Unas cuantas frescas del
Premio Nobel en la entrevista
que le hiciera Pedro Escribano
Nota del editor – La entrevista fue hecha por el editor
cultural del diario La República, Pedro Escribano y fue publicada en el
suplemento Domingo del 29 de diciembre. Las
frases que siguen han sido escogidas en cuanto a su
valor intrínseco, político, literario, de actualidad, ambiental y sin ánimo de molestar a nadie, salvo error u omisión. Pero creo que no
solo han producido escozor sino verdaderas ronchas.
Responde con el látigo |
Pedro Escribano escribe: “Todo está claro –me dice el premio
Nobel mientras observa la serenidad del océano–. Días atrás había mucha niebla,
pero hoy está hermoso y pueden verse las islas. Todo está muy nítido”.
Escribano, entrevistador |
El padre de Javier (Silva Ruete, a quien dedica su novela El
héroe discreto) era un médico muy querido en Piura y pertenecía a esa raza
especial que son los apristones. Su padre no era aprista, pero había sido
compañero de Haya de la Torre. Había estudiado medicina en Trujillo, entonces
lo había conocido y era apristón, esos amigos de Haya de la Torre, vecinos,
cercanos al partido. Por eso creo que Javier tuvo siempre muy buenas relaciones
con los apristas.
Escribano pregunta ¿Se subió alguna vez a un piajeno (burro
en el lenguaje popular de Piura)?
Vargas Llosa responde: (Risas) Sí, hombre, muchas veces.
Si todos somos ladrones…
Creo que todavía no tenemos muy sólidos nuestros valores,
tenemos todavía una tolerancia muy grande a la corrupción. Pensar que la
corrupción es congénita al poder y que no va a haber manera de librarse de
ella, yo creo que es una actitud que favorece mucho al crecimiento de la
corrupción. Hay la idea de que nadie es ladrón si todos somos ladrones, nadie
es corrupto si todos somos corruptos, y esa actitud es muy negativa porque no
hay una sanción moral contra la corrupción. A veces hay sanciones penales, pero
esa sanción moral, ese rechazo al corrupto no tiene suficiente fuerza como en
países donde hay valores más arraigados y sólidos. Creo que es uno de los
problemas que tenemos.
Creo que la narrativa peruana está en muy buen pie. Están
apareciendo jóvenes escritores interesantes.
De hecho, yo no recuerdo que el Perú haya tenido en el
pasado la imagen tan positiva que tiene hoy en día, como un país seguro para
invertir, que está creciendo, que está dando una batalla exitosa. Eso es
verdad, eso está ocurriendo en el país. Hay cosas que son muy negativas sin
ninguna duda, hay escándalos y está muy bien que haya, felizmente, una libertad
de prensa total que permite que todos los escándalos salgan a la luz y sean
objeto de críticas muy violentas. Pero a mí, el presidente Ollanta Humala no me
ha defraudado.
Uno de los grandes problemas... |
La educación es un problema muy serio como hemos visto
ahora, por la calificación de PISA, que indica que ese es uno de los grandes
problemas del Perú, que hay que abordar con resolución e inteligencia, porque
no es solamente cuestión de inversión, es un problema puramente cualitativo. La
educación es el campo en el que está cojeando más nuestro país.
En todos los países democráticos se pone siempre un límite a
la concentración de medios porque, potencialmente, la concentración de medios
constituye un peligro para la democracia.
Cierto sector de la prensa cree que el fujimontesinismo
todavía está en la estructura del aparato del Estado. Está el caso López
Meneses. El fujimontesinismo estuvo en el poder diez años, fue un poder
enormemente corrupto, fue un poder que robó de manera enloquecida, hay que
acordarse de eso. Y eso es un poder que permite infiltrarse en todos los organismos del Estado, entonces, esa es una
realidad en el Perú, no se ha hecho una limpieza radical, profunda.
Tres exmandatarios: dos investigados, uno preso |
(La investigación de expresidentes) Habla bien del Perú. ¿Eso
ocurría cuando la época de Fujimori, Velasco, Odría? Eso no ocurría. Los
escándalos se tapaban porque había miedo y un poder que podía controlar los
medios. Hoy nadie tiene miedo, hoy se denuncian los reales o presuntos delitos
y son objetos de investigaciones periodísticas a veces muy radicales y eso es
muy bueno para el Perú. Lo que es malo es que el gobierno esté tan
absolutamente acorralado por los medios y que parezca en un momento dado no
tener capacidad de respuesta a la ferocidad de las críticas.
Fujimorismo, una gran catástrofe
Desgraciadamente, tenemos un Parlamento muy pobre, que hemos
visto que en todas las encuestas que se hacen no tiene credibilidad, que solo
una muy pequeña minoría piensa que realmente el Parlamento, que es una institución
tan fundamental en la democracia, está capacitado para enfrentar los grandes
problemas del Perú y darles respuesta.
Me acuerdo de lo que representó el fujimorismo, que creo que
ha sido una de las grandes catástrofes que ha tenido el Perú. Afortunadamente,
es una cosa del pasado, creo que el fujimorismo en un futuro cercano no va a
volver al poder en el Perú. Creo que hoy día hay suficientes reservas democráticas
y anticuerpos contra lo que representó el fujimontesinismo…
Reaccionario, intolerante, fanático |
Escribano le habla sobre las prédicas dominicales del
cardenal Cipriani. Vargas Llosa responde: El cardenal Cipriani representa a la
Iglesia más reaccionaria, intolerante, fanática y, entonces, hay que desear que
la nueva política del Vaticano llegue al Perú también.
Sobre si conoció a Nelson Mandela: No, pero visité la cárcel
donde estuvo 27 años y donde, en un acto absolutamente extraordinario cambió de
manera de pensar y decidió que eran los métodos pacíficos los que podían traer
la justicia a su país, y que había que actuar de tal manera, que los blancos no
se fueran sino se quedaran una vez que se instalara la democracia.
Escribano: Borges dijo “quiero descansar en Suiza”, ¿usted
quiere descansar en Londres?
Vargas Llosa: Yo lo que quiero es llegar lúcido hasta el
final trabajando con la pluma en la mano, escribiendo, creo que esa sería para
mí la manera ideal de despedirse de esta vida.
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