jueves, 14 de mayo de 2015

Javier Romero nos acaba de dejar

Fue exalumno del glorioso
Independencia y participó
en la heroica gesta de 1950

Aunque Javier Romero García (76 años) padecía de una larga enfermedad renal, cuando una de sus hijas me dio la noticia de su desaparición ayer 13 de mayo, sufrí un impacto enorme porque fue uno de mis más preciados amigos y uno de mis colegas periodistas que será difícil de olvidar.

En Cuarto Poder, preocupado por los problemas del gremio
Cuando él cursaba el segundo de secundaria en el Colegio Nacional de la Independencia Americana de Arequipa, se produjo la huelga de junio de 1950 y aunque él, como estudiante del Internado, estaba sometido a un especial régimen de disciplina, participó en el movimiento, cuando fuerzas policiales ingresaron en un intento fracasado de desalojar al alumnado.

Aquí hizo Relaciones Públicas
Cuando me tocó presidir la Federación de Periodistas del Perú (FPP), Javier me acompañó en numerosas actividades con una voluntad extraordinaria. Fue colaborador de la Revista Primera Plana, cuyo plantel directivo integró en el cargo de Relaciones Públicas.

Años atrás, durante mi gestión como Secretario General del Centro Federad de Periodistas de Lima, Javier fue colaborador de la revista Cuarto Poder, editada en 1982 por la institución de los periodistas de la capital, y escribió artículos impactantes preocupado por los problemas gremiales de los colegas.

Estuvo interno en sus años de estudiante del colegio Independencia y como tal se alojaba en lo que fue el salón de actos del plantel, convertido en dormitorio, mientras se construía el pabellón del internado en el lado sur del edificio.

Fue desde la azotea en construcción de ese pabellón donde vio morir a un obrero encargado de cuidar las obras, a causa de un balazo de la policía durante la refriega que la policía libró contra los estudiantes en huelga el 13 de junio de 1950, en un acontecimiento que es relatado en sus detalles por el autor de esta nota en su libro Cuatro días de junio.

Javier, colaborador en tareas del gremio
¡Cuánto hay que hablar y escribir sobre Javier Romero! Fue periodista de Radio Juliaca en la ciudad del mismo nombre, funcionario del Banco Internacional esa ciudad y en Lima, donde integró su plana de Relaciones Públicas.

Esta nota, Javier, no termina aquí. Solo cumple el deber sagrado e irrenunciable de ofrecer un abrazo a tu esposa Silvia, a tus seis hijos, Doris, Yunia, Eduardo, Rocío, Rubén y Mariela Romero Carpio, y a tus nietos. 

Mis escasas y breves palabras no alcanzarán a elevar tu enorme estatura de hombre cabal, de ser humano lleno de bondad y amistad que entregabas sin medida a todos quienes tuvimos el honor de pasar por algunos de los días de tu vida. (Luis Eduardo Podestá).



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