Festejan
con entrada
de
ccapo a la antigua e
inspección
de puente
Cada habitante
de Arequipa y los miles que están de viaje o asentados definitivamente en el
exterior, festejaron a su manera el 474° aniversario de la fundación española
de la ciudad.
Quienes
viven en su ciudad asistieron masivamente a los actos programados por las
autoridades que, como en el pasado más lejano, asistieron al primer capítulo de
la fiesta que se titula “entrada de ccapo” que ya no solo se disfruta en los
distritos campesinos sino en el corazón de la ciudad.
Entrada de ccapo marca el comienzo de la fiesta |
La
entrada de ccapo –arbusto silvestre que crece en las alturas y seco es
utilizado como combustible para cocinar con sabor mistiano– se practica desde
tiempos inmemoriales en una forma que no debe ser olvidada por los modernos
habitantes de la Ciudad Blanca.
El
burro o una tropilla de estos pasivos animales es el protagonista y, sin saber
qué hace en la plaza de armas, se presenta cargado de ccapo, que su amo
descarga, amontona en un lugar especialmente elegido y le prende fuego,
mientras bebe con sus amigos chicha y anís en cantidades navegables.
Participación masiva en todas las edades |
Luego
de la inmensa hoguera de ccapo , se viene la serenata en plena Plaza de Armas,
que estará llena de bote en bote. Los más afortunados tendrán un lugar en los
balcones pero la mayoría disfrutará la música bailando en los pasillos de la
plaza.
El
puente Chilina
El
presidente regional, don Juan Manuel Guillén Benavides prefirió pasar la
víspera de la fiesta en inspección de cada tramo del emblemático –para estar a tono con los
colegios de un expresidente a quien llaman ahora narcoindutor– puente Chilina,
que facilitará el desplazamiento por vías elevadas de espectacular diseño, de
los pobladores de cinco distritos.
Guillén prefirió celebrar en el Puente Chilina |
Durante
su visita, Guillén comprobó que la obra, que será inaugurada en noviembre
próximo, se encuentra avanzada en un 78 por ciento.
Por qué
don Juan Manuel prefirió apartarse de los actos protocolares acompañado por su
familia más cercana, su esposa Nora y su hija Sofía, y sus funcionarios de
confianza, para disfrutar de lo que será su obra cumbre es un misterio, pero la
periodista Zenaida Condori Contreras dijo en su informe del diario La República
que ellos “festejaron el aniversario de Arequipa en el puente Chilina”.
El
puente Chilina será la obra cumbre de Guillén –por algo se invierten en él 254
millones de soles– y sus beneficios alcanzarán a los habitantes de los
distritos de Miraflores, Alto Selva Alegre, Yanahuara, Cerro Colorado y Cayma,
al descongestiona las actuales vías de ingreso al centro histórico de la ciudad.
La
comunidad en el exterior
Y en el
exterior cada quien se las arreglará para pasarla lo mejor posible.
El
magistrado supremo arequipeño Ramiro de Valdivia Cano tuvo a bien convocar a
una misa de homenaje a la virgen de la Asunción y a la ciudad de Arequipa en su
aniversario, en la capilla del Palacio Nacional de Justicia.
Misa en homenaje a la Asunción y a Arequipa |
El coro
de voces y guitarras que ha formado para ocasiones solemnes actuó con
disciplina y gran calidad de interpretación de los himnos religiosos y de los
pasajes de la ceremonia y al final invitó a los presentes a entonar fervorosamente el Himno de Arequipa.
Al
mediodía, los magistrados y funcionarios arequipeños del Poder Judicial se
reunieron en un almuerzo de camaradería en el restaurante Quepay, que como su
nombre lo proclama, se especializa en comida mistiana. Allí se dieron el abrazo
de cumpleaños de la ciudad.
En otros
lugares de Lima abrieron desde temprano las picanterías acreditadas que pusieron
lo mejor de su menú arequipeño, en que brillaban el rocoto relleno, el adobo de
chancho, el chupe de camarones y otras mil exquisiteces que uno disfruta solo cuando
se sienta en una larga mesa frente a desafiantes vasos de chicha, donde beber
hasta los portales es una religión.
Las picanterías hacen la fiesta (Óleo de Núñez Ureta) |
En las
residencias familiares también las amas de casa se preocuparon por recordar sus
experiencias culinarias y agasajar a sus miembros, esposos, hijos, parientes
cercanos o lejanos, vecinos de confianza o recién conocidos que se pusieran al
alcance de sus mesas, con alguno de los platos de aquella cocina que no se
olvida.
Bueno
es que la fiesta de aniversario de Arequipa no haya perdido, a pesar de sus 474
años, la esencia de las tradiciones que han enriquecido su especial carácter y
que constituyen el orgullo de su gente, transmitidas de generación a generación
ahora y más adelante durante los siglos que vendrán.
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