuando no tienen un capellán propio en su templo.
Todos
los gastos son responsabilidad del mayordomo o alferado. Si este es una persona
o familia pudiente, dispone de sus propios fondos para que la fiesta sea mejor que el año
anterior, pero si se trata de alguien que carece de fortuna, debe recurrir a la
organización de determinadas actividades en el curso del año precedente, a fin
de acopiarse los dineros que implica pagar la festividad religiosa, la misa, la procesión, la "entrada de ccapo" y la fiesta en que abundan la comida y el licor.
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