Tenía 87 años y
cumplía
condena perpetua por
delitos de lesa humanidad
El exdictador
argentino Jorge Rafael Videla falleció hoy a los 87 años de edad en el penal de
Marcos Paz de Buenos Aires, Argentina, donde cumplía con la pena de cadena
perpetua por delitos de lesa humanidad, informó el portal del diario Clarín.
Murió sin pedir perdón a sus víctimas |
La agencia Telam señaló
que “el genocida falleció esta mañana por causas naturales”. Esta mañana, la esposa de un militar, Cecilia
Pando, lo confirmó por la radio Once Diez: “Videla murió mientras dormía.
Anoche no quiso cenar porque se sentía mal”, dijo.
El dictador -así lo denomina Telam- falleció
esta mañana a las 8.25 por causas naturales. Videla había llegado al poder el 24 de marzo de 1976 tras un golpe de Estado y comandó la dictadura más sangrienta de Argentina
hasta 1981.
El director del
Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, confirmó que Jorge Rafael
Videla, falleció hoy por la mañana de muerte natural en el centro penitenciario
de Marcos Paz, donde se encontraba cumpliendo condena a prisión perpetua por la
comisión de delitos de lesa humanidad.
Videla, de 87 años, se había negado a declarar
el pasado martes en el del juicio "Plan Cóndor" en el que estaba
siendo juzgado junto a otros 25 imputados, entre ellos el último dictador
Reynaldo Bignone.
Tras la recuperación
de la democracia en 1983, fue juzgado y condenado en 1985 a prisión perpetua y
destitución del grado militar por crímenes de lesa humanidad cometidos durante
la dictadura en el emblemático juicio a las Juntas.
Se negó a declarar en un juicio |
La Cámara Nacional deApelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal lo
halló penalmente responsable de numerosos homicidios calificados, 504
privaciones ilegales de la libertad calificada, aplicaciones de tormentos,
robos agravados, falsedades ideológicas de documento público, usurpaciones,
reducciones a servidumbre, extorsión, secuestros extorsivos, supresión de
documento, sustracciones de menores, y tormentos seguidos de muerte.
Si bien el fallo fue
confirmado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en 1986, Videla
cumplió sólo cinco años de prisión efectiva ya que en 1990, el entonces
presidente Carlos Menem lo indultó y dictó su excarcelación.
En 1998 regresó a
prisión, aunque brevemente, luego de que un juez dictaminara que las causas por
robo de bebés a embarazadas en cautiverio ilegal en centros clandestinos de
detención constituían un crimen de lesa humanidad, y por lo tanto
imprescriptible.
Videla estuvo
detenido 38 días en la cárcel de Caseros hasta que se le concedió el derecho al
arresto domiciliario en atención a su edad.
Diez años después, y
con la decisión del gobierno nacional de promover los juicios por delitos de
lesa humanidad, Videla perdió el beneficio de la detención domiciliaria y fue
trasladado a la cárcel que funciona en Campo de Mayo.
En tiempos de su sangrienta gloria |
En 2010 fue juzgado
en la provincia de Córdoba y el 22 de diciembre el Tribunal Oral Federal 1 lo
sentenció a prisión perpetua a cumplirse en una cárcel común junto a Luciano
Benjamín Menéndez.
El 5 de julio de 2012,
en un histórico juicio, fue sentenciado a cincuenta años de prisión luego de
que el tribunal que lo juzgó lo encontrara culpable por el delito de secuestro
y sustracción de identidad a menores, causa conocida como "robo de bebés".
Actualmente, Videla
estaba siendo juzgado desde el 5 de febrero por el Tribunal Oral en lo Criminal
Federal 1 de Capital Federal, junto a otros 25 imputados, por crímenes de lesa
humanidad cometidos en el marco del Plan Cóndor, como se denominó al acuerdo de
dictaduras sudamericanas para perseguir a opositores políticos fuera de sus
propios países.
La abuela no perdona
La titular de Abuelas
de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto afirmó hoy que "un ser despreciable
ha dejado este mundo" y añadió que "la historia evaluará el genocidio
y el oprobio de la dictadura cívico-militar que encabezó y de lo que no se
arrepintió".
"El dictador no se ha arrepentido, no irá al cielo" |
"Ya acá fue
juzgado y condenado", señaló Carlotto en declaraciones a radio
Continental, y reflexionó que a pesar de estar bautizado, haber tomado la
comunión, confesado y vuelto a comulgar "no irá al cielo" porque
"a pesar de lo que diga el hombre en la Tierra, el que está arriba dirá
otra cosa".
Añadió que el perdón
exige arrepentimiento y puntualizó que "no se arrepiente el que no pide
perdón, el que no repara o trata de reparar e insiste en eliminar al que piensa
distinto y para hacerlo invoca la protección de Dios".
"Esa es la
palabra del hombre. Hay hombres buenos y hombres malos. Ese fue un hombre
malo", concluyó
(Datos de Andina y
Telam y prensa argentina)
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