Un
libro profusamente
ilustrado
evoca el hablar
‘loncco’
de Arequipa
Como
se trataba de un volumen de 10 por 15.5 centímetros permanecía en un exilio
involuntario, apartado de los libros de tamaño normal. Felizmente, una revisión
de fin de año lo descubrió y me trajo a la memoria al profesor, humorista,
caricaturista y creador del conocidísimo “Pasaporte de la República Independiente deArequipa”, Willy Galdos Frías, mi condiscípulo de la escuela primaria.
Portada del "diccionario de characatismos" |
El
título real del libro es Diccionario Gráfico del Lenguaje Loncco y llena 200
páginas con otros tantos vocablos e ilustraciones, algunos de los cuales le
regalo en esta nota porque sé que los nostálgicos y querendones de la campiña
de Arequipa que se resiste a irse, van a leer con renovada satisfacción y van
a buscarlo porque debe estar en
circulación en las librerías de la Blanca Ciudad.
Willy, el autor de characatismos |
“Según
la Real Academia de la Lengua Characatense” proclama un subtítulo de la portada
para que no quede duda de su origen, en la portada en blanco y negro.
Bueno,
vamos al grano, como diría un dermatólogo, según una frase histérica de mi
amigo Marcelo Martínez, a quien usted también lee en esta página.
Galdos
Frías inaugura su diccionario con el término “acolpachado: persona que se
abriga demasiado para protegerse del frío”, pero como no voy a reproducir el
libro entero, haré una selección arbitraria confiado en mi modesto conocimiento
de algunos vocablos y su significado, en mi memoria y sobre todo en el hecho de
que esta página es mía.
Respecto
a ese primer término, por ejemplo, critico con crueldad, que Willy no diga
simplemente “acolpachau”, con acento prosódico en la última sílaba, como lo pronunciaría un
“loncco” que se respete, pero en fin…
Yo digo que debió decir "accoccayau" |
Prosigo:
Accoccayado: “Objeto oxidado, un cuchillo por ejemplo”. Además, Willy enriquece
cada palabra y su significado, con un ejemplo: “¡Pucha! ¡Qué cuchillo pa’
accoccayado!”.
Insisto
en que debió decir “accoccayau”, pero puede responderme que, como lo digo un
poco antes, el libro es suyo y con él puede hacer lo que le dé la gana. Y como
quiero evitarlo, porque es mi amigo, haré la selección respetando sus propios
términos y allá usted, si lo aplaude o lo critica. Yo ya lo aplaudí y lo
critiqué.
Más
adelante, no necesariamente a continuación, encuentro: “Ancana: depósito para
tostar granos”. Y luego la reflexión de Willy: “¡Qué rico quedó el tostau en mi
ancana!”
Ancana, tostadora de maíz y otros granos |
Vale
la pena una mera descripción de la ancana. Se trata de un depósito de barro que
tiene forma de cueva, por cuya boca se ingresan los granos que se quiera tostar,
por lo general maíz, para hacer el socorrido “tostau”, que era en mi tiempo la
lonchera del escolar. Bastaba un bolsillo lleno de “tostau” y media “chuga” de chancaca,
para el refrigerio de media mañana, disfrutado en la hora del recreo.
Media chuga de chancaca |
La
palabra “chuga” no ha merecido los honores del diccionario de Willy Galdos, y tampoco
la encuentro en el de la Real Academia Española, por lo que deduzco que se trata de un
término originario de la campiña arequipeña.
Creo que el Diccionario Gráfico del
Lenguaje Loncco merece algo más que esta breve nota, y prometo solemnemente que será el comienzo de otras
varias, en que le haré conocer algunos vocablos del hablar campesino de la Ciudad Blanca, con el adicional comentario,
arbitrario repito, del editor de esta página.
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