Familia
del pintor enjuicia
a electricista por robo y él
jura que fue pago de servicios
El
electricista jubilado Pierre Le Guennec, de 71 años, poseedor de una fortuna en
pinturas por un valor de unos 60 millones de euros, que dice haber recibido
como regalo del famoso pintor cubista Pablo Picasso en pago de sus servicios,
se enfrenta hoy martes a un tribunal de Grasse, en el sureste de Francia,
acusado de robo por los herederos del artista.
Una fortuna en pinturas de Picasso en su garage |
La
acusación, que denuncia el robo de 271 obras de Picasso y alcanza a la mujer de
LeGuennec, fue formulada por Claude Picasso, hijo de Pablo Picasso, quien en
2009 recibió “una extraña carta” acompañada de veinte fotografías.
Estaba
firmada, dice el diario El Confidencial, por “un electricista retirado, Pierre
Le Guennec, (hoy) de 71 años, que decía guardar en su casa nada menos que 271
pinturas, dibujos, bocetos y collages sin catalogar del padre del cubismo y le
pedía ayuda para certificar legalmente su autenticidad”.
Una de las obras "regaladas" |
El
periódico añade que “unos meses después Claude recibió otra tanda de fotos, en
esta ocasión más detalladas, que le permitieron contrastar fechas, trazos y
temas” lo que indicaba que el electricista no mentía por lo menos en parte.
Dijo
Claude Picasso que las obras “parecían ser de su padre, en efecto, elaboradas
probablemente a principios del siglo XX”, pero que “la historia de su
adquisición cojeaba”.
Por su
lado, Irene Hernández Velasco, describió en el diario El Mundo de España, la sorpresa
que causó en 2010, cuando salió a luz el hecho de que “un electricista francés
jubilado llamado Pierre Le Guennec y su esposa, Danielle, habían guardado
durante 37 años en el garaje de su casa en Mouans-Sartoux (en Alpes-Maritimes),
como si tal cosa, nada menos que 271 obras de Picasso, entre las que se
incluían seis óleos de pequeñas dimensiones, 28 litografías originales,
grabados, collages, cuadernos de dibujo..”..
Sus hijos aseguran que era generoso... pero cuidadoso |
En su
descargo, Le Guennec ha señalado que en los años 70s instaló “un sistema de
seguridad en la casa de 35 habitaciones en Notre-Dame-de-Vie en la que Picasso
vivía entonces y que había acabado haciéndose amigo del artista”.
La
amistad con Picasso llegó a tal punto que “un día este decidió regalarle un
puñado de obras”, dice Hernández., quien añade que el electricista “no había
dado importancia a esas obras y las había almacenado en el garaje, pero en
2010, enfermo y viejo, había decidido hacerlas autentificar para dejar a sus
dos hijos las cosas en orden antes de morir”.
Según
El Confidencial, “Le Guennec aseguraba que se las regalaron Picasso y su
segunda esposa, Jacqueline Roque, cuando trabajó para ellos siendo joven”.
El diario
consigna que “el hijo sostiene que (el electricista) miente, que se regala un
cuadro o dos pero no 270 e insinúa que el hombre las sustrajo del abarrotado
estudio de su padre poco a poco”.
Otro de los cuadros "regalados" |
De ser
cierta su historia, dice Claude, el anciano electricista no habría mantenido en
secreto las obras –valoradas en más de 60 millones de euros– durante casi cuatro décadas, justo el tiempo
necesario para que el posible delito prescriba tanto en la jurisdicción civil
como en la penal.
Maya,
hija de Picasso y parte civil en el
proceso junto a los herederos del pintor, declaró a una emisora de radio
francesa: "Mi padre nunca habría regalado un conjunto así a Le Guennec.
Siempre que hacía regalos los elegía con cuidado y los dedicaba y firmaba. Es
imposible".
El electricista,
que se ha mantenido cauto, dijo al diario Liberation de Francia, con resignación:
"Que pase lo que tenga que pasar".
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