El racismo se infiltra
sibilinamente a pesar
de todas las luchas
Nota del editor – Una antigua rumba declamaba en su coro,
algo más o menos así: “Ay, mamá Iné, a to lo blanco le apeta lo pié”. A eso
precisamente –sin retintín ni medias tintas– se refiere el periodista Pedro Ortiz Barnuevo en los siguientes párrafos, en esta Palabra ajena (II), que pirateo (con su permiso) y no
aluden, sin embargo, a Mamá Inés, pero sí llueven sobre mojado en un asunto harto debatido y siempre vivo en nuestras conciencias. De paso, hace una
recomendación a quienes usan las redes sociales, para no caer en el pecado (y
delito) del racismo.
Ritmo negro a la antigua |
Racismo
disfrazado
• Quien hizo
esto –estoy seguro– no es un racista ni tuvo la intención de perpetrar un
ataque racista.
Pedro Ortiz critica racismo en la red |
• Sin
embargo, decir “Soy negro, pero tengo mi pepa”, es una expresión racista.
• Es lo
mismo que decir soy guapo a pesar de ser negro. O soy mestizo pero me baño
todos los días o soy blanco pero no soy pezuñento.
• Equivale a
decir los negros son feos, los mestizos no se bañan y los blancos son
pezuñentos.
• Son
expresiones cotidianas que subyacen en nuestra mente y que las decimos sin
percatarnos de lo que estamos diciendo, como cuando alguien que no es blanco
alaba la piel blanca y los ojos azules.
• Puede ser
(o es) un mal manejo del idioma, una tara o un estereotipo, sobre los cuales
debemos cuidarnos sobre todo en las redes sociales. (Pedro Ortiz Barnuevo).
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