se combina con el humor
Una nueva “moneda” entró en circulación imaginaria en el Perú, el “otorongo de oro” que alude al apodo que reciben los miembros del Congreso de la República quienes acaban de confirmar que doblan su sueldo mediante un supuesto bono por gastos de representación o gastos operativos que la población ha rechazado masivamente.
En Arequipa, mil kilómetros al sur de Lima, tuvo lugar el domingo una demostración de protesta cuyos participantes arrojaron huevos podridos y basura a frente a las oficinas de los representantes originarios de la región, que no hicieron nada por rechazar el beneficio económico.
Los periodistas de Frecuencia Latina indicaron que con dos “otorongos de oro” se puede comprar al contado un coche último modelo, mientras un maestro gana 1.500 soles, equivalentes a 0.05 centavos de otorongo, un policía 1.200 soles (0.04 centavos de otorongo), una enfermera 1.200 soles (0.04 centavos de otorongo), un médico de hospital 2.000 soles (0.06 centavos de otorongo), una doméstica o empleada del hogar 600 soles (0.02 centavos de otorongo) por mes.
El informe incluye a otros trabajadores como el personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), encargado del cuidado de las cárceles, cuyo haber mensual es de 1200 soles (0.04 de otorongo).
En Arequipa se adelantaron a la ingeniosa protesta los miembros del movimiento Asamblea de los Pueblos, quienes salieron el domingo y sus raleadas filas se vieron prontamente engrosadas por unas mil personas de organizaciones y transeúntes que se sumaron a la protesta contra los congresistas.
La corresponsal de Canal N de Televisión, Doris Cornejo, informó que unas mil personas de distintas organizaciones sociales de Arequipa “llegaron a las oficinas descentralizadas de los congresistas que representan a la región para arrojar huevos y basura, en rechazo al polémico incremento de los gastos de representación aprobado por el Pleno y ratificado por la Comisión Permanente".
Los pobladores se concentraron en la Plaza de Armas de la ciudad y alzaron su voz de protesta en los exteriores de los despachos de los congresistas Marco Falconí (del partido Perú Posible, del expresidente Alejandro Toledo), Justiniano Apaza (del gobiernista Gana Perú del presidente Ollanta Humala), Juan Carlos Eguren (Partido Popular Cristiano) y Ana María Solórzano (también gobiernista).
Jorge del Carpio Lazo, dirigente de la Asamblea de los Pueblos, anunció que si los congresistas no daban marcha atrás en el cobro de emolumentos que “son un insulto a la pobreza general del Perú”, harían nuevas demostraciones de protesta que incidirían en las puertas de las oficinas de los legisladores.
Aparte de su haber mensual, los congresistas reciben otros beneficios como 48 pasajes aéreos anuales, automóvil, chofer, gasolina, teléfonos móviles y varios miembros de seguridad y asesores.
El apodo que se aplica a los legisladores peruanos proviene del otorongo, un felino carnívoro de la selva amzónica del género de las panteras (Panthera onca) de piel dorada moteada con manchas marrones, parecida al leopardo pero de mayor tamaño.
Según Wikipedia, es robusto y “si bien prefiere las selvas densas y húmedas, puede acomodarse a una gran variedad de terrenos boscosos o abiertos” y es por esta cualidad que probablemente se lo ha asociado con la conducta de los congresistas en el Perú.
De acuerdo con el semanario humorístico “El Otorongo”, del diario Perú21, el otorongo “come rico, duerme bien e hinca (el diente) como ninguno”.
Luis Eduardo Podestá
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