lunes, 22 de abril de 2013

1.5 millones con hambre en China

Terremoto del sábado dejó más
de 200 muertos y 11 mil heridos
 
18 mil soldados buscan víctimas entre los escombros
 
La tragedia de China, tras el terremoto del sábado, se agravó con una cifra provisional de más de 200 personas muertas, un millón y medio de damnificados que no tienen qué comer y hasta la fecha 1.165 réplicas de una magnitud máxima de 5,8 grados, según indicó el Centro de Red de Terremotos de Sichuan.
 
Inocentes en medio de la tragedia
El gobierno movilizó a unos 18 mil soldados y policías para que trabajen en la remoción de escombros y el rescate de eventuales víctimas atrapadas en los edificios destruidos por el sismo de 6.6 grados en la escala de Richter, que sacudió una extensa zona del suroeste de China.
 
Las autoridades de la provincia de Sichuan dijeron que hay más de 11.000 heridos mientras equipos de rescate continúan buscando sobrevivientes en parajes remotos.
 
El Ministerio de AsuntosCiviles de China señaló tras un balance provisional que por lo menos murieron 203 personas y 11.500 resultaron heridas a raíz del terremoto que  sacudió la provincia de Sichuan.
 
Camino de escombros
La agencia oficial de noticiasXinhua, informó que un equipo de rescate, integrado por 800 policías y efectivos de emergencia, entró el domingo al condado de Baoxing, una de las zonas más afectadas por el fenómeno y se quedó totalmente aislado durante más de un día.
 
Luego del terremoto se produjeron 1.165 réplicas, la más grave de una magnitud máxima de 5,8 grados de escala de Richter, según indicó el Centro de Red de Terremotos local, que causaron pánico entre los pobladores de la zona afectada.
 
Otro equipo de emergencia de 200 efectivos llegó hoy a primera hora al condado de Lushan, próximo al epicentro del terremoto, para colaborar en las labores de rescate y repartir más de 30 toneladas de ayuda humanitaria.
 
Las réplicas son otros tantos terremotos 
"Las labores humanitarias son nuestro primer deber en estos momentos", dijo a medios estatales el primer ministro chino,Li Keqiang, quien estuvo en el condado de Lushan, declarado zona de desastre.
 
Muchos damnificados pasaron la noche a la intemperie, casi sin comida, agua o ropa, pues temían volver a sus dañados hogares en medio de constantes réplicas. Una mujer dijo que el gobierno les había distribuido solo dos botellas de agua mineral a cada uno.
 

"Estamos asustados y tenemos hambre"

El terremoto no fue tan destructivo como el de hace cinco años, pero derribó muchos edificios, causó deslizamientos de tierra y dejó sin electricidad al condado montañoso de Lushan.
 
Un informe reciente dijo que el gobierno chino había aceptado la ayuda humanitaria que le brindó Rusia pero había rechazado el mismo gesto del Japón.
 

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