Presentó
constancia de
vivir
en distrito que no
era
el suyo en Arequipa
El
alcalde del distrito de Quequeña, al sureste de Arequipa, José Palomino
Aguilar, fue sentenciado a cuatro años de prisión efectiva por delito de fraude
procesal, consistente en presentar información falsa para inscribirse su
candidatura en 2010, consistente en recibos de alquiler fraguados y hasta una
constancia del gobernador.
Presentó constancia de domicilio fraguada |
El
juez Marco Herrera, de un juzgado unipersonal, precisó en su resolución que la pena se imponía luego de probarse
que tanto Palomino como sus cuatro exregidores mintieron en las hojas de vida
que presentaron al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) el 2010.
Fueron
sentenciados junto a Palomino Reynaldo Vilca, Rogelio Arcco, Sonia Ramos y
Néstor Gallegos, exregidores de Ququeña, a quienes se impuso una pena
suspendida de cuatro años, y al pago solidario de 60 mil soles como reparación
civil.
Por
complicidad en el delito de Palomino fueron sentenciados a tres años de prisión suspendida, Senobia Paucar, Mariano
Quispe, Lorenza Mendoza y Gavino Ayala. Los dos últimos facilitaron la
documentación, como contratos de alquiler y constancias, a Palomino y sus
regidores.
Distrito histórico al sureste de Arequipa |
Los
dueños de casas inhabitables dieron los recibos de alquiler y el exgobernador
del distrito les otorgó constancia domiciliaria.
En
su defensa, Palomino y sus coacusados argumentaron que hubo error en los
contratos que consignaron una dirección confusa, Buenavista en lugar de Bellavista,
pero el juez no les creyó. La sentencia les será aplicada luego que la Sala
Superior la ratifique.
Casos
como ese se cocinaron en las elecciones a
montones en diversos lugares del país, pero que se sepa, el juez Marco
Herrera, es el primero en aplicar una sentencia contra los candidatos mentirosos
que engañan al Jurado Nacional de Elecciones en hojas de vida mentirosas.
La historia recuerda a sus mártires |
Quequeña,
antiguamente un distrito campesino, tiene un lugar especial en la historia
patria. Allí fueron fusilados seis ciudadanos acusados de dar muerte a un sargento
y un soldado chilenos que intentaron la violación de una pobladora, durante la guerra
que Inglaterra libró contra el Perú con Chile como herramienta, en 1879.
La
represalia no se hizo esperar, y las fuerzas invasoras capturaron indiscriminadamente a todos los
hombres de Yarabamba y de Quequeña, unos 30 en total, escogieron a seis y los
fusilaron mientras los demás recibieron cien azotes en la plaza principal.
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