jueves, 7 de marzo de 2013

El Muro de Berlín que conocí (III)

Los “pájaros carpinteros”
hicieron negocio vendiendo
pequeños trozos de la pared


Nota - Esta es el tercero y final de tres artículos sobre la parte del Muro de Berlín que conocí durante una visita que hice a Europa en 2003 y que cobran actualidad ante la perspectiva de que una parte importante de aquella pared, la llamada East Side Gallery, una exposición de arte al aire libre, quede destruida para dar paso al desarrollo urbano de Berlín.


En general, se juzga que el dinero que proporcionó la subasta del muro tuvo buenos fines. Hicieron negocio redondo tanto los grandes adquirentes como los llamados “pájaros carpinteros", generalmente jóvenes que extrajeron a golpes de combas y cinceles, pequeños trozos del muro que vendían a los turistas.

Los grandes trozos se convertían en pequeños para la venta


Una buena porción del muro fue desmenuzada, vendida a 20 marcos la tonelada y utilizada como desmonte para la construcción de carreteras en la Alemania del Este.

Los presidentes norteamericanos Ronald Reagan y George Bush, padre, recibieron como obsequio pedazos del muro. Otro fragmento fue depositado en la Biblioteca John F. Kennedy en Boston.

La Central de Inteligencia Norteamericana (CIA) también consiguió un trozo y lo exhibía como reliquia en su cuartel general.

Otro gran trozo del muro, de unos cuatro metros de alto por dos de ancho, colorido por los grafitis con que los jóvenes berlineses occidentales lo adornaron como señal de protesta, se encuentra en los jardines del edificio de cristal del Parlamento Europeo, en Bruselas, Bélgica. Es quizá el más grande pedazo de la pared que se halla fuera de Alemania.

Lo que quedaba del muro exterior en 2003


De lo que fue el muro de Berlín hoy solo quedan el llamado East Side Gallery que está en peligro de ser demolido y aquellos cien metros del muro conmemorativo de las calles Wilhemstrasse y Niederkirscherstrasse, y los adoquines que desembocan en el Checkpoint Charlie.

El Checkpoint Charlie sobre la Friedrichstrasse, es el punto de unión entre los barrios de Mitte y Kreuzberg, y consiste en una garita de vigilancia y una línea de adoquines de piedra oscurecidos por el paso del tiempo que señala a través de 7.5 kilómetros, la trayectoria de la pared que dividió una ciudad durante 28 años.

Checkpoint Charlie un punto en la división de Berlín


El puesto de vigilancia Charlie en el centro de Berlín es uno de los tres que existían en distintos lugares del Muro que dividió a Berlín.


La denominación de Checkpoint Charlie proviene de la tercera letra del alfabeto para identificar a los tres puestos existentes en determinados puntos abiertos de la frontera entre Este y Oeste del Berlín de aquellos tiempos.


La denominación de Checkpoint Alpha le correspondió al puesto establecido en un paso de la autopista Helmsted, y Checkpoint Bravo al de la autopista Dreilinden.


Beatriz y yo salimos por el lado opuesto de la Wilhemstrasse hacia una estrecha placita donde estaban ubicados vendedores de recuerdos. En una vitrina portátil, un hombre tocado por un gorro de piel ruso a pesar del calor que hacía, vendía pequeños trozos del muro, de unos cuatro o cinco centímetros de largo por dos o tres de ancho, que bien podrían haber sido recogidos de cualquier construcción.


Otros vendedores ofrecían banderitas, medallas, monedas y una infinita cantidad de objetos diversos que alguna vez, nos dijeron con caras que querían ser sinceras, pertenecieron a los guardias o a las víctimas que cayeron en intentos de cruzar el muro en los días de la división de Berlín.


(Imágenes del archivo del autor)
www.podestaprensa.com

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