también pide no quemar
tanto dinero en ‘castillos’
El arzobispo deArequipa, monseñor Javier del Río Alba, aparte de pedir a sus 73 parroquias
rendir las cuentas que no han rendido en los últimos años, prohibió cobrar por
las bendiciones que se imparten a personas y vehículos y criticó la costumbre
de quemar miles de soles en fuegos artificiales en lugar de dedicarlos a obras
de caridad.
Se preocupa por los pobres |
“La decisión fue
tomada luego que el prelado fuera informado sobre el cobro que la Hermandad de
Jesús Nazareno en Tiabaya hacía por la bendición de vehículos durante la
festividad de Cuasimodo (que significa “Casi igual” a la Pascua), tradición
singular que se celebra desde 1970”.
“El grupo religioso,
en coordinación con la parroquia, cobraba entre 10 y 20 soles por cada
bendición derramada sobre una unidad; sin embargo, no rendía cuentas de ello.
Este año se bendijeron más de 300 vehículos”, informó el diario.
Hermandad cobraba las bendiciones |
Huanca añadió que “el
prelado advirtió que en cumplimiento estricto al Código de Derecho Canónico,
que dispone la rendición de cuentas de los diversos estamentos parroquiales al
Arzobispado, se vigilará el gasto correcto en las 73 parroquias de Arequipa”.
“Lo que se quiere es
recuperar el principio general de la Iglesia. No es un tema de malversación,
pero sí de orden y transparencia”, dijo el prelado.
La disposición se
replicará en el resto de parroquias, que además deberán revisar sus “aranceles”
(o cobros) cuando se trate de administrar sacramentos como el matrimonio o
bautizo.
Compiten por hacerla con más boato |
“No se puede poner
tarifa a las bendiciones. A nadie se le puede negar estos sacramentos si no
tiene dinero”, increpó y señaló que si los fieles son de escasos recursos, la
parroquia no deberá cobrar por el servicio.
Advirtió, asimismo,
que todo ingreso por servicio parroquial debe ingresar al fondo de la Iglesia y
"no quedar en manos de grupos (hermandades) o personas, como ha venido ocurriendo".
El arzobispo también criticó
“el gasto exorbitante que las parroquias hacen en las festividades religiosas”.
“Hay que reflexionar
si está bien gastar hasta 5,000 soles en fuegos artificiales que duran 30
segundos o si tenemos que pensar en que ese dinero vaya a niños pobres u obras
de caridad”, puntualizó.
Se queman miles de soles en segundos |
El Arzobispo aplica estas reformas de acuerdo con su Plan Pastoral que inició hace seis años, que coincide con el tiempo que se encuentra en el cargo en Arequipa, la segunda ciudad del Perú, a mil kilómetros al sur de Lima, cuya población se caracteriza por su profunda fe católica y el boato con que desarrolla las fiestas del calendario religioso.
Las fiestas patronales
en los pueblos del Perú, no solo en Arequipa, son motivo de una competencia
económica entre los “mayordomos” elegidos de un “año para el otro”, y una
demostración de quién puede más en conseguir dinero para quemarlo en fuegos
artificiales, cohetes, bandas de músicos y banquetes.
Al parecer, el
arzobispo de la Ciudad Blanca se propone poner freno a ese desenfreno festivo y
convencer a los feligreses que un niño pobre estaría más contento si tiene algo
que llevarse a la boca que mirar los coloridos fuego artificiales que, lo ha
dicho monseñor del Río, se queman en 30 segundos.
Por supuesto, las
reacciones n o se hicieron esperar y Hugo con una peculiar redacción que se
omite “qué derecho tiene este señor a oponerse a la fe tradicional de un pueblo
expresada en los castillos, fuegos artificiales, bandas o lo que fuere”.
Pero tiene
defensores. José María escribió: “Interesante trabajo está realizando el
Arzobispo de Arequipa al controlar gastos y ganancias de las parroquias”.
Y Elizabeth escribió:
“Eso debería de ordenar el cardenal (Juan Luis Cipriani) en vez de estar metiéndose
en política. La semana pasada fui a sacar la partida de bautismo de mi hijo y
la parroquia San Juan Masías de San Luis me cobró 15 nuevos soles, más que una
partida de nacimiento”.
Todo lo cual indica
que la batalla por los castillos y la fiesta sobria recién comienza.
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