Arfons solo tiene 182
habitantes y un ingreso
de 2.3 millones de euros
En medio de la terrible crisis económica de Europa, y
cuando los gobiernos entran en austeridad que martiriza a sus pobladores, el
pueblo de Arfons no sabe cómo gastar sus ingresos ahora ascendentes a 2.3
millones de euros (unos 6.2 millones de dólares).
Se hizo rico con la energía eólica |
La bonanza económica llegó a Arfons, pequeña localidad del
suroeste de Francia a 60 kilómetros de Toulouse cuando alquilaron parte de su
territorio para la instalación de un parque eólico, que pagó impuesto que se
quintuplicaron en los últimos tres años, según declaró el alcalde AlainCouzinié a la periodista Daniela Fernandes de la BBC Mundo.
Con las nuevas divisas, el alcalde ya ha renovado el
salón de baile de la ciudad, compró un autobús escolar y un terreno para ampliar
el cementerio. También dio a conocer los proyectos de renovación de
alcantarillado y agua, que están en una etapa avanzada, escribió Fernandes.
El gobierno municipal ha construido con sus ingresos nuevos
depósitos para almacenar tractores y máquinas para quitar la nieve recién
comprados, pero como aún quedaba dinero extra el alcalde llamó a una consulta
popular para recibir sugerencias sobre cómo gastarlo.
Si va a Arfons lleve su pan porque no hay panadería |
"Pensé que las propuestas serían para hacer obras
importantes, la forma de construir piscina municipal o un estadio", le
contó el alcalde a la BBC.
Pero los habitantes sugirieron simples mejoras a la vida
diaria, como la limpieza de los excrementos de palomas, planes para acoger los
gatos callejeros y la lucha contra las avispas, embellecer la ciudad con más jardines,
la instalación de bancas en los parques y relleenar baches en la carretera de ingreso a la
aldea o renovar las cabinas de teléfono.
"Al principio me decepcionó. Pero entonces vi que
todas esas pequeñas cosas son las que mejoran la calidad de vida de los
residentes y son importantes para ellos", aseguró el alcalde.
Otra de las demandas de pobladores fue reabrir la única
cafetería en el pueblo y el alcalde confesó que estuvo al principio en contra
de la idea "ya que no es una ciudad para mantener un bar, pero luego me di
cuenta de que el lugar es importante para crear relaciones sociales", dijo
Couzinié.
La asamblea popular decidió reabrir el bar |
Entonces la municipalidad compró los dos edificios del bar, que funcionó en el pasado como un
hotel-restaurante e invirtió un millón de euros en su remodelación.
Pero quizá su mejor inversión será la de abrir panaderías
y tiendas de expendio de alimentos, ya que, curiosamente, Arfons no tiene una
panadería y el pan que consume debe adquirirlo en otra ciudad. Un empleado municipal
es el encargado de comprar pan cada mañana en otra ciudad y venderlo en el
pueblo, dijo Fernandes.
Así, pues. En medio de la crisis que acogota a Europa,
hay un pueblo que no se preocupa por conseguir dinero sino en cómo gastarlo. Signo
contradictorio de una época crítica.
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