domingo, 6 de enero de 2013

La estrella guía de los reyes magos

Científicos estudian
fenómeno celeste
de hace 3000 años

La estrella de Belén que guió a los tres reyes magos de oriente en dirección al pesebre donde nació Jesús es objeto de un estudio en que participan astrónomos cuyas revelaciones han sido publicadas por el profesor David Hughes, astrónomo de la Universidad de Sheffield. La presencia de los reyes bíblicos es recordada cada 6 de enero como hoy en el mundo cristiano

Intenso debate acerca de la estrella

Un primer artículo fue publicado por Hughes en 1970, acerca del mismo tema, que hoy ha sido enriquecido con informaciones astronómicas e historias bíblicas asociadas, lo que le ha permitido establecer “algunos paralelismos históricos fascinantes”, escribió la periodista Victoria Gill en la BBC Mundo.

Gill dice que “podría parecer grosero analizar una imagen tan eterna de la Navidad como la estrella de Belén, pero ya lleva décadas un discreto debate astronómico al respecto” y se preguna a continuación “¿Habrá sido un verdadero acontecimiento cósmico lo que guió a los tres reyes magos en su viaje en busca de un niño recién nacido?”.

Guía hacia el humilde pesebre

Hughes ha llegado a la conclusión de que “probablemente la estrella de Belén no fue una estrella, sino un conjunto de fenómenos”.

Añade que "los magos vieron algo cuando estaban en su propio país (probablemente Babilonia) y viajaron a Jerusalén, donde conversaron con el rey Herodes" y según la historia “le hablaron de la señal que habían visto y cuando dejaron Jerusalén hacia Belén, volvieron a ver algo".

El astrónomo británico explica que entonces se habría producido “algo conocido como una triple conjunción entre Júpiter y Saturno: ambos planetas acercándose en el cielo tres veces durante un corto periodo”, lo cual ocurre “cuando hay una alineación entre el Sol, la Tierra, Júpiter y Saturno".

Otra probabilidad a que arriba Hughes es que no fue una estrella sino un cometa el que apareció por aquellos días sobre las tierras bíblicas porque esas "grandes bolas de nieve sucias" que vuelan por el espacio tienen una apariencia espectacular.


La cola que apunta hacia el Sol popularizó la idea de que fuera un cometa, según Hughes, porque a veces parecen una flecha y esa apariencia aparece en los textos históricos sobre la estrella de Belén.

Recuerda que “el registro más oportuno fue de un brillante cometa que apareció en la constelación de Capricornio el año 5 antes de Cristo” se debe a astrónomos chinos.

Añade que “los cometas pueden aparecer como ‘parados sobre’ el horizonte” y que quienes se inclinan por esa teoría “habrían visto (el cometa) hacia el sur de Jerusalén, con la cabeza cercana al horizonte y la cola hacia arriba”.

Finalmente, el estudioso británico dice que existe otra teoría “menos probable”, pero que apunta hacia el famoso cometa Halley, que fue visible el año 12 a.C. y concluye en que “a mucha gente le gustó la idea del cometa, y por eso figura en tantas tarjetas de Navidad".

Por su parte, el director asociado del Observatorio de Jodrell Bank del Reino Unido, Tim O'Brien, afirma que se produjo una triple conjunción que "solo se da cada 900 años", de modo que para los astrónomos de Babilonia hace 2.000 años “debe haber sido una señal de algo muy importante”.

Otra teoría que esboza O’Brien es que pudo haberse tratado del nacimiento de una nueva estrella o nova en la pequeña constelación de Aquila, según registros de los astrónomos del Lejano Oriente.

Pudo tratarse de un cometa

La misma opinión tiene el doctor Robert Cockcroft, administrador del Planetario McCallion en la Universidad de McMaster, en Ontario, qien asevera que una nova es "una buena candidata" para la estrella de Belén.

Fuera como hubiera sido, la estrella Belén continuará en las tarjetas navideñas como un recuerdo de un suceso extraordinario para la humanidad y como mensaje de fraternidad.

Luis Eduardo Podestá

1 comentario:

Marilena dijo...

Artículo muy bonito!