viernes, 15 de agosto de 2014

La fiesta ‘nacional’ de Arequipa

Festejan con entrada
de ccapo a la antigua e
inspección de puente

Cada habitante de Arequipa y los miles que están de viaje o asentados definitivamente en el exterior, festejaron a su manera el 474° aniversario de la fundación española de la ciudad.

Quienes viven en su ciudad asistieron masivamente a los actos programados por las autoridades que, como en el pasado más lejano, asistieron al primer capítulo de la fiesta que se titula “entrada de ccapo” que ya no solo se disfruta en los distritos campesinos sino en el corazón de la ciudad.

Entrada de ccapo marca el comienzo de la fiesta
La entrada de ccapo –arbusto silvestre que crece en las alturas y seco es utilizado como combustible para cocinar con sabor mistiano– se practica desde tiempos inmemoriales en una forma que no debe ser olvidada por los modernos habitantes de la Ciudad Blanca.

El burro o una tropilla de estos pasivos animales es el protagonista y, sin saber qué hace en la plaza de armas, se presenta cargado de ccapo, que su amo descarga, amontona en un lugar especialmente elegido y le prende fuego, mientras bebe con sus amigos chicha y anís en cantidades navegables.

Participación masiva en todas las edades 
Luego de la inmensa hoguera de ccapo , se viene la serenata en plena Plaza de Armas, que estará llena de bote en bote. Los más afortunados tendrán un lugar en los balcones pero la mayoría disfrutará la música bailando en los pasillos de la plaza.

El puente Chilina

El presidente regional, don Juan Manuel Guillén Benavides prefirió pasar la víspera de la fiesta en inspección de cada tramo del emblemático –para estar a tono con los colegios de un expresidente a quien llaman ahora narcoindutor– puente Chilina, que facilitará el desplazamiento por vías elevadas de espectacular diseño, de los pobladores de cinco distritos.

Guillén prefirió celebrar en el Puente Chilina
Durante su visita, Guillén comprobó que la obra, que será inaugurada en noviembre próximo, se encuentra avanzada en un 78 por ciento.

Por qué don Juan Manuel prefirió apartarse de los actos protocolares acompañado por su familia más cercana, su esposa Nora y su hija Sofía, y sus funcionarios de confianza, para disfrutar de lo que será su obra cumbre es un misterio, pero la periodista Zenaida Condori Contreras dijo en su informe del diario La República que ellos “festejaron el aniversario de Arequipa en el puente Chilina”.

El puente Chilina será la obra cumbre de Guillén –por algo se invierten en él 254 millones de soles– y sus beneficios alcanzarán a los habitantes de los distritos de Miraflores, Alto Selva Alegre, Yanahuara, Cerro Colorado y Cayma, al descongestiona las actuales vías de ingreso al centro histórico de la ciudad.

La comunidad en el exterior

Y en el exterior cada quien se las arreglará para pasarla lo mejor posible.

El magistrado supremo arequipeño Ramiro de Valdivia Cano tuvo a bien convocar a una misa de homenaje a la virgen de la Asunción y a la ciudad de Arequipa en su aniversario, en la capilla del Palacio Nacional de Justicia.

Misa en homenaje a la Asunción y a Arequipa
El coro de voces y guitarras que ha formado para ocasiones solemnes actuó con disciplina y gran calidad de interpretación de los himnos religiosos y de los pasajes de la ceremonia y al final invitó a los presentes a entonar fervorosamente el Himno de Arequipa.

Al mediodía, los magistrados y funcionarios arequipeños del Poder Judicial se reunieron en un almuerzo de camaradería en el restaurante Quepay, que como su nombre lo proclama, se especializa en comida mistiana. Allí se dieron el abrazo de cumpleaños de la ciudad.

En otros lugares de Lima abrieron desde temprano las picanterías acreditadas que pusieron lo mejor de su menú arequipeño, en que brillaban el rocoto relleno, el adobo de chancho, el chupe de camarones y otras mil exquisiteces que uno disfruta solo cuando se sienta en una larga mesa frente a desafiantes vasos de chicha, donde beber hasta los portales es una religión.

Las picanterías hacen la fiesta (Óleo de Núñez Ureta)
En las residencias familiares también las amas de casa se preocuparon por recordar sus experiencias culinarias y agasajar a sus miembros, esposos, hijos, parientes cercanos o lejanos, vecinos de confianza o recién conocidos que se pusieran al alcance de sus mesas, con alguno de los platos de aquella cocina que no se olvida.

Bueno es que la fiesta de aniversario de Arequipa no haya perdido, a pesar de sus 474 años, la esencia de las tradiciones que han enriquecido su especial carácter y que constituyen el orgullo de su gente, transmitidas de generación a generación ahora y más adelante durante los siglos que vendrán.


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