contribuyente por cobro
de impuestos injusto
Hasta hoy lunes, los empleados de una repartición del ministerio de Hacienda de Francia, en la localidad de Mussidan, deben estar contando, moneda sobre moneda, los 50 kilos de “sencillo” (calderilla la llaman en España) con que el ciudadano Patrick Fénelon pagó un impuesto que consideró injusto.
Lo singular del caso es que el incidente ha dado la vuelta a Europa luego de que fuera publicado por los diarios 7Sur7 y Sud Ouest, de Francia y fuera tomado por El Mundo de España en si versión digital.
La versión del periodista Julien Collignon de Sud Ouest, dice que (el contribuyente) "Paga sus impuestos con 50 kilos de centavos" y añade que a “Patrick Fénelon, residente de Sourzac (Dordoña), no le gustó que su impuesto aumentara tres veces a causa de una disputa con el IRS (organismo recaudador)” por lo que ”el hombre se ha ido a pagar impuestos a las arcas de Mussidan con 50 kilos de monedas de centavos 1, 2 y 5".
Por su parte, elmundo.es se regocijó comentando que Fénelon meditó su venganza “con alevosía y con ayuda del pueblo, solidario e indignado como él ante el afán recaudatorio local”.
La periodista Raquel Villaécija informó en el diario español que “lo que empezó como una broma (hacer una colecta de chatarra (moneditas) para cumplir con Hacienda) ha acabado con Patrick Fénelon, más pobre pero victorioso”.
"Esto ha sido posible gracias a la colaboración de amigos y comerciantes. Todo el mundo me ha ayudado porque cuando empecé a hablar de esto hacía reír a mucha gente, así que muchos comenzron a deshacerse de sus monedas y a dármelas", explicó el burlón contribuyente, divertido, al periódico Sud Ouest.
Fénelon es un contratista de 50 años quin le echa la culpa a Hacienda y quien se presentó "en la oficina de impuestos de Mussidan el jueves pasado para liquidar un tercio de la factura que se le reclamaba por intereses de demora” de un pago que dice haber desembolsado hace cuatro años.
Fénelon dijo que ya había pagado sus tasas dentro del plazo exigido. Su error, afirmó, estuvo en reagrupar en el mismo cheque el pago de cuatro impuestos diferentes.
"Pero la burocracia francesa no entiende de divisiones y no supo descifrar la suma, así que, a pesar de que había cumplido con su deber fiscal, aún le exige al contribuyente los intereses por el impago", comentó Villaécija.
¡Cuidado con la recaudación de impuestos pues la semilla que ha sembrado Fénelon puede extenderse y producir frutos entre los millones del descontentos del mundo!
(Con información y fotos de la prensa francesa)
Luis Eduardo Podestá
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