Una “marea roja” aclamó
al ausente Hugo Chávez
N. de R. – El siguiente es un resumen del despacho del corresponsal de la BBC Mundo en Caracas, Abraham Zamorano.
Por Abraham Zamorano
La que debería hacer sido la fiesta del 14 cumpleaños del chavismo en el poder, no contó este jueves con su invitado de honor, el presidente Hugo Chávez.
Retratos y banderas en la marea roja
Este jueves debería haber tomado juramento para un nuevo periodo en su cargo. Pero los problemas de salud impidieron la presencia del presidente venezolano, que fue operado de cáncer por cuarta vez hace casi un mes. Y los chavistas lo resolvieron con una demostración de capacidad de convocatoria.
Llegados de los barrios de Caracas o traídos en centenares de autobuses de diferentes partes del país, el nuevo grito de guerra de los chavistas, ese "Yo soy Chávez", se convirtió en el himno de quienes quieren a Chávez en el poder.
Hasta el vicepresidente, Nicolás Maduro, dijo que no había podido dormir porque en su cabeza sólo había un pensamiento: "10 de enero, Chávez, Chávez, Chávez".
"Han sido días duros en lo sentimental, hemos tenido que remontar el dolor, la preocupación y la angustia", reconoció Maduro, uno de los ministros que más cerca ha estado de Chávez durante su enfermedad.
Aclamaciones de "Yo soy Chávez"
Arengado por gritos de "No volverán", en la, una vez más, marea roja que tomó los alrededores del Palacio de Miraflores, volvió a oírse el "Uh, ah, Chávez no se va".
"Alerta que camina la espada de Bolívar por América Latina", se dijo.
La consigna era clara: hacer valer el principio democrático pues el presidente ganó las elecciones del 7 de octubre. Y de "continuidad administrativa" para que Maduro continúe al frente del gobierno, como decretó el Tribunal Supremo de Justicia.
Presidentes invitados
Durante el acto intervinieron altos funcionarios de varios países de la región, entre los que los platos fuertes fueron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; y el uruguayo José Mujica, que fue muy breve al llamar a la "unidad, paz y trabajo".
Para poner la guinda, un desfile aéreo de caza bombarderos que sobrevolaron Caracas para estruendo de todos y escenificación de otro de los pilares sobre los que reposa el chavismo, los militares.
La oposición, mientras tanto, asiste indignada al hecho de que el gobierno siga en funciones y no asuma la jefatura del Estado el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, única alta magistratura que ahora cuenta con el aval de voto popular.
Aunque desde temprano en la mañana se podían ver filas de chavistas caminando hacia el centro, el día no comenzó tan pronto como habían previsto.
Citados a las 8.00 de la mañana en sus diferentes sedes, no fue hasta horas más tarde que se hizo evidente que el centro de la ciudad se disponía a ser tomado por una marea roja.
En el Centro de Atención Social del popular barrio de San Agustín, las únicas puntuales fueron un grupo de jubiladas que en el lugar reciben no solo cuidados médicos sino formación y actividades de ocio.
Solo retratos del invitado principal
El martes, la mayoría oficialista de la Asamblea Nacional aprobó un permiso para el presidente por "todo el tiempo que necesite para atender su enfermedad".
Al día siguiente, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia desestimó la pretensión de la oposición de declarar la "falta temporal" del presidente.
El fallo "vinculante" fue aceptado por el opositor Henrique Capriles, gobernador de Miranda y contrincante de Chávez en los comicios del pasado 7 de octubre.
Sin embargo, lo tachó de "respuesta a un interés político".
"No estamos buscando ninguna confrontación ni poniendo a los venezolanos a pelear", dijo Capriles.
El gobernador parece, al menos de puertas para fuera, estar de acuerdo con el gobierno en mucho más de lo que podría pensarse en un país tan polarizado políticamente.
Cuarto periodo de gobierno bolivariano
Chavistas y Capriles, como el núcleo mayoritario de la oposición, están de acuerdo, primero, en expresar su solidaridad con el presidente enfermo, Hugo Chávez, al que unos y otros le desean una pronta recuperación y que regrese al país a ejercer su cargo.
También ambos han dejado claro que coinciden en que este 10 de enero termina un periodo presidencial y comienza uno nuevo.
Están de acuerdo, incluso, en que el presidente Chávez no deja de serlo por no poder tomar posesión el día que estipula la Constitución ante la Asamblea Nacional y que podrá hacerlo ante el Tribunal Supremo de Justicia más adelante.
Todos aceptan que no se puede obviar que el presidente tiene la legitimidad de las elecciones del 7 de octubre.
Eso sí, tampoco dudan en coincidir en acusar a los otros de buscar que la situación acabe en un conflicto violento y querer irrespetar la Constitución porque, eso sí, difieren en quién debe sustituir a Chávez.
Para la oposición, es el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien debe asumir el cargo una vez se declare la "ausencia temporal".
El oficialismo defiende que sigue en funciones porque Chávez es un presidente reelecto.
Según el analista Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, la del gobierno es una interpretación "acomodaticia" que busca consolidar la posición de Maduro como futuro candidato en la hipótesis de que falte Chávez.
Sin embargo, acerca de lo que puede hacer la oposición, León es contundente: "Poco".
(Tomado de BBC Mundo - Fotos captadas de viedeo de BBC Mundo)
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