La palabra ajena (IV)
Claudia Cisneros, periodista |
Nota del editor – El comentario siguiente, de la pluma de la
periodista Claudia Cisneros, fue publicado originalmente en la sección de opinión del diariola República y advierte sobre el riesgo para la libertad de expresión que
entraña la ley que lleva el apodo de un congresista periodista, Alberto
Beingolea, quien no se distingue por sus buenos modales. Claudia explica aquí por qué dicha ley debe ser observada por el
presidente de la República. Leámosla, reconozcamos que ha sido una llamada de
atención sobre un asunto vital para la democracia y la libertad individual y roguemos para que su invocación llegue
a tiempo a los oídos presidenciales.
Presidente: No firme la Ley Beingolea
Por borrar o cambiar cualquier archivo en cualquier
computadora, tú, yo o el Presidente de la República podemos terminar 6 años en
prisión si el gobierno no observa y devuelve la llamada ley contra ciberdelitos
(Ley Beingolea) que acaba de ser aprobada el 12 de setiembre.
Así de absurdo
como se lee, así de absurdo es como está escrito en este remedo de ley.
Otra
perla de esta ley: si usted tiene o usa una base de datos de alguna persona o
más en su computadora, un mailing list en tu blog o si eres una agencia de
medios, puede ser condenado a la cárcel 5 años!
Si dices algo en tu FB, twitter
o algún comentario en la red, que pueda ser considerado discriminatorio, lo
cual ya es delito y está bien que lo sea (fuera o dentro de internet) pero es
absolutamente desproporcionado y absurdo que la discriminación sola se castigue
con la misma pena (4 años) que la violencia por discriminación.
Una raya más al Congreso |
Además, tal
como está redactada, cualquiera que exprese un punto de vista político
controvertido podría enfrentar cargos criminales.
Aunque se conoce como la Ley Beingolea –porque se aprobó en
la Comisión de Justicia presidida por Beingolea– el proyecto original fue
presentado por Juan Carlos Eguren (PPC), y pese a los cuestionamientos y al
propio reconocimiento de Beingolea de que contenía errores, la Ley nunca fue
retirada y se aprobó en su comisión en setiembre del 2012.
Durante exactamente
un año, nadie se acordó de esta Ley, o por lo menos eso parecía a los ojos del
público, pero al parecer esto estaba urdiéndose por detrás. De pronto, el
jueves 21 de setiembre último apareció la Ley en agenda del pleno del Congreso.
La ley lleva el nombre de este periodista |
Durante el debate en el pleno, se dio cuenta de los cuestionamientos a esta ley
por una gran mayoría de usuarios (por la criminalización que hacía de usos
cotidianos tales como poner antivirus a una computadora; o por el hecho de que
podía obligar a empresas de telefonía a entregar todos tus datos sin
autorización judicial).
También en el pleno se dijo que en este último año se
habían elaborado varios otros proyectos de ley –del oficialismo y otros
partidos–, por lo que se anuncia que se propondrá un nuevo texto. Llaman a
receso y cuando reabren el pleno horas después ¡oh, sorpresa! Ya había nuevo
texto, nueva ley y solo los congresistas que estaban en el pleno pudieron
conocer ese nuevo texto.
Ello a pesar de que según ley, los proyectos de ley
deben estar al menos siete días –antes de su debate– publicados en la página
web del Congreso para que cualquier ciudadano pueda revisarla.
Tan mal hecha
está que, por ejemplo, ha terminado haciendo referencia a robo agravado de
“patrimonio cultural” donde se hacía referencia antes al robo de un bien o
sistema informático.
No solo la prensa sino la libertad de todos está en peligro |
Es francamente vergonzoso y preocupante que se apruebe una
ley: sin transparencia, sin debate público de los usuarios afectados, haciendo
copy and paste de varios proyectos sin ningún cuidado, con sospechoso apuro y
poniendo en riesgo libertades básicas en democracia como la libre expresión y
otras.
¿Qué nos queda por hacer? Decirle fuerte y claro al presidente Humala
que la tache, que no la firme, que la observe, y que por último la devuelva al
Congreso para que haga bien su trabajo, que para eso les pagamos a los
congresistas, y bien.
Entra a www.hiperderecho.org y haz click en los links
para mandar un twit al presidente y decirle “Presidente @Ollanta_HumalaT diga
NO a #LeyBeingolea y abra debate. Defienda la libertad de expresión, innovación
y la justicia” (o cópialo de acá y difunde este artículo).
www.podestaprensa.com
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