Dakar sudamericano:
alto nivel de dificultad
El quinto Dakar sudamericano completó su última etapa luego de 14 extenuantes días en los que por primera vez el recorrido comenzó con un alto nivel de dificultad, ya que arrancó por el desierto peruano, y los pilotos tuvieron que enfrentar largos tramos.
El Perú le dio la partida
Expertos cada uno en lo suyo, fueron los campeones los que supieron manejar bien sus estrategias desde el principio, a excepción de algún derrape de Despres, y no desesperaron por sumar etapas, sino por llegar al último día enteros y con suficiente diferencia en la punta.
Marcos Patronelli (Yamaha), quien se ganó el lugar de referente desde el primer Dakar que se corrió en estas tierras al salir segundo, revalidó el campeonato que había ganado en 2010 con un excelente triunfo que consumó gracias a una renta de casi dos horas sobre el segundo.
El piloto de Las Flores, que llegó a este rally sin su hermano Alejandro, terminó el Dakar con un tiempo total de 49h 42m 42s, a 1h 50m 35s de su “inmediato” perseguidor, el chileno Ignacio Casale (Yamaha), en lo que además fue la victoria por más margen del Dakar 2013.
“Cumplí un sueño más, solamente quiero agradecer. Estamos bien... un Dakar más!", dijo eufórico al cruzar la meta.
Marcos coronó hoy lo que fue una carrera inteligente, en la que aceleró cuando tenía que hacerlo y conservó en momentos clave para asegurarse lo más importante: conquistar el rally y sumar así su segunda victoria.
Patronelli sumó cuatro victorias consecutivas, tres segundos puestos, cinco segundos, cinco veces salió quinto y sólo una vez terminó con un séptimo puesto.
Saltos espectaculares en el desierto peruano
La etapa de hoy fue ganada por el sudafricano Sarel Van Biljon (E-ATV), con un tiempo de 4h 42m 45s, segundo quedó el piloto de Emiratos Arabes, Sebastian Husseini (Yamaha) a 41s y tercero, el chileno Casale (Yamaha) a 48s.
El fueguino Lucas Bonetto (Honda) terminó cuarto la etapa y cuarto en la general a 3h 39m 55s. de Patronelli, con lo que se aseguró un promisorio lugar en lo que fue su segundo Dakar.
A su vez, Claudio Cavigliasso (CAN-AM), noveno en la general, Luciano Galiardi (Yamaha), décimo, y Tomás Maffei (Yamaha), undécimo, demostraron el predominio argentino en la categoría cuatriciclos.
En autos, Peterhansel demostró una vez más por qué alguna vez lo bautizaron “Monsieur Dakar” y en lo que pareció un rally casi sin esfuerzos se llevó su 11mo. título: seis en motos y cinco en autos.
Ríos crecidos en Argentina frenaron la marcha
El francés de MINI goza del respeto de todos sus colegas y, tal como lo dijo el director del Dakar, Etienne Lavigne, al final de la etapa, es un “piloto fuera de serie”, que además de tener muñeca es absolutamente cerebral.
En las 14 etapas sumó dos victorias, seis podios entre el segundo y tercer puesto; y su ubicación más baja fue la de hoy en el 11mo. lugar, ya que se dedicó a cuidar y a colaborar con sus compañeros de equipo.
“El sabor de la victoria es magnífico porque recompensa el trabajo de todo el equipo que estuvo magnífico durante todo el Dakar”, aseguró Peterhansel.
El ganador de la etapa fue justamente su compañero de equipo el español Joan Nani Roma, con un tiempo de 1h 44m 10s, mientras que el segundo y tercer escalón del podio fueron mendocinos, porque Orly Terranova (BMW-XRAID) escoltó al triunfador de la jornada a 13 segundos y Lucio Alvarez (Toyota Hilux) entró tercero a 31 segundos.
Terranova, ganador de una etapa, se aseguró el quinto lugar en la clasificación general, el mejor resultado en un Dakar para él, ya que la única edición que había terminado fue la de 2010, en la que salió noveno con Mitsubishi.
“Termina una carrera muy agradable, la hemos pasado muy bien. Es un Dakar bisagra para nosotros”, insistió Terranova, quien planea correr el año próximo con un Buggy.
(Telam)
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